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Narra Elijah
( Aclaración: Las CR son las carreras de moto)

Llego al instituto muy pronto, demasiado. No hay casi nadie.
Aparco el coche en la mejor plaza de aparcamiento que hay, lo bueno de llegar temprano es que tienes infinidad de sitios para elegir donde aparcar.
Abro la puerta del coche y el frío me golpea con mucha fuerza, no sé si es por el viento que acaba de llegar o por que ya estamos en otoño, pero la temperatura ha cambiado de un día para otro.
Me agacho un poco y me peino en el espejo retrovisor, me aseguro de que huelo bien y entro al edificio.
Bienvenido al primer día Elijah, ahora a aguantar mucho más hasta las siguientes vacaciones.
Llego a la clase de 1r de bachillerato y está abierta, al menos puedo sentarme y estar con el móvil hasta que los capullos de mis amigos aparezcan.
Empieza a aparecer gente, son todo caras conocidas. Saludo a algunos cuantos chicos del equipo y me siento en mi sitio.
Percibo un olor muy fuerte a perfume que entra por la puerta. Es Megan.
Es un año mayor que yo, pero repitió curso hace tres años así que me he acostumbrado a ella.
Va teñida de rubia, pero se le notan las raíces de color negro. Tiene media melena y casi siempre lleva el pelo liso pero encrespado. Su maquillaje es exagerado. Tiene los labios finos y los ojos pequeños.
Físicamente no está mal, muy delgada para mi gusto. Bueno y para el de cualquier hombre, porque nos suelen gustar las curvas y ella es un bob-esponja. Lleva una camiseta de manga corta estrecha que no deja nada a la imaginación, porque la he visto sin sujetador que o si no pensaría que tiene muchas tetas. Pero esos sujetadores push-up hacen magia o algo. A pesar que hace un frío del carajo va en pantalones cortos.
Se sienta a mi lado, pero solo por un momento. Ni de coña voy a aguantarla todo el año comiéndome la oreja.
-Hoola, veo que este verano te has bronceado mucho.-me dice.
Me repasa de arriba a bajo, casi me come con la mirada.
-Sí, la verdad es que sí.
Se enrolla el pelo en el dedo índice y empieza a hacer tirabuzones.
Se acerca a mí.
- Está tarde estoy sola en mi casa, y hace mucho que no lo hacemos¿ Te vienes?-dice haciendo morritos.
-Sí, claro.-digo sonriendo.
Con esta chica todo es más fácil de lo que suele ser con las demás, por eso me intereso por ella. No tendría mucho más que ser amigos con derecho a roce, aun que no es mi amiga. Lo único que tenemos es roce.
- Y si te apetece me das una vuelta en tu moto.--empieza a juguetar con el cuello de mi camisa.
-Megan, ya sabes que no llevo a chicas en mi moto.-digo.
-Pero...-
-Ya sabes lo que hay.-digo levantando los brazos.
La aparto de mí, suavemente y sigo con el móvil. Ella se sienta con sus amigas y yo espero a mis amigos.
El primero que llega es Shane, viene muy contento.
-¿ Qué pasa? ¿ Te acabas de pajear en tu coche?-digo bromeando.
- Mejor aún.-se acerca a mí y baja el tono.- Las CR empiezan dentro de dos días.
Repaso mentalmente mis recuerdos en las CR, son algo alucinante.
- Tonterías, empiezan dentro de un mes.-digo sonriendo.
- No hermano, este año empiezan antes. Pero no sé porque.
Al momento entra Erick con cara de pocos amigos, ha llegado más tarde y lleva el casco bajo el brazo.
El profesor aún no ha llegado.
- Hey ¿Qué pasa?- dice Shane.
- Me acabo de pelear con una chavala por la última plaza.-dice.
Me imagino a Erick histérico por conseguir su plaza y me tengo que obligar a contener una carcajada.
- Las chicas con un Ford Fiesta rojo son de lo más peligrosas.-digo bromeando.
- Ojalá fuera de esas, iba en una Honda CBR 1000 R del 2009.-
Cuando Erick dice eso me sorprende mucho, esta chica tiene mejor moto que yo.
Erick se sienta y las dos horas me pasan bastante rápido, solo hemos hecho educación física y el profesor de la siguiente clase no ha venido.
Vamos al patio los primeros y nos ponemos en nuestro sitio de siempre.
Va llegando la gente. Acabo planeando con mis amigos la próxima CR ,cuando mi cabeza se dirige sin sentido a una zona apartada.
Hay una chica, es guapa. Bueno, muy guapa. Está leyendo un libro cosa que me sorprende. Tiene los ojos azules, lo sé porque ella también me está mirando.  Aparto la vista rápidamente y la dirijo a mis amigos, pero algo me dice que la vuelva a mirar. La miro y aparta la vista, sigue leyendo el libro. Parece tan misteriosa, normalmente sé como es cada chica y como es su carácter solo por como visten o por la expresión corporal. Pero hay algo en ella que no puedo descifrar.
Se acaba el patio y espero a que la chica se levante y pueda ver a que clase va. Pero no lo hace, se queda leyendo. Impaciente, espero un poco más y decido irme.
Esto ha sido raro de la hostia, he tenido una sensación muy extraña. Supongo que hace mucho que no tengo sexo con nadie, y estoy que me subo por las paredes. De todos modos se me ha quedado grabado en la mente la forma de su mirada.

