39: Pelea

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SEBASTIÁN
La reunión con los padres de Delia fue para la propia Delia, algo casi mágico e inolvidable pues tenía mucho sin verlos y muchas cosas nuevas por contarles, para mí más bien fue como bajar a visitar al mismo demonio, porque estuve en la boca del lobo, porque cada segundo para mí fue como una alerta permanente puesto que me sentí como en una jaula creada para encerrarme, perdiendo todo lo poco que tengo, yo sé que me merezco un castigo por todo lo que le hice a Delia, pero eso para mí fue mucho en verdad, su papá me pareció como si fuera el encargado de torturarme y como si Delia fuera mi castigo, pues ella, se le nota en la cara que esté enojada conmigo, tal vez por lo qué le dije a sus padres o quizá es mejor decir que por las palabras que elegí para usar y en la forma que lo dije, pero entonces mi pregunta es: ¿que es lo que ella quería le dijera?; aún que eso no me importa mucho que digamos, lo que si me importa más que otra cosa es que Delia no esté enojada conmigo, yo la amo, a pesar de que ella no me ame a mí, pero ese asunto es algo que pretendo hacer cambiar en el transcurso de unos meses, en específico; antes de que mi hijo nazca, porque pienso que para cuando el momento de su nacimiento llegue, quiero que lo primero que él vea es sus padres juntos, pero no juntos de los dos en el mismo lugar, sino juntos de estar sentimentalmente juntos, siendo una pareja, claro no estando cazados, pero tal vez si estando comprometidos o si no lo estamos, ese día se lo pediré y esperaré, suplicaré al cielo que Delia termine por aceptar ser mi esposa, deseo tanto, pero en verdad, tanto, tanto, que Delia forme parte de mí vida, de una mucho mejor manera, como mi esposa, que en serio, pero muy, muy en serio, si todo, absolutamente todo, fuera que únicamente de tal modo en que solamente dependiera exclusivamente de mí, yo estoy más que seguro en que, Delia y yo, ya fuéramos algo más de lo que somos ahora en estos momentos, en los que para ser sincero, no sé ni qué somos realmente, aún que lo intuyo, pero prefiero no decir nada hasta no estar seguro de cómo son las cosas entre nosotros dos, hasta el momento.

Espero que esta noche podamos hacer el amor Delia y yo, lo necesito, dijo que no se supone que las embarazadas, con las hormonas, tienen más ganas de hacerlo, pero parece que con Delia es diferente o que ella no quiere demostrarlo. Pero yo lo necesito, soy hombre y necesito hacerlo, es normal en un hombre.

Ahora que estamos solos en la habitación en el hotel que reserve para quedarnos estas noches que estemos aquí, los niños están en la habitación de al lado, que comunica con nuestra habitación por medio de una puerta, la habitación de los niños tiene una cama matrimonial para Sara y Javier, además de dos cunas para Valeria y Daniel, todos ellos ya están dormidos, pues Delia se encargó de eso mientras que yo tomaba un baño, ahora mismo Delia se está bañando, yo la espero en la cama, básicamente listo para tomar a Delia en cuanto salga del baño.

Que precisamente en este momento está saliendo de que ya termino de bañarse, trae puesta su pijama, diferente a lo que yo llegue a pensar que traería una bata de baño haciendo que su pancita se tostara más al tenerla amarrada a la altura de los pechos o tal vez únicamente una toalla enredada al rededor de su cuerpo, pero eso no importa pues aún así la despojaré de esa pijamada para hacerla mía.

Me acerco a ella, con paso decidido, para rodearla con mis brazos por la cintura, y repartí pequeños besos al rededor de todo su cuello, pero al estar a punto de hacer eso, ella se aleja a otro lado de la habitación, lo que me deja un poco extrañado, pero no de doy mayor importancia y vuelvo a intentarlo, esta vez Delia está sentada en una silla enfrente del espejo peinado su cabello, es entonces cuando yo la quiero tomar por el cuello para besarla, pero ella vuelve a alejarse sutilmente, a lo que yo reacciono con intriga puesto que es la segunda vez que lo hace, no me rindo y ahora que Delia está poniendo crema en sus piernas, le quiero tomar las piernas para hacer que las separe, pero ella hace un movimiento para evitar que yo la toque, por tercera vez, esto ya no es nada normal, a lo que yo me pongo un poco más a sospechar que algo pasa y no es nada que con un beso se resuelva. Necesito hablar con ella, lo que por lo tanto quiere decir que hoy no vamos a poder hacer nada de lo que yo quiero hacer con ella.

Secuestrada para ser mamá (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora