Narra Alex
Llego al instituto y aparco mi moto en la ultima plaza libre. Hay muchos coches aparcados y pocas motos, la mayoría de los coches son modelos antiguos.
No son nuevos pero tampoco son lo suficientemente viejos como para ser vintage. Seguro que son los coches viejos de los alumnos que sus padres ya no usan.
Me saco el casco y veo que tengo a un chico detrás con una moto de alta potencia.
La mía es de mejor marca y con mejores acabados, pero no está mal.
No puedo verle la cara hasta que se saca el casco.
Es un chico rubio, no es rubio platino, es un rubio apagado. Tiene los ojos oscuros.
- Estás en mi plaza.-dice autoritario.
Miro hacia un lado del aparcamiento y luego le miro a los ojos. Levanto la comisura derecha desafiante.
- ¿Dónde está tu nombre? No lo veo por ningún sitio.-digo mirando por el suelo.
Aprieta las manos tan fuerte que los nudillos se le vuelven blancos.
-Es mi plaza y punto, así que lárgate.
El chico se empieza a impacientar y yo cada vez me lo paso mejor.
Me rasco el cuello tratando de parecer preocupada.
-Ah bueno, en ese caso... No me pienso ir.-digo sonriendo.-Igualmente, hay plazas libres fuera del instituto.
No le doy oportunidad a seguir hablandome porque me voy sonriendo triunfal.Cuando entro a mi edificio correspondiente tengo que abrirme el paso entre parejitas morreándose y jugadores del equipo del instituto.
Son detestables.
Llego a mi clase y entro sin llamar a la puerta previamente. Todas las miradas se desvían hacia mí cuando irrumpo en el aula.
No me paro en el umbral de la puerta como habría hecho...yo que sé...¿Josephine?
Y decido caminar al final de la clase y tomar asiento. Dejo mi mochila sobre la mesa y saco mi libro de esta semana. Sí, lo sé, es raro tener un libro para leer cada semana pero leo muy rápido. Toca Orgullo y Prejuicio.
Levanto la vista del libro y la profesora me mira extrañada. Por un momento la mujer que me mira confusa cree que me he equivocado de clase y me pienso que estoy en clase de literatura o algo. Si ella supiera que he leído más libros en 13 años que ella en toda su vida...
- Perdona ¿Tú eres...?-dice pestañeando demasiado.
-Alex, Alex Tiffin.-
Se pone el dedo indice en la barbilla y arruga la frente.
- ¿ Eres la hermana de Josh Tiffin?-me pregunta.
Asiento.
¿Cómo coño lo sabe? Que yo sepa mi hermano fue al mismo instituto que yo iba.
- Lo he sabido porque hizo una presentación en este instituto...-dice recordando algo que parece tarumático.
¿ Ahora esta señora lee mentes? Estoy empezando a pensar que es una bruja, y no solo por las pintas que tiene.
- Además os parecéis mucho.-dice sonriente.
Por mi mente pasan un par de cosas que podría decirle, así que le suelto la menos agresiva.
-¿Esto es clase de biología o clase de mi vida?-pregunto.
El ambiente se tensa tanto que se podría cortar con un cuchillo. Por lo que veo he dejado a la profesora en blanco. Y algunos alumnos se aguantan la risa sin éxito y otros se quedan pasmados por mi forma de hablar.
Se aclara la garganta y dice esto:
<<Bueno sigamos con la clase>>
Pasan dos horas infinitas, en las cuales no he tomado ninguna clase de apuntes. Nunca lo hago.
Apruebo los exámenes como mínimo con un 7 y no estudio casi nada. El día antes del examen abro el libro y uso 5 minutos para leer todo el temario que entra en cada control.
Mi antigua profesora me decía que si estudiara más sacaría unas notas excelentes y podrían adelantarme un curso.
No he intentado superarme, me parece de gente insegura y tonta intentar superar su propias notas. Mi vida no depende de un puto papel que indica lo que he aprendido.
Me cuelgo la mochila de un hombro y salgo al patio. Hace un frío de cojones para la época en la que estamos.
A unos metros de distancia veo la melena rubia de Josephine, está sentada en una mesa. Rodeada de tías que a mí parecer son aburridas para alguien medianamente inteligente.
-Hola Alex!-grita Josephine emocionada en cuanto me ve.
He intentado pasar lo más lejos posible pero esta tía tiene ojos para todo.
Al pasar eso por mi cabeza recuerdo el día en el que recogimos a su primo y este se escondía entre las piernas de mi madrastra. Josephine decía que se escondía por timidez, pero empiezo a pensar que se escondía de ella.
Le saludo levantando la cabeza. Las mega-petardas ponen caras de haber chupado un limón en cuanto me ven.
Si supieran que las detesto más de lo que ellas me detestan a mí.
Me dice que me siente a su lado pero le digo que no.
Antes me quedo hablando con la profesora de biología que con esas...
Localizo un sitio alejado de todos y que está frente al campo de fútbol.
Saco mi libro y empiezo a leer, mi mirada se aparta del libro sin sentido alguno y choca con la de un chico que esta con un pie apoyado en el banco de la pista de fútbol.
Su mirada se desvía en cuanto impacta con la mía, gira la cabeza y mira a su amigo. Pero un segundo después vuelve a mirarme.
Es un chico alto, aproximadamente de un metro ochenta. Tiene el pelo negro y los ojos verdes, su mandíbula está muy bien definida. Me atrevo a decir que sus facciones son casi perfectas.
Lleva una chaqueta tejana y unos tejanos ceñidos. Sus manos están en los bolsillos de la chaqueta.
Está con dos chicos más, uno es el del aparcamiento y otro es uno moreno con ojos azules. Ambos están sentados.
No lo he visto en mi clase, así que probablemente será de bachillerato. Porque dudo que este chico sea más joven que yo.
Aparto la mirada rápidamente y sigo leyendo, aun que ahora más distraída.
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( Foto de Alex cuando intercambia la mirada con Elijah en multimedia)Zi os ha gustado votad!!
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Stop Waffling
RomanceLa muerte de su madre no ayudó a suavizar su carácter. Alex Tiffin es una chica enfadada con el mundo, todo le molesta. No suele sonreír, cuando lo hace es porque ella misma ha dicho algo gracioso. De otro modo te mirará mal. Esto cambia cuando cono...