TALLER DE OS

Alas rotas

-Zayn, despierta, corazón.

El moreno apuño los párpados mientras el dolor de cabeza comenzaba atravesando su cráneo en puntadas fuertes. Su boca seca y con sabor agrio, culpa de la resaca.

-Mierda-maldijo el azabache sentándose entre el desorden en su cama. Sábanas revueltas, colillas de cigarro y botellas de jack Daniel's.

Sus ojos avellana empañados por los restos del sueño comenzaron a enfocar. Y sonrió cansado cuando le vio ahí parado.

-¿Te enviaron a despertarme porque saben que a ti nunca podría lanzarte con una botella?-pregunto aún sabiendo la respuesta.

-Eres un poco violento, mi alma-contesto Liam encogiendo los hombros. Después su angelical risa lleno el seco y sucio vacío alrededor.

Zayn pareció perder la resaca viendo como su mejor amigo castaño reía, era como escuchar el coro de los angeles. Y es que Liam era el único que podía colocar nuevamente a Zayn sobre la tierra, el único que estaba a su lado cuando las cosas iban mal. El único que entendía la enferma relación que mantenía con Ray.

-Tienes que dar una entrevista en dos horas-le recordó puesto que Liam no solo era su mejor amigo sino también su asistente-Date un baño y has algo contigo porque pareces un muerto.

Con aquello dicho abandonó la habitación para dar a Zayn privacidad. Vio el desorden por toda la alcoba y estuvo a punto de preguntarse que era lo que había pasado. Hasta que recordó.

La noche pasada había peleado con Ray por una infidelidad. El rubio negaba haberse acostado con una chica, no podía ser más cínico, Zayn había visto con sus propios malditos ojos como su novio follaba a la pelirroja sobre una mesa en su departamento.

Ray había negado todo y se fue azotado la puerta no sin antes decirle a Zayn que iría a conseguir a quien darle su amor, porque Zayn no lo tendria y nunca lo merecería.

Porque un demonio no puede amar y no puede ser amado.

Destrozado y ahogado en llanto Zayn trato de matar el dolor en la droga y el alcohol. Sabiendo que sólo estos podrían ayudarle a olvidar por un momento.

Vio la puerta cerrada recordando a Liam. Liam era el único hombre que parecía amarle, verle con adoracion, no con depreció y asco como Ray lo hacia.

Y se pregunto una vez más; ¿Por qué no podía amar a Liam? ¿Por que tenía que seguir enfermamente enamorado de alguien tóxico?

Desnudo su delgado cuerpo y entró en el cuarto de baño, encendió la regadera y reguló la temperatura. Suspiro tembloroso sintiendo las cuchillas del agua fria.

Enjabono su cuerpo mientras sus ojos perdidos sobre algún punto muerto en la pared, las náuseas y ardor estomacal le hicieron soltar el jabón y doblarse mientras su boca expulsada la acidez fuera de su cuerpo.

El llanto explotó una vez terminó de vomitar, a través de las saladas lágrimas vio la sangre manchar el suelo. Silenciosamente lloro más, harto de la vida que había escogido, harto del trato que según Ray merecía.

¿Realmente no merecia ser amado? Quizás Ray tenía razón y le haría un bien a todos si muriera. Sus padres dejarían de preocuparse, sus hermanas ya no le regañarian por la vida llena de vicios, sus fans no tendrían una mala influencia como icono. Pero el jamás podría volver a ver los ojos preciosos de Liam, ya no vería la adoracion y el amor en ellos.

Y era egoísta querer vivir sólo para tener esos ojos dándole soporte.

-Zayn-tres toques a la puerta detuvieron el tren de pensamientos en la cabeza de Malik-Llevas casi una hora dentro, debes apurarte.