Secuestrada para ser mamá (Finalizada)

15: El día despúes

SEBASTIÁN
Delia sigue dormida a un lado de mí en mi cama, se ve tan linda,  tan tierna que me dan muchas ganas de abrazarla y besarla.

Ayer fue uno de los mejores días desde que ella llegó a esta casa pues tenía algunos años que no pasaba un cumpleaños tan bien, los últimos años mi forma de celebrar era encerrarme en mi cuarto a lamentarme y beber mientras veía las fotos de mi esposa sobretodo las de cuando estuvo embarazada, pero esta vez la pase muy bien, la cena que las personas que ayudan en la casa prepararon estuvo deliciosa, junto con el vino, terminando con un pastel de chocolate con frutos secos decorado con una deliciosa crema pastelera.
La noche la terminamos en mi habitación estuvimos a nada de hacer lo que para Delia sería tener su primera vez, me encantaría ser yo su primera vez, pero si ella no quiere no la obligaré a nada.

Pero debo admitir que me gusto mucho como tocaba mi miembro, la sensación de sus manos frotandolo con mucho cuidado como si me fuera a lastimar de alguna manera mi miembro, eso fue algo muy mágico que me encantaría repetir. Creo que me estoy enamorando.

Unos pequeños pasos acompañados de las pequeñas voces que buscan a su mamá hacen que Delia se remueva en la cama para después comenzar a despertar preocupada. Además de sacarme de mis pensamientos.

Delia: Los niños. _Exclama ella con angustia_.
Yo: Tranquila solamente te están buscando es normal siempre estás con ellos y que hoy no te vean desde temprano hace que se espanten.
Delia: No puede ser me quedé dormida.
Yo: Calma lo que necesitas hacer es salir y decirles que estás bien, además parecía que necesitabas dormir así de bien.
_Un llanto que va acompañado de la palabra mamá, hacen que la preocupación de Delia aumente gradualmente_.

Delia: Me tengo que ir.
Yo: Espera gracias por la noche que pasamos me gusto mucho todo.
Delia: A mi también me gusto, pero me tengo que ir, en un rato te regreso el camisón que me prestaste.
Yo: Te lo puedes quedar, no hay problema.
Delia: Gracias.

DELIA
Al salir de la habitación de Sebastian puedo ver a mis niños buscándome con lágrimas en sus ojitos.
Sara: Mamá. _ Lo dice llorando_.
Javier: Mamá. _ También está llorando_.
Yo: Aquí estoy. _Ellos corren desesperadamente al verme_.
Sara: Pensamos que ya te habías ido.
Yo:  Y dejarlos a ustedes, claro que no.
Javier: Nos asustamos.
Yo: Calma, ya estoy aquí.
Javier: Bebés también lloran por ti.
Yo: Bueno entonces vamos a ver cómo están los bebés y estén tranquilos pues no me iré de aquí sin ustedes.
Sara: Nos iremos juntos.
Yo: Pero claro que si se van conmigo cuando me vaya de aquí. Los quiero ahora vamos con los bebés.

Al entrar al cuarto los bebés llorando porqué tenían hambre además de necesitar un cambio urgente de pañal. Como pude ser tan irresponsable como para quedarme completa y profundamente dormida.
Después de cambiarlos de pañal salimos todos a desayunar. Sebastián estuvo presente con nosotros en el desayuno, este día su actitud fue de lo mejor, hasta jugo un poco con los bebés haciéndolos reír.
Puede ver un poco de alegría en su semblante, estuvo muy alegre, hoy tampoco me golpeó. Parece que el cumplir años le mejora el humor, además de la actitud.