Secuestrada para ser mamá (Finalizada)

37: Les presento a ............

DELIA
Mamá: Amor no puedo creer que estes bien, que estés frente a nosotros, este tiempo en que no sabíamos nada de ti fue la peor experiencia que hemos vivido.
Yo: Mamá yo también pensé que nunca los volvía a ver, y ahora aquí estamos, juntos otra vez.
Papá: Te buscamos tanto que con el paso del tiempo y de los meses la idea de que no ibas a regresar o por lo menos no con vida, empezaba a ser cada vez más posible.
Yo: Lo se papá, pero mira ya estoy aquí con ustedes.
Papá: Si ya veo mi niña y no vienes sola, me contó tu mamá que estás embarazada.
Yo: Si papá, si lo estoy, estoy embarazada, tengo dos meses, vas a ser abuelo. O bueno de alguna manera ya lo eres.
Papá: Es cierto, estos niños que están aquí deben de ser los que dijo tu mamá de los que eres su madre.
Yo: Si ellos son; miren se los presento, ella es Sara y él es Javier.
Mamá: Hola niños, no nos tengas miedo, que no les vamos a hace nada. _ lo dice poniéndose a la altura de los niños _.
Sara: ¿Tu eres mi abuela?
Mamá: Bueno creo que estoy joven para ser abuela, pero si se podría decir que yo soy su abuela.
Sara: ¿Te puedo dar un besito?
Mamá: Claro que puedes darme un beso y también un abrazo.
Sara: Gracias. _ se acerca a su ahora abuela para darle un beso y un abrazo grandes_.
Papá: ¿Qué y para mí no hay beso y abrazo?
Yo: Javier, mi niño, puede ir con tu abuelo, no le tengas miedo, tranquilo que mi papá no te hará nada.
Javier: Está bien, ¿pero también le puedo decir abuelo?
Yo: No se pregúntale a él directamente.
Javier: ¿Puedo decirte abuelo?.
Papá: Si, no hay problema alguno, yo ahora soy tu abuelo, aún que también me considero joven para ser abuelo pero no importa ven aquí porque yo también quiero un beso y un abrazo de mi nieto. _ después de escuchar eso, sin pensarlo más, Javier prácticamente casi que corre a darle a su también ahora abuelo, un beso y un abrazo como hace Sara con su nueva abuela _. 
Yo: Pero esperen que las presentaciones no han acabado aún, porque falta que les presente a Valeria y a Daniel, solo que ellos son más pequeños y ahora están dormidos, pues en todo el vuelo no quisieron dormir ni un poco, pero están aquí en su carriola (carrito para bebés).
Mamá: Déjame verlos aún así, durante este tiempo no hice más que imaginarlos, quiero verlos aún que estén dormidos.
Yo: Bien pues aquí están, pero es mejor que no los saquemos del lugar de su siesta porque se ponen de mal humor.
Mamá: No te preocupes hija, que lo que menos quiero es despertarlos, se lo difícil que puede llegar a hacer dormir a pequeños de su edad, porque me imagino que no tiene ni un año de nacidos o me equivoco.
Yo: No mamá, no te equivocas, ellos tienen menos de un año de edad.
Mamá: Se ve que son para enamorar.
Yo: A mí si eso ya me paso.
Papá: Pero aún falta que nos digas quien es él. _ haciendo referencia a Sebastián, diciendo esto con un tomo más serio que el que utilizo con los niños _.
Yo: Bueno papá, mamá, él es Sebastián y además de ser quien nos trajo aquí, también es la persona por la que tengo a estos cuatro angelitos aquí conmigo.
Papá: Él es el padre de los niños.
Sebastián: No señor y perdón que interrumpa pero yo no soy el padre de los cuatro niños.
Papá: Entonces quien eres tú.
Sebastián: Yo soy el padre del bebé que espera su hija.
Papá: Eso quiere decir que usted es quien tiene que darme una explicación de que es lo que  paso todo este tiempo con mi hija.
Yo: Papá creo que eso es algo que deberíamos hablar en otro lugar y no aquí, pues recuerden que aún seguimos en el aeropuerto.
Mamá: Tienes razón hija, será mejor que nos vallamos, que les parece si vamos a comer a la casa.
Papá: Si tu mamá tiene razón, hay que ir la casa, ¿en que se van a mover?, tienen auto.
Sebastián: Yo rente una camioneta para el tiempo que estemos aquí, de hecho ya debe de estar aquí afuera.
Papá: Muy bien, pues vamos, si nos siguen a nosotros los dirigiremos a la salida.
Sebastián: Bien entonces vamos.

Desde aquí seguimos a mis padres, para salir del aeropuerto. Yo llevo la carriola de los bebés y vigilo en todo momento que Sara y Javier están a nuestro lado para no perderlos de vista, mientras de que Sebastián con ayuda de una especie de carrito o algo parecido, lleva las maletas, mis padres se mantienen atentos a que nosotros los sigamos, mi madre me ayuda con los niños llevándolos de la mano, mi padre se concentra en salir.