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Narra Elijah

Esto ha ido demasiado lejos, quiero hacer muchas cosas con ella y con su...

Pero no quiero que se sienta obligada, y tampoco sé si alguna vez a hecho algo.

-Sé que cuando lo haga por primera vez será contigo ¿Por qué esperar?-dice sonriendo de oreja a oreja.

La bajo con cuidado de mi regazo y abro un cajón de la mesita de noche. Extraigo un condón de una caja púrpura y lo llevo conmigo hasta la cama.

-No sé hasta donde has llegado con otros chicos, así que mejor guíame tú.-le digo.

Asiente y me besa de nuevo con pasión, deja de besarme y apaga la luz de la mesita. Solo nos ilumina una farola del exterior, y lo hace débilmente.

Comienza a besarme el cuello y va bajando hasta acabar en el pecho, se queda un rato succionando con suavidad esa zona y puedo jurar que me está poniendo como una moto. La tengo dura como una piedra, nunca había estado así. Baja hasta acabar en el ombligo y una vez allí, me baja los pantalones y seguidamente los boxers. Comienza a masajearla y unos segundo después se la mete en la boca.

Succiona y desliza su boca por mi sexo, es increíble. Le da mil vueltas a Megan y a las demás, no solo en esto. En todos los aspectos.

Deja de hacerlo.

-¿Estás lo bastante cachondo o tengo que seguir?-dice sin reparo.

Me gusta cuando utiliza ese vocabulario, las palabras groseras quedan genial saliendo de su persona. No parecen salidas de una chica tan angelical. 

-Si sigues me acabaré corriendo.-confieso.

Me pongo el condón y ella se tumba bocarriba. Deslizo sus bragas a través de sus muslos y me paro en seco antes de hacer nada.
-Si te duele pararé, solo dímelo. Iré con cuidado.-digo acompañando de un beso furtivo en la frente.
Se la meto, miro su cara y no parece molesta. Así que sigo, su cara es de concentración.Sigo.
-¿Te duele?-pregunto mientras estamos en el acto.
Niega con la cabeza, aun que su cara es de molestia ligera.
Decido ir con más suavidad, pero confieso que me gustaría hacerlo con más fuerza.
Inclino mi cabeza hasta su oreja y le susurro:
<<Te quiero, no lo olvides.>>
Tras unas embestidas más, me corro.
Me ha encantado, ha sido una experiencia diferente. A pesar de que fuera virgen lo he disfrutado un montón.
Creo que ella también lo ha pasado bien, aun que no tanto como yo.
-¿Y bien? ¿Te ha gustado?-pregunto con la respiración entrecortada.
-Sí, ha estado bien. Aun que pensé que  sería...diferente.
Entiendo a la perfección lo que dice, cuando yo perdí mi virginidad fue una situación incómoda y no lo pasé muy bien. Pero no me dolió, claro está.
-Me alegro de que lo hayamos hecho, ha sido... muy guay.
Me pongo los boxers y me tapo con el edredón hasta el pecho. Ella se pone las bragas y se tapa como he hecho yo.
-Antes...-dice ella.
La anímo a continuar.
-Antes me has dicho que me querías.-dice casi en un susurro.
La miro extrañado.
-Sí...-digo esperando a que diga algo más.
-¿Es verdad?-pregunta tímida.
Apoyo mi cabeza en la mano derecha y quedo totalmente frente a su rostro.

-Suelo bromear con casi todo, pero hay cosas con las que nunca bromeo.
Pestañea lentamente.
-Yo también te...quiero.-dice en un susurro muy bajo.
Sonrío como el gato de Alicia en el País de la maravillas y le doy un pico.
-Pero has estado con chicas mucho más experimentadas que yo, esto no habrá sido nada para ti.
Me quedo pensando en sus palabras. No tiene nada de razón. Con las otras chicas solo follaba, con ella ha sido algo diferente. Es difícil de explicar, pero siento que hemos conectado. Y me recuerdo a mí mismo que no estaba enamorado de las otras chicas.
-Ya, pero no estaba enamorado de ninguna de ellas.
-Así que...¿Estás enamorado de mí?-pregunta socarrona.
Asiento lentamente siguiéndole el juego.
-Pues yo creo que no estás enamorado de mí.
No comprendo lo que dice ¿A qué viene eso?
Como si me leyera la mente responde a mi pregunta mental.
-No puedes estar enamorado de mí. Nos conocemos de hace un mes y medio. Y que digo...¡Apena yo me conozco! Soy desagradable contigo y con los demás.
-¡¿Y qué?! Me gusta como eres, me retas y retas a todo tu alrededor. No te dejas engañar fácilmente y teniendo en cuenta el aspecto físico...
Sacude la cabeza mientras ríe.
-Vamos a dormir ya. Ha sido un día extraño...-dice.
Hago caso omiso a sus últimas palabras y nos incorporamos para dormir.
Me da la espalda pero su cuerpo está pegado al mío, me pongo de frente y su espalda está pegada a mi pecho. La abrazo por la cintura y ambos nos dormimos.

Stop WafflingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora