Alexandre me ha estado llamando y mandado mensajes, pero no he contestado. Estoy tan molesta que no quiero saber nada de él, incluso lo bloquee de todo. Necesito despejar mi mente por ahora. Tengo otras cosas en que pensar, escuela, familia, venganza, ya saben, cosas de adolescente normal. No tengo tiempo de sufrir por un idiota.
Llego a la escuela y al parecer Alexandre me esta cazando. Esta recargado en mi casillero esperándome. De verdad necesito hacer una parada ahí, si no lo evitaría por completo.
—Shelly, necesitamos hablar— me dice mientras toma mi brazo suavemente.
—¡No me to-ques!— digo en voz baja,p para no llamar la atención, pero molesta, mientras saco algunos libro de mi casillero.
—¿Qué diablos fue eso de ayer? ¿Desde cuando tenemos una relación sadomasoquista?— dice con una cara seria pero no puede contener una sonrisa.
—Eres un idiota, un imbecil y tu sentido del humor es pésimo— le clavo mi mirada como cuchillos mientras lo señalo con mi dedo indice.
—¿Es por lo de ayer, cierto?— se recarga en el casillero junto al mío y mira el techo. La sonrisa se borra de su rostro.
—Veo que eres adivino, o ¿Hay algo mas que hayas hecho?, repugnante— le reprocho.
—Déjame explicarte que es lo que paso. Te diré la verdad y nada mas que la verdad— se para delante de mi y pone su cara de no rompo un plato. Yo como una tonta caigo otra vez en el brillo de sus ojos.
—Bien. Perl luego, ahora tengo que ir a clase— azoto la puerta de mi casillero me doy la vuelta y me voy.
Durante las clases trataba de concentrarme y de mentalizarme de que no importa que me diga Alexandre no voy a ceder. Es obvio que es un manipulador que solo me dirá lo que quiero escuchar, pero no caeré en el hechizo de sus ojos, no otra vez.
Mientras estaba en clase de química me llamaron para una reunión urgente en consejería estudiantil, ¿Qué puede ser tan urgente en consejería? Mientras me dirijo a la oficina doy la vuelta terminando el pasillo y siento que alguien toca mi espalda suavemente. Lo sabia. Me giro y...
—Se te cayó tu pase— me estira la mano dándome el pase, y yo lo tomo rápidamente.
—Gracias...— acomodo mi cabello mientras se hace un silencio incomodo.
—Nos vemos— sonríe apretando sus labios y camina a la dirección que yo iba.
—Tommy— digo girándome con mis manos entrelazadas. Él gira y me mira esperando a que diga algo —Que gusto verte otra vez— digo con una sonrisa, él me devuelve la sonrisa tiernamente y se va. Me quedo viéndolo irse.
Sin esperarlo me toman por la cintura y me dan un giro de 180 grados, quedando a unos escasos centímetros de distancia el uno con el otro.
—¿Ahora si podemos hablar?— dice con una mueca triste y con una mirada que me derrite.
—¿Era necesario sacarme a la mitad de la clase?— digo mientras lo alejo empujándolo por el pecho lentamente.
—No quiero que nadie nos moleste. Ahora necesito que me escuches, ¿bien? No quiero que estemos mal, no quiero verte enojada y menos conmigo, aunque aun así me gustas. Es sexy cuando te enojas pero no cuando me golpeas— dice juguetón mientras toma mi rostro con sus manos y se acerca lentamente a mi.
—Solo dime— me quedo mirándolo seria.
—Ok— suelta mi rostro y toma mis manos —Primero que nada. Mis padres mal interpretaron todo, hicieron de esto todo un espectáculo innecesario. No quería involucrarte así que dije lo que paso sin hacer esto mas grande. Al ver a Iris ahí sentada siendo interrogada no me gusto, y menos porque era por mi culpa. Sabia que directa o indirectamente eso te afectaría, y ahora esto es lo que paso. Siempre hay chicas que, tu sabes, están detrás de mi. Lucy era una de ellas pero ella cruzo la linea totalmente de un platónico. Paso de solo mensajearme a seguirme a mi casa con el pretexto de que quería hablar conmigo. La invite a pasar y comenzamos a hablar, ella comenzó a ponerse muy cariñosa y yo, bueno soy un caballero, no la echaría brutalmente de mi casa, así que le dije que no estaba interesado, luego ella me... chantajeo con fotos de nosotros en el jardín. A mi no me importaba que esas fotos fueran enviadas a toda la escuela pero sabia que a ti si te importaba, así que subimos a mi habitación y...
—¡Basta!, ya escuche lo suficiente— digo harta y asqueada.
—Aún no termino. Cuando subimos ella comenzó a desvestirse...
—¡Estoy hablando en serio pervertido!
—¿Puedes dejarme terminar? Mi papá llego y le dije que tenia que irse asi que salió rápido por la puerta de la cocina, después me deshice de ella haciendo que Camila le dijera que no me buscara más porque ella y yo estábamos juntos y eso es todo— me mira serio esperando una respuesta. Yo trato de asimilar por un tiempo lo que dijo.
—¿Cómo esperas que crea eso? Ahora es ella la culpable— niego con la cabeza —. No soy tan estupida. No quieras hacerla ver como una zorra para tu conveniencia...— pauso un momento y mi rostro cambia a confundido.
Las fotos, seguramente las mismas de Adam. Esa perra. Fue un plan contra los dos para beneficio de otros dos, no puedo creerlo.
—Jamas terminas de conocer a las personas. Y si, debo admitir que no es solo su culpa también es mía, pero no es mi culpa que ella esté loca. Ademas yo creí que utilizaría eso en tu contra también, ya que ella me dijo que Adam quería usarlas para conseguir la presidencia pero al parecer te adelantaste y renunciaste.
—Eso ya no importa. Todo esto apesta a traición. Debo irme— me giro y él me regresa tomando mi brazo.
—¿Estamos bien?— pregunta confundido.
—Ya veremos— me giro y me voy.
Ahora hay tantas cosas que asimilar. Lucy es una loca enamorada de Alexandre que estuvo dispuesta a pasar sobre mi para tenerlo, ese es otro nivel, y Alexandre tratando de hacerse la víctima. Sabia que lo haría. Como si de verdad lo estuviera sufriendo. Al menos consiguió que no lo odiara tanto.
ESTÁS LEYENDO
Pretty Bad
Teen FictionShelly Linderman es una chica de 17 años de clase alta que asiste a un instituto privado donde pronto se suscitan situaciones extraordinarias. Aunque parece tenerlo todo, no hay nada que realmente la satisfaga. Aunque muchos la quieren, no hay nadi...