Quiero que me ames

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Observo aquella bella sonrisa aparecer en los labios cereza, la forma en que la esquina de sus ojos se arrugaba, como sus manos tomaban la bandeja de comida que se le fue entregada mientras regalaba un gracias alegre a la cocinera.

Liam había dejado de preocuparse por la atracción que sentía hacia otro hombre, en específico, atraccion por Zayn Malik.

El atractivo chico tenía veintidós años recién cumplidos, y era hermoso, su cuerpo era adornado por millones de tatuajes que Liam encontraba lamibles, el apostaba que su rostro había sido esculpido por los dioses, tan perfectamente sexy.

Pero Liam sabía el riesgo de volar alto, el no sabía si Zayn era homosexual y aunque lo fuera, quizás el no se fijaria nunca en alguien como Liam. No es que fuera feo, porque sabía que no lo era, pero ambos eran tan diferentes.

Mientras Zayn se hacia amigo de todos, Liam se enfrascaba en libros, Zayn salía a fiestas y Liam prefería tener un maratón de películas en casa. ¿Realmente incluso pensó en poder estar cerca de Zayn?

Y como la primera vez, Liam aceptó estar atraído hacia un hombre, pero también aceptó estar enamorado de uno.

No perdió en ningún momento el trayecto que había Zayn de la barra de comida a su mesa habitual. Saludando a todos con cada paso, Liam deseo que ese chico le diera un saludo, pero siempre parecía pasar desapersivivo para el azabache.

-Hola, Li.

Payne brinco por el repentino saludo y el cuerpo femenino que se sentó frente a el, obstruyendole la vista.

-Hola, Gina-saludo de regreso bajo un tono suave y tranquilo.

-No te vi en clases de matematicas-Liam hizo una mueca a la mención de la materia-Se que la odias, cariño, pero es parte de tu carrera y necesitar aprobar.

A veces le daba miedo lo mucho que está chica sabía de el, pero Liam no podía culparla al querer hacerse su amiga y le permitía invadir su espacio. Después de todo, Gina era simpática y parlanchina, lo que Liam no era.

-En fin-prodigio la chica recargando su mentón sobre una mano-Venía a invitarte a una fiesta, se que las odias, pero es mi cumpleaños y me encantaría que asistieras-ella vio que pensaba negarse y lo interrumpió con rapidez-Prometo no alejarme de ti en toda la noche si eso te hace sentir mejor.

Liam lo pensó, quizás una fiesta no le haría mal y Gina prometió estar siempre con el. Y aceptó.

Al final de clases Liam espero en la salida para observarlo a él, verlo despedirse de sus amigos y subir en su auto. Con eso ya visto, Liam emprendió su camino a casa, listo para dormir un poco y después alistarse para la fiesta de Gina.

Su madre le recibió con la comida recién echa, su padre esperaba en la mesa y su hermana bajaba en ese momento. Pidió permiso en medio de la cena, sorprendiendo a todos porque el nunca salía a fiestas, y aún así aceptaron pidieron que no llegase tarde.

Hizo un poco de tareas antes de meterse en la cama y quedar dormido al toque con su almohada. No se preocupó mucho por la hora pues había puesto alarma.



Después de dos horas de descanso y la alarma sonando Liam entró al baño para una ducha, no puso mucho esfuerzo en su atuendo al buscar algo en el armario, y una vez listo bajo con las llaves de su auto en manos y salió.

Gina había enviado miles de mensajes con la dirección de su casa, incluso mensajes de voz por sí Liam no entendía. La chica podía ser muy intensa, pero comenzaba a agradarle.

A la casa que llegó estaba abarrotada de gente, incluso el jardín estaba lleno, ¿Cómo se supone que entraría? Apago el motor de su auto y bajo de este. La música fuerte se escuchaba en todo el vecindario y Liam se pregunto como era que la policía todavía no había llegado.

TALLER DE OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora