CAPITULO DIECISEIS

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¿Quizás se les ocurrió "si su adulto favorito tiene un restaurante por que no fue con el desde el principio en lugar de comer delivery"?

Creanme, lo pensé.

Apenas mi estómago gruñó llegó la idea a mi de correr a ese popular y lujoso restaurante. Pero también pensé que si mi madre se enteraba de ello me prohibiría ir nuevamente, le prohibiría a el señor Illeano darme comida y le prohibiría a todo ser existen de dentro de la alta sociedad dirigirme la mirada.

Así que en conclusión, prefiero tener el restaurante como reserva para casos sumamente especiales que no llamen la atención de mi madre.

— Por cierto, me llamaron de esa agencia de modelaje — mi padre falso movió el tenedor en el aire pensando en lo que me decía — dijeron que estaban interesados en que modelaras la nueva colección de verano.

— ¿Trish? — pregunté aenarcando una ceja.

Trish es una diseñadora súper famosa, que trabaja para la revista de moda mas importante, su ropa realmente es de mi estilo, y bueno, ella diseña para la familia real también.

— Si, ella — sonrió — Al parecer, la princesa aun sin ser ella, es muy popular.

— Es por que soy hermosa, sirve para vender ejemplares — me encogí de hombros.

— Igual que tu padre — murmuró rodando los ojos.

— Seria bueno aceptar, estoy corta de recursos — subí la mirada pensando seriamente en ello — antes lo hacia para ganar popularidad; ahora realmente necesito ese dinero.

— Serán dos secciones, una en la playa y otra en la ciudad, te pagarán bien. Es muy buena opción.

Asentí.

— ¿Firmarías por mi? — lo mostré una sonrisa con dientes incluidos.

— Como siempre — respondió alegre — hija.

Al terminar la comida, el señor Illeano, Hatsuru, me preguntó acerca de mis últimos días y como lo había sentido. También me sugirió varias formas de conseguir dinero rápidamente utilizando mis habilidades.

El me ofreció empleo también.

Aunque me sentí insegura al respecto.

El dijo que por la noches podría tocar en su restaurante. Mis habilidades en la musica son muy conocidas así que mis interpretaciones ayudarían con el numero de comensales en esas horas.

Dijo que estaría bien venir después de mi trabajo o dejarlo por este.

¿Se consideraría trampa? ¿Mamá lo aceptaría?

Todos están seguros de que él es mi padre, así que nadie pregunta nada al respecto, lo cual resulta útil para que no sea extraño trabajar ahí.

Y tocar algunas piezas en piano o violín es mas fácil que ir por ahí tomando ordenes, fingiendo sonrisas, siendo amable y sobre todo, atendiendo personas.

Al final, la propuesta quedó en el aire, le dije que lo pensaría bien después de explicarle en detalle lo que creía respecto a eso y el aceptó feliz.

También me dijo los días en los que se llevaría las sesiones y que me mandaría los detalles por mensaje.

—  ¿Que fue lo que viniste a dejar? — preguntó cuando salíamos del edificio.

— Una bolsa con un uniforme.

— ¿Richard? — preguntó sorprendido.

— Eres bueno en esto — reí.

¡No La Traten Como Princesa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora