CAPITULO CINCUENTA Y DOS

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La mirada que coloqué en los ojos del pelinegro estaba llena de preocupación y salpicada de molestia por la existencia de una chica como aquella.

― Si ella se suicida y me culpa...

― ¿Culparte? ― preguntó el chico levantando una ceja.

― ¡Ya sabes! ― exclamé para indicarle que era muy obvio ― Cosas como "no aguantaba su acoso" "me hizo ver como la villana" "el mundo me odiaba por su culpa"

― Todos vieron lo que hizo .

― Si ― asentí ― pero si ella se suicida el mundo me odiara a mi sin importar lo que me hizo.

― ¿Podrías ser mas empática con la vida de la chica? ― mi madre me regañó.

Volteé a verla con una seriedad acusadora, pero ella ni se inmutó.

― No me importa su vida después de lo que me hizo ― solté con amargura.

― Tenia razón contigo ― rió alguien en el teléfono ― no eres un terrón de azúcar.

― Felicidades, ahora lo sabes ― rodé los ojos fastidiada.

― ¿Qué se supone que vamos a hacer?

― Nada ― mi padre se interpuso ― Dejaran que la policía resuelva esto y tu te tienes que preparar para la coronación.

― Richard podría impedir que se suicide ― le tomé del brazo y se lo mostré como un dispositivo que salvaría al mundo ― el podría solucionarlo.

― No creo que yo pueda hacer eso.

― No solo.

Una sonrisa apareció en mi rostro con una mirada cómplice y el correspondió con una dulce, como si viera a la cosa mas hermosa que haya existido y me sentí sonrojada y tímida.

― Lo resolveremos padre.

El hombre rubio volteo a ver a su pareja con una interrogativa.

― Aun si me niego, lo hará ― mi madre se encogió de hombros.

― ¡Exacto!

― Ten cuidado y no te involucres en un crimen Charlotte ― ella tomó su teléfono y respondió algunos mensajes ― Sé que eres inteligente y sabes limpiar tu desorden, pero debes saber cuando una acción es incorrecta.

― Claro madre.

Me sonrió y se fue mandando mensajes en su móvil, mi padre nos miró antes de mover un pie.

― Ten cuidado, llama si sucede algo malo.

El se acercó a Richard y le señaló el pecho con el dedo.

― Cuídala con tu propia vida.

― Padre, no es un caballero de la edad media o algo asi.

― La cuidaré.

Después de esa afirmación mi padre subió las escaleras hasta la segunda planta.

― ¿Madre? Crei que tus padres eran ambos hombres ― Dirigí mi vista al teléfono móvil, ni siquiera me preocupaba lo que Violeta pensara o no, mi coronación estaba cerca no es que fuera a durar la mentira mucho tiempo mas.

― Mira, me encanta perder el tiempo hablando de mis problemas familiares con una extraña, pero este no es el momento, te agradezco en demasía la informacion que nos has proporcionado, pero aqui acaba tu participación en el asunto. Gracias.

Solo avancé unos pasos antes de escuchar su voz por el altavoz nuevamente.

― Te crees la reina de todo, pero te digo que este asunto es mas mío que tuyo, es mi hermana, asi que lo dejo cuando yo quiera.

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⏰ Última actualización: May 03, 2021 ⏰

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