Zayn no quiere hacer ejercicio

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-¡No quiero!-chillo arrojándose al suelo fresco de la recepción.

-Es por tu propio bien, Zayn.

-¡No!

Zayn realmente no quería ir, el no había nacido para hacer ejercicio, el no vino a este mundo para ser obligado a poner su cuerpo en un gimnasio.

El sólo quería ir a casa, conseguir fritutas y echarse en su cama frente al televisor con los Simpson. Si, eso sonaba mejor que ser arrastrado al local de su hermano, con todos esos cuerpos sudorosos y máquinas de tortura.

-¡Austin!-Zayn sabía que con aquel nombre mencionado ya no habría esperanzas para el.

Sebastián se aprovechaba de las ventajas que le daba el tener un novio que bien podría pasar como el doble de Hulk.

-¿Qué pasa, cariño?-pregunto Austin llegando hasta su novio. Zayn gruño como un perro cuando los tenis deportivos del hombre se detuvieron frente a su rostro pegado al suelo.

-Mete a Zayn, levantalo como costal de papas. Consiguele un entrenador o tu se el suyo, no me interesa, pero quiero que vuelva a casa sudado, agitado y con dolor por todos lados.

Zayn escucho el chasquido de labios y lo siguiente fue ser arrojado al hombro musculoso de Austin, el moreno de cuerpo pequeño simplemente se dejó llevar sabiendo que ya no había salida.

-Hombre, realmente no quisiera hacerte esto, pero tu hermano pateara mi culo si te dejo ir.

Zayn suspiro, el conocía a su hermano y podía ser pequeño, pero Sebastián Malik era una fuerza peligrosa. Su cuñado le bajó colocandolo sobre el asiento de una bicicleta.

-Te mandaré a uno de mis chicos, por el amor de Dios, no intentes escapar y tampoco intentes suicidarse poniéndote bajo la bicicleta-Austin hizo una mueca reflejando preocupación, Zayn expreso lo ofendido que se sentía y eso realmente no detuvo a su cuñado de ir por algún entrenador que pusiera en marcha el culo del pequeño Malik.

El realmente estaba pensando en como escapar, bien podría irse unos días a casa de Harry, sería un prófugo de su hermano hasta que se le bajará el enojó y quizás volverá a ca...

-Cuando Austin me pidió ayudar a su cuñado nunca me imaginé que seria un perezoso.

Sus ojos miel se detuvieron en la figura de aquel hombre frente a el, a unos pocos metros de su lugar. Sus piernas parecían duras, sus muslos eran ocultos por el short holgado, aún así Zayn podía apostar que sus muslos estaban llenos de músculos, el abdomen marcado y el pecho se dejaban ver por la playera gris, brazos musculosos y un par de tatuajes.

-¿Podemos empezar, miron?-Zayn ni siquiera tuvo vergüenza en seguir con su análisis, el rostro parecía haber sido tallado por los infernales dioses, todo estaba perfectamente y Zayn deseo poder morder esos labios que formaban una sonrisa burlona-Bien, pequeño sinvergüenza, vamos a poner ese cuerpecito en marcha.

Zayn no estaba convencido, ni siquiera ese sexy hombre le haría cambiar de opinión.

Lamentablemente Zayn no tenía muchas opciones y Liam, como había dicho que se llamaba, le había había primero a calentar, estirarse y pronto lo metió en algunas máquinas.

-¡Es todo!-jadeo Zayn, no era capaz de seguir, era la tercera vez que entraba en la bicicleta. Su cuerpo sudaba y su corazón estaba agitado, sin contar con la tensión y el dolor que comenzaba a tener.

-Sólo llevamos cincuenta minutos, Malik-Liam seguía teniendo esa expresión burlesca que sólo provocaba más al odio de Zayn. Liam sonrió ampliamente-Un poco más, Zayn. Vamos, abdominales.

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