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Narra Elijah

Acabo de hacerle la paja a Alex y confieso que me habría gustado estar con ella en mi habitación todo el día.

Alex ha abandonado mi casa con éxito, mi madre no se ha enterado de nada y mi hermana tampoco. Espero que Sandra no sea una bocazas y arruine mi plan de mantener este encuentro en secreto. Ahora que se ha ido, noto la habitación vacía, es una sensación triste. Aunque supongo que a veces está bien sentir lo que siente la otra parte.

Me cuesta creer lo que pasó anoche, he conseguido lo que quería desde el día en que la conocí.

No me malinterpretéis, aún que si lo hacéis lo entiendo, sé que lo que he dicho antes suena a frase del típico chico que se aprovecha de las chicas para follar. Pero quería sentirla junto a mí, sin ningún tipo de barrera separándonos. Lo he conseguido, y ahora, en vez de querer follarme a otra como me acostumbra a pasar con las demás; solo quiero llamarla y verla de nuevo.

Como no quiero agobiarla, decido esperar. Llamo a Shane.

-Hey pedazo de cabrón ¿Qué tal tu chica?-pregunta Shane a través de la línea.

<<Tu chica>> Suena genial incluso saliendo de la boca de Shane. Aun que no es mi chica, no sé lo que somos.

Decido no corregirlo.

-Bien, ya se ha ido.

-¿Y...? ¿Habéis hecho algo, no?

-Sí.-confieso.-Pero solo lo podemos saber los tres, bueno los cuatro, porque dentro de un rato llamaré a Erick. Así que confío en que no lo dirás por ahí.

Oigo como suspira a través del teléfono.

-Tío, ya sabes que los secretos son secretos.

Asiento. Aún que no sé porque lo hago si no puede verme.

-Además, estuve hablando con Erick y tienes nuestra bendición con Alex. Nos cae de puta madre, y nos gusta como cuñada.

Sonrío con la mayor intensidad que le es posible a mi cara. Que a tus amigos les caiga bien tu ''novia'' es un alivio.

-¿Enserio? ¡Es genial oír eso! Pero...

-¿Qué?-dice con un ápice de preocupación.

-No somos novios.

-¿¡Qué?! ¿Por qué?-exclama extrañado.- Colega, tienes que espabilarte.

-Ya, ya lo sé...Pero no hemos hablado del tema y tampoco quiero presionarla, ayer estaba bastante afectada por lo de las CR.

-Eso te iba a decir. Se armó bastante lío con eso del baile, habían bastantes tíos porque...bueno, ya lo viste tu con tus propios ojos. Él que apareció ahí para sacarlas del podio ¿Quién era?

-El hermano de Alex.-digo recordando fragmentos de la noche anterior.

-Ah, bueno. Tengo que irme, pero hablamos en un rato. Tenemos que quedar para que nos pongas al día. Cuídate hermano.-dice Shane.

Me despido y cuelgo la llamada.

Hablar con Shane ha hecho que me de cuenta donde se encuentra mi relación con Alex, estamos en un punto muerto. 

Bajo a desayunar al comedor, están mi madre y mi hermana.

-Elijah, voy a comprar. Cuida de tu hermana, volveré en un rato.-dice mi madre.

Besa la mejilla de mi hermana y luego la mía, desaparece por la puerta y me quedo a solas con Blake.

-Elijah.-dice Blake para captar mi atención.

-¿Sí?

-¿Quién era la chica que te esperaba sentada en tu moto?

Mierda...me ha pillado.

-Era una compañera del instituto, necesitaba que la llevara en moto a su casa porque se le había estropeado el coche.-miento.

-¿Es tu novia?-pregunta neutra.

-¡¿Qué?! No, no es mi novia ¿Por qué dices eso?

-Porque le has dado un beso y le has tocado el culo.

Me masajeo el puente de la nariz con el dedo índice y el pulgar. Esta niña tan pequeña y a la vez tan lista me ha descubierto.
-Vale, si es mi novia. Pero mamá no puede saber nada, será nuestro secreto.
- Y ¿Qué beneficio saco yo con eso?-pregunta la pequeña de ojos verdes.
Ruedo los ojos con un poco de enfado y saco mi cartera.
-¿Cuanto quieres?-digo rebuscando dinero.
- No quiero dinero.
- ¿Y qué quieres?-digo tenso.
Ladea la cabeza y traga saliva.
-Quiero ser su amiga.
-Pero... es muy mayor para ti y tu ya tienes amigas de tu edad.
-Bueno...si mamá se entera de que tienes novia te estará agobiando para que la traigas a casa y le hará preguntas.-dice haciendo ademán de irse.
La detengo.
-¿Y tú que sabes lo que hará mamá? Nunca he traído a una chica a casa.-le espeto.
No me puedo creer que esté teniendo esta conversación con una niña de su edad.
-Veo la televisión.-dice un poco enfadada.
-Está bien, la traeré.-digo rendido.
Asiente triunfal y abandona el comedor.
Desayuno y subo a mi habitación a ver Netflix.
 

Stop WafflingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora