Llegar a aquel lugar removió los malos recuerdos en Ogien. No lo había pasado nada bien allí, permaneció en silencio mientras aquellos niños curioseaban con su bebé y les sonrió amable antes de mirar el esfuerzo de todos al trabajar. Sin duda ese lugar no se parecía ni un poco al que había dejado atrás y eso le alivió bastante. Permaneció con el rostro en alto cuando las hidras los saludaron, aún en silencio, pues no deseaba ser inoportuno. Le agradó que todos ellos trataran con tanto respeto y familiaridad a Alphard, se sintió orgulloso de él, sonrió y asintió cuando lo presentó a él y a su hijo ante la multitud. Trabajaría. Ya podía sentir la paz por venir.
Afner miraba mucho a una joven chica, una hidra de cabello negro que también lo miraba con una extraña expresión, ella le sonrió y el bebé de inmediato se puso inquieto por ir a sus brazos y Alphard, que sostenía al bebé en brazos, no tardó en acercarse a esa chica y se lo dio logrando que a ella se le pusieran los ojos llorosos.
—También seré madre muy pronto —dijo ella al recibir al niño y abrazarlo con cariño—, él debe sentirlo, mi nombre es Morim.
—Seguro que lo siente, y serás una excelente madre, sin duda —respondió el rubio.
Morim asintió pensativa, Alphard no le dio mayor importancia y, aprovechando la libertad de sus brazos, cuando Ogien estaba por poner manos a la obra, lo tomó de la cintura y lo acercó para besarlo frente a todos los demás sin importarle nada, sorprendiéndolo, logrando que ese rostro se arrebolara de inmediato.
—Ha de ser muy diferente a la última vez que viniste, pero te juro que de ahora en adelante tus visitas a este lugar serán siempre agradables mi amor.
El menor sonrió y asintió confiado.
—Eres increíble, Alphard —musitó pasando su mano por la mejilla ajena—. Y yo te prometo que pondré todo mi esfuerzo para que esto se convierta en una gran ciudad. No volverán a sufrir carencias, tú y yo lo haremos, para que nuestros hijos, y los hijos de todos vivan en un mundo mejor, hagamos de Valyria un reino admirable.
Se había girado un poco hacia la multitud, y ellos pusieron atención a sus palabras. Vio algunas sonrisas y suspiró tranquilo mirando a su pequeño sonreír también en los brazos de aquella hidra. Sí... Ya no había nada que temer.
—Si me permiten —continuó, separándose un poco de Alphard para mirar al resto más de cerca—. Me gustaría aportar un poco de mi conocimiento y trabajo para ustedes. Cuando el sol caiga, quisiera que los líderes de cada casa se reunieran con nosotros. Sé que los temas políticos y esas cosas son algo aburridos, pero es importante. Creo que intercambiar información sería de gran ayuda para ambas especies.
Parecían pensárselo, de igual manera no los presionó, quizás recibir órdenes de un dragón no les agradara, por lo que lo dejó así por el momento, aún necesitaba ganárselos y sabía la manera perfecta de hacerlo.
El almuerzo había sido agradable, en más de una ocasión los niños se acercaban a preguntarle cosas a Ogien, casi siempre cosas tontas como si podía transformarse en dragón o si podía volar y se emocionaban con las respuestas y corrían a contarles a sus madres, ellos eran los que más le hablaban y lo habían aceptado con su curiosidad infantil, los hombres eran más precavidos y las mujeres no decían nada, pero lo miraban y le sonreían.
Cuando el almuerzo terminó y dieron vueltas para mirar los avances de la obra, notaron que casi todo estaba terminado a excepción de la muralla y lo que sería el palacio de la fortaleza, el cual llevaría un poco más de trabajo, a Alphard le agradó ver que, aunque las otras hidras casi no hablaban, atendían las palabras de su amado y este se veía cómodo, no habían ambientes tensos ni hipocresía, tal parecía que en serio todos habían adoptado el sueño de paz que ellos dos habían forjado en su cabaña antes de llegar a Valyria.
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Belenus de Lerna
FantasyEl universo de esta historia está compuesto por mundos paralelos, separados por velos de energía, invisibles, velos que mantienen el orden; pero, una vez, curiosos serafines tuvieron la desfachatez de rasgar esos velos, creando conexiones entre los...