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Narra Elijah
-¿Por qué he tenido que fingir que soy el novio de Josephine?-pregunto.
-No es asunto tuyo.
-Si no es asunto mío ¿por qué narices estoy implicado?-pregunto serio.
Se cruza de brazos y me mira a los ojos.
- No estarías implicado si no hubieses aparecido en mi casa por sorpresa.
Me levanto.
-Si quieres que me vaya, me iré encantado.
Se descruza de brazos y me mira desafiante.
-Adelante, vete. Nadie te ha pedido que vengas.-dice Alex.
Me enfado y a la vez me siento excitado. Si supiera el descontrol de emociones que crea en mí...
Me acerco a ella y la tengo a tan solo tres centímetros de distancia. Tres centímetros son los que separan mi boca de la suya, esos tres centímetros hacen de barrera para evitar que me sienta en el cielo de nuevo.
-¿Por qué eres así Alex?
Vacila un poco ante su respuesta.
-No hay una justificación exacta para responder a mi comportamiento.-dice la castaña de ojos azules.
Como siempre, esta chica tiene una respuesta inteligente para todo.
-Entonces dime-hago una pausa-¿por qué ambos siempre acabamos con ganas de besarnos?
-Tampoco tengo respuesta para eso.-dice esquivando mi boca.
Eso confirma que quiere besarme. La deseo, mucho. Más de lo que he deseado a cualquier otra chica en toda mi vida, pero hay algo que me lleva a querer alejarme. Y lo que hace que me quiera alejar no es por culpa suya, si no mía.
Ambos nos separamos incómodos y la tensión en la habitación se podría cortar con un cuchillo.
Trato de normalizar todo.
-Y bueno... amiga ¿Qué planes tenemos para hoy?
-Tú, no sé. Pero yo quiero dormir la siesta.-dice sonriente.
Se resiste a querer quedar conmigo, pero es inútil. Acabaremos siendo amigos cueste lo que cueste.
-Entonces me quedaré a dormir contigo.
-No amigo. Tu si quieres puedes ir a la feria o lo que sea que hagas en tu tiempo libre, pero no vas a dormir conmigo.-dice Alex.
-¿No te gusto, verdad?-pregunto.
-No- responde poco segura.
Me peino el pelo con la mano y luego me siento en su cama.
-Si no te gusto ¿Por qué pones tantos problemas a pasar una tarde conmigo? Solo somos amigos, no nos vamos a besar ni a meter mano. Si no quieres, claro está.-digo sonriendo por lo último que he dicho.
-¿Yo te gusto a ti?-
-No.-digo sintiéndome raro por dentro.
Se sienta a mi lado manteniendo distancias.
-Entonces ¿por qué insistes tanto en pasar una tarde conmigo?-pregunta sonriendo.

Me rindo, no puedo luchar para sacar lo que realmente quiere

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Me rindo, no puedo luchar para sacar lo que realmente quiere.
-Déjalo, ya me voy.-digo levantándome.
-Mañana a las 5 en la puerta del instituto.-dice Alex.
Me giro extrañado.
-Vete antes de que me arrepienta.-me amenaza.
Salgo por la puerta feliz y por suerte no me encuentro a su hermano al irme de la casa.
Me subo en el coche y pongo la radio a todo volumen.
Suena "Classic" de MKTO.
La canción entera describe a Alex y lo que inevitablemente siento por ella.
"Oh, chica linda. Este mundo se ha vuelto loco. La manera en que me salvaste ¿Quién puede culparme cuando solo quiero hacerte sonreír?"
El ritmo es tan alegre y va tan acorde con mi estado de ánimo que estoy sonriendo de oreja a oreja.
Escucho como me vibra el móvil y lo pongo en manos libres.
Elijah!-grita alguien a través de la línea.
-¿Quién eres?-
-Soy Megan-dice más calmada la chica.
Ruedo los ojos.
-¿Qué quieres?-digo cansado de ella.
-Quiero que hablemos de lo nuestro.
-Ya te he dicho que no somos novios ni mierdas de esas.-le recuerdo.
Gruñe un poco.
-No es eso. Es sobre lo raro que estás, realmente no me importa lo que sea que te pase. Pero tú tienes que ser como una pizza, calentito en la puerta de mi casa a los 20 minutos de haberte llamado!

