6.

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Dejé de pensar mis rarezas y me fui a preparar lo que me había pedido Alfonso. Al cabo de un rato y con la ayuda de los demás terminamos lo que dijo y seguimos con los pedidos de siempre.

—Disculpe señor usted no ha visto a mi mejor amigo.

—¿Mai? —él la abrazo—. Pensé que llegarías más tarde.

—Se supone, pero era mejor venirme antes y así hablar más.

—¿Segura?

—Tu ganas, el vuelo se adelantó y duré muy poco en el hotel - Alfonso rio, la conocía bastante bien.

—Lo sabía, y me alegra que ya estés aquí. Vamos a mi oficina ¿te parece? Para poder hablar.

—¡Claro!

Ellos fueron a hablar, se le notaba felicidad a Alfonso y el ánimo que le daba verla,  ¿sería que aunque era su amiga él quería algo más?

—Todavía no creo que estés aquí.

—Pues ya vez, mi hermano y sus locuras.

—¿Y eso?

—Se supone que vendría a la boda de mi hermano hace como 15 días, pero pues no se logró.

—Lo siento, no quería recordártelo.

—No pasa nada, es bueno a veces recordar a Edgar.

—¿Lo extrañas?

—Un poco, era con quien más tenía comunicación, aunque no mucho, era mi hermano y que de un momento a otro pasen cosas así, es difícil de aceptar.

—Perdona la indiscreción, pero, ¿cómo murió Edgar?

—En un accidente automovilístico, estaban él y su novia, parece que mi cuñada sigue en recuperación.

Ellos dos siguieron hablando del tema tenían demasiado hablando, uno de los su-chefs le fue a preguntar si ya pasaban a la mesa a cenar o servíamos en su oficina, él dijo que afuera, que en una de las terrazas que había allá y así lo hice, yo misma llevé el primer tiempo y el vino tinto, estaba terminando de acomodar todo cuando una voz conocida me tomo por sorpresa.

—Te agradezco Jessica.

Ella me miró y yo a ella, esto era demasiado para mi.

—¿Jess? ¿Tú? ¿Aquí? Pensé que te quedarías en la ciudad.

—No, no pude, me fue difícil quedarme allá.

—Pero mis papás no me dijeron nada. Veo que estás más tranquila y recuperada, es un milagro.

—Es un milagro que hoy este aquí, tienes razón.

Alfonso nos interrumpió.

—¿Se conocen?

—Si Alfonso, Jess es mi cuñada.

Él se me quedo viendo.

—¿Tú eras la prometida de Edgar?

—¿Lo conociste?

Preguntas sobre preguntas se trazaban en esa conversación, Alfonso había conocido a Edgar y Maite es una de sus mejores amigas. Parecía que el recuerdo de Edgar me decía que iba por mal camino, no podía ni siquiera ser amiga de Alfonso, no era posible. Llegó un momento en que me quedé congelada y Alfonso me miró.

—Si quieres ya puedes ir a donde ibas a ir.

—Gracias —no pude decir más, dejé mis cosas, tomé mi bolsa y me fui directa con el ginecólogo.

—Pareció que te sorprendió la noticia de que Jessica es, bueno era mi cuñada.

—Créeme que me sorprendió demasiado, era algo que no me lo esperaba.

Un nuevo Amor ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora