CAPITULO VEINTIUNO

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Todos continuaban hablando entre murmurós, alcanzaba a escuchar algunos. Continuaban discutiendo sobre mi antiguo novio y el actual.

― ¿En verdad están saliendo?

La pregunta de Katerin salió a flote por quinta vez durante la primera segunda hora.

― ¿Es tan extraño?

― ¿Qué pasó con Alex?

― Alexander ― le corregí ― Es uno de mis mejores amigos, el y Fred son casi mis hermanos.

Rodé los ojos divertida.

― Solo bromeaba contigo, no te lo tomes tan enserio.

Asintió con una sonrisa.

― Si estás feliz, está bien ― me mostró su pulgar y centró su atención nuevamente a la pizarra.

Volteé de reojo al chico de mi otro costado, jugaba con su lápiz con aburrimiento.

― Deja de verme tanto, me molestas ― murmuró con el ceño fruncido.

Sonreí y giré mi vista a la pizarra otra vez.

Era un patán, sin duda alguna. Pero era físicamente atractivo y eso era lo importante. Estoy bien con que el fingja ser mi novio.

― ¿Haces ejercicio? ― pregunté cuando ví que levantaba su mochila para irse a la siguiente clase.

― Lo normal ― se limitó a responder. No mostraba intentes ni expresaba emociones. Solo respondió y se fue.

― Tan lindo tu novio ― la Frase sarcástica provino de Danna.

― Se comporta bien cuando no tiene público ― respondí con una sonrisa, sabiendo que Rosa escucharía.

Tomé mi libreta y coloque mi bolso en mi hombro.

― Es muy lindo cuando se lo propone.

Lo sabía, casi lo podía sentir... Ella está furiosa.

Era tanta su molestia que casi podía empaquetarla y venderla por sacos.

Salí del salón con Katerin, el pasillo estaba igual de bullicioso que siempre, pero esta vez el pelinegro y yo eramos la razón.

Todos para cuándo saber mi nombre ahora más que nunca. Era la famosa hija de una familia de élite enamorada de un chico malo de los suburbios, del cual corrían cientos de rumores.

― Hola Charlotte ― una chica se atrevió a acercarse a nosotras mientras subíamos las escaleras.

― Hola ― realmente no sabía su nombre o si había hablado con ella antes.

― Oí que sales con Richard ― la forma en la que hablaba hacia parecer que fuéramos amigas hace mucho, pero ahora podía asegurar que nunca había hablado con ella.

― También oí eso ― respondí riendo ― No hay nadie que no hable de eso hoy.

― Salieron en la portada de cientos de revistas "¿Por fin alguien se ganó en corazón de la famosa millonaria?"  ― deduje que lo último había sido el título de alguna nota.

― Los medios se vuelven locos por cosas triviales como una relación  ― Rodé los ojos con diversión, ella sonrió como respuesta.

― Solo si se trata de ti.

― ¿Y tú has ido a su casa? ― preguntó siguiendo el hilo de la conversación, parecía normal pero yo pude notar un ligero cambio de actitud, ella presencia llegar a algo.

¡No La Traten Como Princesa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora