TALLER DE OS

To love somebody ²

Su cabeza cae sobre el límite del respaldo del sillón, gimiendo por lo alto y sin tapujos, mientras sus dedos acariciando los cabellos sedosos del omega entre sus piernas. Zayn Malik siente la succión sobre su miembro, un posesivo y egoísta agarre sobre su piel por esa boca codiciosa. Esa suave y firme lengua lamiendo y quitando el presemen que se filtra como gotera.

Sonidos tan obscenos y sucios inundan el silencio de la habitación de hospital que se sofoca en feromonas.

—Liam...cariño—lo llama, suplicando su atención con voz entrecortada y ronca—¡Ca-Cariño!...tenemos que parar, el doctor...

Pero el omega no estaba haciéndole caso, no parecía importarle que el doctor que atendería el caso de Zayn estuviera a nada de llegar; Liam se esmero en hacer mejor su trabajo entre las piernas del alfa. Tomando bruscamente las manos que intentaban separarlo, él gruño como advertencia al alfa y siguió en lo suyo.

Después de aquel primer encuentro y de haber llevado a Zayn a su casa, Liam se encargo de investigar bien al hombre con el que se había acostado, con el que pensaba seguirse acostando y con el que posiblemente tuviera más que acostones. Para alguien como Liam Payne, era muy difícil encontrar un alfa que no le tuviera miedo o sintiera repulsión por su cuerpo, un alfa que no fuera estupido ni machito. Él solo quería uno al cual poseer

Así fue como descubrió donde vivía, sobre su familia, donde trabajaba y el porque de su ceguera, así como de amores pasados y cualquier otra pequeña cosa que pareciera insignificante.

Zayn Malik vivía en un modesto departamento en el centro de la ciudad, sus padres siguen vivos y residen en Miami, tiene una hermana menor y un hermano mayor. Trabaja como maestro de filosofía en la universidad Ride West, perdió la vista en un accidente de auto por culpa de un ebrio imbecil. Estuvo a punto de casarse con su ex omega quien lo dejo después de perder la vista. Es amante de la música clásica y tiene una extensa coleccion de vinilos, le gusta el vodka con gaseosa de limón, ama el chocolate con almendras y en general es una persona bastante amable y dulce. Siempre lo ha sido y sigue siendo.

Pero ahora, el amable alfa amante de la música clásica y poesía yace gimiendo y sonrojado por un oral practicado en el consultorio del medio qué posiblemente le regrese la vista.

—Bebé, tienes que...alejarte ya.

Advierte cuando siente ese cosquilleo familiar en el vientre. Intenta separar nuevamente al omega entre sus piernas, pero este le vuelve a gruñe amenazante. No se separa sino hasta que el azabache gime su liberación y la dulce esencia inunda la boca de Payne.

—Delicioso, como siempre—susurra, frotando su mejilla en el muslo desnudo de su pareja. Deja un último beso ahí y se separa—Hora de subirte el pantalón, campeón. Tu doctor no debe tardar en llegar.

Él asiente y se sube la ropa con ayuda de su risueño acompañante, escucha al omega moverse por el consultorio y escucha como abre la ventana, seguramente para que el olor a feromonas y sexo se vaya. Eso sonroja al alfa, la idea de que su médico sepa que profanaron su consultorio.

—Que vergüenza—se lamenta, ocultando su rostro entre sus palmas.

A su lado, siente la presencia de Liam, este descubre su rostro y deja un pequeño beso en sus labios fruncidos.

—No se va dar cuenta, pero en caso de que lo haga y decida decir algo...bueno, siempre puedo encargarme de él.

—Eres una cosa seria, omega.

Zayn niega con una hermosa sonrisa radiante en sus labios, estirando su brazo y tocando con sus dedos sobre su rostro, buscando sus labios. Liam, juguetón y coqueto, muerde las yemas y ve el sonrojo que se apodera de aquellas mejillas con barba.