Paseamos por la playa un rato, la verdad respirar otros aires me hizo bien, saber que tenía a Alfonso y a mis amigos al 100% conmigo me daba un poco de fuerzas pero lamentablemente no ayudaba del todo.
De pronto Diana dejó de hablar y me dijo que tenía hambre y escucharla decir eso, con tantos años de conocerla, sabía que quería hablar más en serio conmigo o simplemente decirme algo, que aunque en un principio me dolería, sería una gran verdad.
Comenzamos a caminar, no sabía a donde me llevaba, supongo que mi mente estaba en todos lados menos donde debía de estar que era reconociendo el lugar a donde Diana me llevaba.
Sin que lo sintiera, en un segundo Diana se separó un momento y ahí fue cuando mi mente volvió a su lugar.
—¿Alfonso? ¿Qué haces? ¿Qué hago yo aquí?
—Le pedí a Diana que te trajera y veo que hasta ahorita te diste cuenta de donde estás.
—No debería de estar aquí.
—Amor, a mí también me afecta todo esto, pero necesitamos salir adelante, no puedes quedarte en la casa a esperar que la vida pase, sé y entiendo tú dolor, sé que es duro y difícil, pero encerrándote no vas a lograr nada.
—¿A qué viene todo esto?
—Pensé que tal vez quisieras volver a cocinar, un rato, un momento y sacarte momentáneamente de tus pensamientos —una lágrima cayó por mi mejilla.
—No sé si pueda —Alfonso me tomó de la mano y poco a poco me llevó a la cocina.
—Tal vez podemos ayudarte.
Cuando abrió la puerta de la cocina, todos los que trabajaban en el restaurante y que me conocían estaban ahí, me recibieron con un aplauso y mucho cariño; sabían lo que me había pasado, no tenía por qué hablar más.
Cesar se acercó y me entregó un ramo de rosas junto con mi filipina al escuchar todo eso y verlos me di cuenta de lo que había dicho Diana, no iba a permitir que la persona que se robó a Edgar, también se llevara mi vida.
—Gracias a todos por esto, de verdad, sé que Alfonso o alguien más ya les contó lo sucedido, no ha sido fácil, pero ahora que estoy aquí espero que el trabajo me ayude a salir adelante, gracias de verdad.
No hubo de decir mucho más, los abrazos y las bienvenidas no se hicieron esperar, me sentía de nuevo en casa y esperaba que ese fuera el consuelo que debía de tener ante el dolor tan grande que estaba sintiendo por dentro.
Aquel día me di cuenta de un poco de mi realidad que todos me iban diciendo conforme a los días y tenían razón, alguien me había quitado de mala manera a mi hijo, a uno de mis amores, pero tenía otros por los cuales luchar, por ejemplo Alfonso, mis amigos, Rafael y Diana que estaban al pie del cañón conmigo y sufriendo de igual manera que yo.
Ese día fue bello, volver a la cocina me ayudó mucho, estar en un ambiente que me gustaba, era mucho mejor y era una buena terapia, sí podría decir que aquella semana se me pasó volando, día tras día iba alegre al trabajo acompañada de Alfonso y en la noche me regresaba de la misma manera, escuchábamos atentos lo que Mario nos decía y esperábamos cualquier cosa que fuera útil para poder proporcionarle información.
—Entonces ¿no es la pareja?
—No, no la de los vídeos que yo tengo, la estoy analizando, estamos comparando caras, pero es difícil porque es poco visible, pero créeme, seguimos en el hospital tratando de recibir y que nos den toda la información posible.
—Gracias por todo Mario, de verdad, dinos si podemos ayudarte en algo, créeme que para mí es lo más importante.
—Lo sé Jess, y créeme que haré todo lo que esté en mis manos porque este caso se resuelva, mientras tanto seguiré en investigación e informándoles todo lo que sepa.
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Un nuevo Amor ||COMPLETA||
RomanceJessica creyó que el amor se había desvanecido de su vida para siempre. Un trágico accidente la arrebató al hombre que amaba, dejándola sola en un mundo lleno de oscuridad y desesperación. Pero la vida aún tenía planes para ella, planes que se revel...