Son las cinco de la tarde, salgo de mi casa y voy en moto hacia la de Megan. Que está en la otra punta del barrio.
Me bajo y pico a la puerta, me abre semi desnuda.
Me agarra del brazo empujándome hacia el interior.
Una vez allí me besa, mucho . Siempre me beso con las chicas, pero no mucho. No me gusta besarlas. Así que aparto a Megan con cuidado y suspira decepcionada. Está acostumbrada a que la aparte de mis labios.
Subimos al piso de arriba, no hace falta que me guíe hacia su habitación. Se de memoria donde está.
Ella está desnuda completamente, esperando a que me meta dentro de ella. Me desvisto lo más rápido posible y me pongo el condón, se me ha puesto dura cuando se ha sacado las bragas y ha comenzado a tocarse.
Se tumba boca arriba y se la meto, a medida que voy metiéndosela me viene a la mente la cara de esa chica del patio. No sé su nombre. Me imagino sus ojos azules, mirándome desde la parte baja de mi cintura mientras me hace una felación. Me miran suplicantes, diciendo que quieren que me vacíe en su boca de inmediato.
Trato de dejar de pensar en ella porque me parece una falta de respeto pensar en otra. En eso soy un caballero. Pero no puedo, simplemente me la imagino debajo de mí.
Al imaginarme eso me pongo más cachondo. Solo puedo imaginarmelo, seguro que la chica cuyo nombre no sé folla como dios. A consecuencia de eso la ultima emebestida es más fuerte.
Me corro y sigo un poco más para que Megan llegué al clímax.
Me quedo cinco minutos descansando en su colchón y luego comienzo a vestirme.
Siempre suelo quedarme más rato y si hay suerte pasamos al segundo asalto, pero hoy no me apetece.
Acabo de vestirme.
-¿Ya te vas?-me pregunta.
Seguro que quiere echarme rápido para llamar al siguiente chico.
-Sí, tengo cosas que hacer.
-Ah,bueno. Pensaba que querrías ir a por el segundo...da igual déjalo.-dice incómoda.
Me siento un poco mal, al final resultará que no es tan promiscua como me había pensado.
- Ya otro día.-digo peinándome el pelo en su espejo.
Ni de coña volveré a repetir esto, ha sido muy extraño. Cojo el condón usado y lo lanzo en una bolsa de plástico, después lanzo esta en una basura pequeña que tiene en su habitación.
-Adiós Elijah!-me dice.
Le saludo con la mano y me subo en la moto.

 

Stop WafflingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora