Tu nombre.

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—¡Ya llegó zorra Malik!

El azabache hizo una gran mueca al escuchar aquella horrible voz mientras caminaba por el pasillo de entrada, y es que los imbeciles sin cerebro que siempre le molestaban, seguían con ese absurdo apodo. Sin embargo, sigo caminando rumbo a su siguiente clase. Una de sus mejores amigas, le saludo con una gran sonrisa mientras las demás chicas le miraban y chillaban como colegialas hormonales.

—¿Adivina qué, primor?—ataco Jessy nada más llego el chico hasta ellas.

—Por fin Carter invito a Rose a salir—intento adivinar, sus cejas se alzaron con coquetería y complicidad a la joven rubia.

La chica mencionada se sonrojo violentamente y golpeó a Zayn en el hombro.

—Eres un tonto, primor, pero no—su negación se miraba triste, pero fingía indiferencia—Como sabrás, el baile de invierno es pronto, y estamos recolectando dinero en todas las facultades.

—Si, este año le toca a nuestra facultad realizarlo—Carly movió las caderas de forma coqueta, empujando las de Clarice.

—Y obviamente tu, como parte del equipo de porrristas y nuestra casi abeja reina, tienes que ayudarnos y...

—Por cierto—interrumpió Sofía—Que hermosa falda llevas puesta, querido. ¿Donde demonios la compraste y porque no has pasado el tip?

—¿Les gusta?—giro sobre sus talones para mostrar mejor la prenda rosita pálido, una gran sonrisa en sus labios pintados con un hidratador sabor sandía y una mirada iluminada, las seis mujeres chillaron viendo el maldito atuendo de su amigo—Mi madre la compró en una rebaja.

—Tu mamá tiene un buen maldito gusto—todas concordaron con Elena.

—Oh, sí, casi lo olvido—Reba mascaba un chicle mientras sacaba de su bolso una bolsita más pequeña con dulces para dársela a Zayn—Tu hombre me pidió darte esto y me dijo que te dijera que lo esperes después del entrenamiento.

El chico de ojos avellana tomó la bolsa con una sonrisita en los labios. Guardando esta en su propia mochila.

Para nadie era un secreto que el porrista Zayn Malik de ciencias sociales, había captura la completa atención del capitán de americano de la facultad de arquitectura.

Una historia cliché por donde quieran verlo.

Liam Payne era la definición de un maldito buen semental, alto, musculoso, atractivo y con una hermosa sonrisa que brillaba más que el puto sol. Y si eso no era nada, tenia que agregar su trato amable, lo responsable e inteligente que era, capitán del equipo de futbol americano y abiertamente bisexual después de conocer a Zayn.

Luego, está Zayn Malik, parte del equipo de porrristas de su facultad, buen promedio, no se mete con nadie si nadie se mete con él. Era hermoso, malditamente hermoso, abiertamente homosexual, lo cual ya era un grano para que el grupito estupido de Trebor le fastidiara. Sumando el hecho de que a Zayn le fascinaban las cosas para mujeres, desde vestidos a faldas, hasta esmalte de uñas y labiales. Su armario entero consistía en pura ropa bonita y de colores pastel. Y siempre fue así.

Sus padres fueron un sueño al aceptarlo, incluso su padre se emocionaba más que él al regresar a casa con una nueva prenda para su hijo, exigiendo que se la pusiera para ver si le quedaba bien o debía ir por algo más.

Y al conocer a un heterosexual Liam, Zayn supo que el mundo si debía odiarlo en algún momento. Pero, grandes fue su sorpresa cuando al terminar un partido importante, Liam corrió hacia él y lo beso frente a todo el mundo, rompiendo algunos corazones en el paso. Le pidió una cita y aún atontado por el beso, Zayn aceptó.

TALLER DE OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora