CAPITULO CUARENTA Y SEIS

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La mirada de Kimberly esta fija, preguntándome que haría con la situación actual.

― Fred, Alex ― los llamé. Ellos estaban tomados de las manos peleando por quien iba a dirigir cuando voltearon a verme serios a causa del tono de mi voz.

―¿Que sucede? ― El pelinegro fue el primero en preguntar, tenia el entrecejo fruncido, mostrando preocupación. La razón por la que los tres me miraban asi seguro fue por el repentino cambio en mis facciones.

― Síganme ― les pedí dándome la vuelta en dirección a la gran puerta doble e ignorando la pregunta del más alto.

No preguntaron nada y de reojo puede ver que Mc Rudo dudaba en si seguirme o no, pero al final no lo hizo, solo se acercó a Kimberly.

Bajé los escalones de la entrada y me giré para pararlos de golpe.

― ¿Qué sucede?

Saque mi teléfono móvil y entre a la primera red social que vi, por su puesto que había muchos posts, le di click a la imagen con la captura de pantalla. No quería buscar la pagina directamente.

Les mostré la pantalla y no bastaron muchos segundos para que sus expresiones cambiaran de preocupación a molestia.

― Tengo que preguntar ― Fred miró a Alex y luego a mi para ver nuestros rostros ― Tu estas mirando a la cámara con una sonrisa ¿Sabes quien tomó la fotografía?

Asentí y el sonrió ― eso es perfecto. Se hundió sola.

Observe sus rostros con cautela antes de soltar la bomba ― Fue Richrad.

La sonrisa del mas alto de descompuso y el pelinegro apretó la mandíbula.

― Esa mierda... ― mi primo se giró furioso y el castaño atinó a detenerlo.

―Tranquilo ― dijo tomándolo del brazo y tapando su paso.

― Sabemos quien lo hizo, solo destruyámoslo. Sabia que el no traería nada bueno.

― Pudieron pasar muchas cosas, no significa que fuera él ―el Mexicano intentó calmarlo.

Alex estaba siendo temperamental como siempre.

― Necesito que saquen eso de la red de inmediato, también investiguen todo lo que puedan sobre la dirección IP.

Ambos asintieron.

― ¿Tu que piensas?

Baje la mirada con tristeza.

― Quizás fue el ― murmuré.

Los puños de Alex se cerraron con fuerza.

Tenia sentido si lo pensaba bien, todo apuntaba a el. además, aunque lo he ignorado, se cual era su actitud hacia las chicas antes de mi.

El había estado sospechoso, mandaba mensajes todo el tiempo y no me decía a quien o por que. Se que no tiene mas familiares, y su lista de amigos se reduce a mi.

Nunca habla de nadie.

Puede ser simplemente que era igual que su padre.

― Busquemos eso y tendámosle una trampa para confirmar, después de eso, solo destruyámoslo.

Ellos asintieron y se fueron al edificio principal, Alex caminaba aplicando execiva fuerza a sus pisadas y Fred intentaba tranquilizarlo. Pero eso no quitaba el hecho que también estuviera molesto.

Suspiré fuerte y entre nuevamente al lugar, como era de suponer muchos me miraban y susurraban cosas. Los ignoré por completo y mantuve la frente en alto, orgullosa de ser yo, e ignorante de los comentarios mal intencionados.

¡No La Traten Como Princesa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora