Minicelebridad

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Seguro están cansados del parloteo del místico que quiere ser mago y volver a rescatar su tierra. Seguro no aprenderá nada y se quedará cómo un empleado siempre, de seguro estancado acá. Por lo que les contaré más bien mi vida, qué es más real y emocionante. Si les tengo que contar algo de mí, les diré que me mueve la ambición por sobre toda fuerza, sé que he alcanzado unas cuantas cosas, unos cuantos logros, unas cuantas miradas, pero para mí no es suficiente. Por eso vine a esta ciudad. La idea es alcanzar la gloria, esa que esta reservada para los grandes, para los genios y artistas. El firmamento de las estrellas. Pero bueno eso está en construcción, por ahora tengo un pequeño público, pero pronto serán muchos. Por eso me levanto temprano en las mañanas a preparar mi acto, confieso que me ha costado un poco los últimos días y que hoy no lo hice porque me desconcentré escribiendo el contrato de amor que pienso hacer con mi actual pareja. Seguro les parece gracioso, pero es cierto hago contratos en mis relaciones, lo aprendí de cincuenta sombras, es una forma de cuidar el capital del corazón, o de protegerme de reproches acusantes. Eso sí, no es que tenga una manía por el sadomasoquismo, y que me vaya a molestar que me toquen la cara o que me guste que me digan Señor Grey cómo ese zafado. No señores, no es mi caso, aunque confieso que me gusta el control. Me encanta hacer propósitos, horario y rutinas. Tengo una obsesión por escalar logros. Voy detrás de los premios, cómo perro detrás de un pedazo de carne. Pronto tendré uno más. Pero sé que en el momento en que lo tenga en mis manos, ya tendré otra meta en mente. Seguido a la preparación de la mañana salgo a entretener a mi pequeño, exigente y hasta bizarro público. Es una actividad extenuante, requiere mucho esfuerzo mental y físico. Y no me suelo salvar de las miradas de desprecio, las burlas ofensivas y hasta las caras de repugnancia. Pero bueno, gano los suficiente por eso, lo suficiente para darme unos cuantos gustos. Y salir con mi novia los fines de semana a algún escondrijo discreto a un restaurante caro. Estos días he estado apretado económicamente a causa del gasto que viene a la hora de recibir el premio, no crean que recibir el premio es una cuestión gratis, hay que mojar prensa, tener invitados especiales y agradecer a gestores del logro. Todo sale de mi bolsillo. 

Pero bueno, estoy relajado, seguro este premio me traerá más ingresos y podré gozar mejor los meses venideros. Así que, luego de volver del trabajo, aprovecho a dormir una siesta. Puedo darme ese lujo, tengo la ventaja de poder conciliar el sueños a cualquier hora, y tengo el lujo de dormir de día. Me despierto algo atolondrado cuando cae la tarde. Dedico dos horas a la preparación de los shows del día siguiente. Luego trabajo en la gestión de una nueva obra que deberá aumentarme el renombre. Me alimento muy bien y balanceado, sé que eso es muy importante para mantener mi creatividad a flote. Tengo en mi misma casa una nutricionista de profesión que cuida mi dieta. A veces me encuentro con una u otra celebridad y me muero de envidia. En las noches me siento frente al computador a esperar mensajes y hacer charlas virtuales con admiradores y admiradoras. Confieso que aún son pocos, aunque los que hay son fieles, pero a pesar de su reducido número, podría quedarme la noche entera con ellos, sino concluyera las conversaciones con una tajante despedida. Es necesario dormir dentro de horas, es muy importante para un genio o para un artista el sueño.

Por otro lado, en la noche envíe el contrato a mi novio, estoy seguro que le causó una mezcla de sentimientos. No sé que tan de acuerdo esté con él, se que me meto en la mayoría de ámbitos de su vida. Pero también le ofrezco placenteros beneficios. Es necesario que lo haga, que le exija también a ella cómo me exijo yo. No puedo estar con una persona normal y ociosa. Ella también debe ser un motivo de orgullo para mí. Confieso que las últimas parejas que he tenido han pasado clandestinamente, y se han evaporado rápido, porque de manera casi inconsciente sabía que no cumplía con el perfil que buscaba para mí. Todo gran artista o genio debe cuidarse de escribir con altura su historia, hay que darles buenas referencias a los futuros biógrafos. Ella no es parecida a las anteriores de este año, hay en ella algo especial y que la conecta a mí, pero es necesario pulir algunos detalles. Quién sabe que se convierta en la imagen pública que me acompañe socialmente, han pasado muchos años desde que no tengo una pareja pública. Y han habido en esos años casi una decena de aves de paso. 

Bueno, el día se ha acabado y el tiempo no ha sido suficiente para todo lo que tenía planeado hacer. Respiro frente al ordenador, me tranquilizó con mi música. Debo tener paciencia, la fama ha sido lenta y la inspiración poca, pero bueno no puedo desistir, es eso lo que dice en el decálogo de vencedores. Me quedo antes de dormirme llenándome del silencio de la noche, y miro cara a cara la soledad. No le tengo miedo sé que es uno de los precios de la fama. 

HOJAS AL VIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora