36.

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Para Alfonso salir con esa información era vital, tenía muchas cosas que hacer y se disponía a hacerlas cuando recibió una llamada que desvió su ruta hacia el aeropuerto.

—Me alegra verte amigo, ¿cómo estás?

—Decir bien sería tonto, pero estoy Rafael, estoy que es lo importante.

—Diana me dijo lo que ibas a hacer, ¿lograste algo?

—Sí, me dio la dirección de dónde vive, según hasta la última vez que habló con ella, igual del hospital dónde se supone que trabaja.

—Ese se supone no me gusta.

—Con Maite es así, poco se puede decir al cien por cien, pero debemos ser cautelosos.

—Si quieres nos separamos para buscarla.

—Pero acaban de llegar.

—Y venimos para ayudar, así que manos a la obra amigo.

Rafael tenía un poco más de esperanza que su amigo, igual que Diana, pero ella quería ir a verme, necesitaba verme.

—No trae pila mi celular, voy a cargarlo rápido al baño.

—Yo te presto el mío —dijo Alfonso a Diana.

—Márcale, yo iré a cargarlo, en serio lo necesito con pila.

Diana corrió y Alfonso hizo el primer intento de marcarme.

—¿Bueno?

—Hola Jess, soy...

Solo tres palabras logró decirme cuando le colgé, la expresión de Alfonso cambió en el instante.

—Me colgó.

—¿Qué?

—Jess me colgó.

—No, no, seguro es por la señal, ambos traen números de Jalisco, deja le marco yo a su casa, yo tengo número de aquí.

—Márcale, pero esa no fue caída de señal, Jess no quiere hablar conmigo, ella me lo dijo y lo cumplió.

—No pienses así, Alfonso.

—En estos momentos no me pidas que piense de otra manera.

Alfonso se fue a sentar, no habían ni siquiera salido del aeropuerto y Alfonso ya tenía de nuevo la pila abajo.

—¿Chaparra?

—¿Está Alfonso contigo? —Rafael lo volteó a ver y asintió.

—Sí, ¿por qué chaparra?

—No quiero volver a saber de él y mucho menos hablarle si quieres hablemos, pero no quiero que Alfonso escuche algo, no quiero saber de él.

—Chaparra.

—Esa es mi condición Rafa, tómala o déjala.

Por más que le doliera tenía que lograr una postura neutra entre ambos, tenía que apoyarnos y así lo haría.

—Está bien, ya me alejé.

—Gracias.

—Chaparra —Rafael iba a decir algo más pero no creía que fuera el momento—.  Estamos ya en la ciudad, Diana y yo vamos a ir a un lugar a investigar.

—¿A dónde?

—Al hospital de los Ángeles.

—Pensaba ir a ese mañana, fui yo a algunas clínicas y hospitales pequeños, pensé que se ocultaría no que estuviera en un lugar tan grande y a la vista.

Un nuevo Amor ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora