5.

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—¡Alfonso! No pensé que llegarías tan pronto, te esperábamos para esta noche —Javier, mi jefe, le estrechó la mano.

—Lo sé Juan, pero mi vuelo salió antes y pasé  —él miró a su alrededor—, por cierto, el restaurante es más grande y ambientado en comparación de las fotos que me mandaste.

—Tenía que arreglarlo, no tan seguido tenemos una visita como la de hoy.

Ellos se dieron un abrazo, Alfonso era el hijo del mejor amigo de Javier, mi jefe, ellos dos tenían varios negocios, Alfonso era madrileño y venía a estar una temporada en México, pero no quería dejar de trabajar, era un hombre algo serio y los negocios era lo que a él lo apasionaba.

—Pues que maravilloso, ¿y apenas tiene tan poco? Pues que eficiente resulto ser la chef.

—Eficiente y excelente cocinera, además tiene una excelente presentación.

Alfonso carraspeo.

—Si, es muy guapa, me topé con ella, tuvo un pequeño incidente.

—¿Incidente? ¿Le pasó algo a Jessica?

—Un ligero mareo, casi se desmaya.

—Es natural en su estado.

Alfonso se extrañó

—¿En su estado? ¿Jessica está embarazada?

—Si Alfonso, me enteré a su llegada a el restaurante, creo que tiene como 3 meses, poco más, poco menos.

Ellos siguieron hablando y yo no dejaba de pensar en esa mirada, Alfonso era un comensal más y tal vez nunca más lo volvería a ver.

Casi se hacia la supuesta hora de llegada del nuevo encargado, yo estaba casi por irme, por la cuestión de mi embarazo, estaba tomando ácido fólico y tenía que ser constante, pero no me gustaba llevármelas al trabajo ya que no me gustaba responder cuestionamientos que no quería recordar ni pensar en ese ambiente. Casi por salir uno de los ayudantes en la cocina me dijo que teníamos que ir, la cena estaba servida y solo faltaba yo.

Salí y lo primero que hice fue buscar al nuevo dueño, pero para mi sorpresa era nada más y nada menos que Alfonso, el mismo Alfonso Cisneros que me había ayudado horas antes.

—Chef Puente, por favor —él saco la silla y me ayudo a sentarme—. Para empezar quiero darles las gracias a todos por estar aquí, para mi será un honor poder trabajar con todos ustedes.

Él estaba sentado junto a mí, traté de no volverlo a ver a los ojos, sabía que eso era lo que me iba a hacer que me pusiera nerviosa. Por una parte Alfonso se presentaba y por otra Javier se despedía.

Entre el brindis, y la cena se me hacía un poco más tarde para irme a casa de lo usual, para respirar tomé la copa de vino pero un asco sin desearlo llegó a mi boca, me disculpé y corrí al baño, vomité dos veces, esos ascos y mareos eran cosas que siempre odiaba, pero tenía que aguantarme.

—Creo que lo necesitas.

Escuché a  Alfonso, me había traído un vaso con agua y hielos.

—Si, gracias de verdad, ya te debo otra.

—Son favores, no me debes nada, yo deseo que te encuentres bien.

—Si, estoy bien, no te preocupes —dije insistente—. Creo que ya es momento de salir con los demás ¿no crees?

—¿Quiénes?

—Con el personal... —él me interrumpió.

—Pues todos excepto Javier ya se fueron.

Un nuevo Amor ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora