La vida afuera parece quieta y monótona, mientras adentro se libran una serie de batallas. En pocos días eres más de uno, has saboreado todas las emociones. Luchas por aferrarte a aquellas emociones agradables que te pintan la vida de belleza, pero ves latente siempre la tendencia a las emociones opacas que quieren apoderarse de tí. La angustia es siempre una tentación, las motivaciones son la contra de estas, al igual que la conciencia de lo que hay que agradecer.
El mundo en la actualidad parece hecho con el fin de que no nos encontremos, de que no pensemos, que no nos detengamos a reflexionar. Acaso ¿la mirada a sí mismo representa un peligro hacía nosotros o hacía la sociedad? Antes sentía que el hilo de mi pensamiento era más continuo y consistente, ahora lo veo interrumpido por una serie de estímulos externos interminables. Los emperadores hicieron su hechizo portable, para que tu pensamiento sea interrumpido cada tanto por él, es un demandador constante, es un alienador profesional. Fogonazos incesantes te hacen sentir conectado con los otros, a la vez con todos y a la vez con nadie. Vas a concentrarte en una idea, y te silva desde abajo, luego ya no es necesario el sonido, la pulsión te llama.
Ahora que mi voluntad esta fuerte, por revivificación que viví en las alturas, busco estrategias para mantener la distancia y volver a mí, y a mi capacidad meditativa. No es más importante la inteligencia que la sabiduría, y no es posible esta sin un conocimiento sobrio de sí mismo. No es posible el poder sin un fluir constante del pensamiento. Es necesario entonces limitar el aparato, mantenerlo alejado de ti, asignarle horarios, escaparsele por días. ¿acaso la demanda constante de este nos roba energía vital para brindársela a los emperadores? Aunque no podemos librarnos de todo de él, es necesario no caer en la esclavitud. Si se quiere renovar el Reino, es necesario estar adentro, pero también saberse mover en los intersticios.
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HOJAS AL VIENTO
MaceraEl diario de un joven que llega a una nueva ciudad con el afán de conseguir sus sueños. El reto de vivir una vida poética.