-Eh,eh. Para el carro. Soy una persona no una pizza, y si te he dicho que no quiero follar contigo es que no quiero. No me gustas Megan, nunca me has gustado, pero ahora menos.-digo cruel.
Megan se da cuenta de que su táctica de estar enfadada no funciona y comienza a hacerse la victima.
-Esto a mí me afecta, es que tengo que confesarte lo que siento por ti. Me gustas, siempre me has gustado. Pero hasta ahora solo había follado contigo para mantenerme lo más cerca posible de ti.-dice fingiendo fatal.
-Deja el teatro para otro momento. Tú y yo no vamos a follar nunca más, se acabo.-
-Que te den Elijah, ya me buscaré a otro.-dice ofendida.
Cuelgo el teléfono y me quito un peso de encima.
Llego a mi casa y mi madre sigue trabajando. La vecina está en mi casa cuidando de mi hermana.
Aparco el coche en el garaje y se abre la puerta de la casa, es la vecina. Se llama Sandra, tiene la edad de mi madre. Es una mujer no muy alta, 1.60 como mucho. Está delgada y el rubio antinatural que ha decidido ponerse en la cabeza le queda horrible. Lleva implantes en los pechos, al estar delgada se nota mucho que está operada y no le queda nada bien. Cuando la conocimos era una mujer muy guapa, pero los años no la han tratado nada bien.
-Hola Elijah.-me saluda desde el umbral de la puerta.
-Hola Sandra ¿Qué tal se ha portado mi pequeña?-digo en voz muy alta para ver a mi hermana.

Atravieso la puerta y entro a la casa

-Muy bien, aunque no parece de su edad.-contesta.
Dejo las llaves del coche en un pequeño cuenco de madera para dejar llaves y monedas y me saco la sudadera.
Veo a mi hermana tumbada en el sofá mientras ve el Show de Ellen. No logro entender como le gusta, debería de ser muy confuso para alguien de su corta edad. Le doy un beso y voy hacia la cocina. Sandra me sigue.
-Has cambiado mucho Elijah.-dice cruzándose de brazos.
-Sí, hace nada era como mi hermana y mira ahora. En primero de bachillerato.
Me mira de arriba a bajo y se muerde el labio inferior. Esto está siendo muy raro, que no se me acerque ni con un palo.
-La verdad es que estás muy grande...-dice repasándome de nuevo.
-Muchas gracias por cuidar de mi hermana, ya me quedo yo con ella.-carraspeo.
Bebo un vaso de agua para aclarar mi garganta y al acabar de bebérmelo Sandra se pone a 4 centímetros de mi boca.
La aparto. Me recuerda a Megan :")
-Sandra,para. Podrías ser mi madre.-
-Ya, pero no lo soy.-dice con tono lujurioso.
Se vuelve a acercar a mí.
-Lo digo en serio, vete. Ya.-exijo mientras la aparto con suavidad.
Abre mucho los ojos y rompe a llorar.
-Perdón Elijah, no sé que me ha pasado. No le cuentes nada a mi madre por favor.-me ruega.
Me pongo el dedo índice en los labios haciendo ademán de que baje el tono.
Lo capta y se sorbe la nariz.
Se despide con un <<Adiós Blake>> y sale de mi casa encogida y avergonzada.
Me siento con mi hermana a ver un rato la televisión y luego jugamos a las muñecas.
Mi hermana decide ser la Barbie rubia y artificial y yo soy una Bratz morena con ojos azules y cara muy expresiva. Me suena de algo...
Al rato de estar jugando oscurece, ambos cenamos y acuesto a mi hermana a eso de las 10. Yo no tardo mucho más en acostarme. Mañana por la tarde veré a Alex. Estoy deseando que sean las 5.

Stop WafflingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora