CAPÍTULO 19

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Estaban ambos en la cama, desnudos, y él abrazándola a su cuerpo, mientras la castaña le acariciaba el pecho.

—Luna te quiere, te aprecia mucho.

—Y yo a ella, es una niña preciosa —sonrió—. Me encanta lo traviesa e inteligente que es.

—Ella —Respiró profundo, sin saber si lo que estaba por hacer, era lo correcto—... Te ve como la figura materna que no tiene.

—¿H-Hablas en serio? ¿Me ve cómo su mamá?

—No es extraño después de todo. Ella no recuerda a su madre porque era muy pequeña cuando murió, y tú, eres tan atenta con ella, que te quiere.

Esperó a que Narel dijera algo, pero al pasar los segundos, y que se mantuviera en silencio, el arrepintió le llegó rápido.

—Entiendo si después de esto no quieres volver a vernos... Aceptar a una niña no es fácil.

—Sólo estoy sorprendida, Dariem. Yo...

Se alejó un poco de él, sentándose en la cama.

—¿Y si no lo hago bien? ¿Y si luego se arrepiente?

—¿De qué hablas?

—Si yo la acepto como hija, y luego ella se arrepiente.

La miró sorprendido, sentándose también.

—¿Eso quiere decir que estás considerando ser su madre?

—Adoro a esa niña —sonrió—. Desde la primera vez que la vi. Ella tiene algo especial.

La miró a los ojos, y sin decir nada, la besó, tomándola del rostro. A Dariem lo único que le importaba en ese momento, era la felicidad de Luna, y Narel la estaba aceptando.

—Gracias —le dijo entre besos, sintiéndose tan aliviado.

Ella sonrió, y le acarició suavemente las mejillas, correspondiéndole.

Pero Dariem se separó bruscamente de ella, al escuchar un sonido extrañado.

—¿Qué pasa? —le preguntó confundida Narel.

—Creo qué-

—¡Dariem!

Escuchó la voz de Luna, alejándose. El pánico lo invadió rápidamente, y salió de la cama, colocándose el pantalón. Salió de la habitación, y corrió hasta la sala, encontrando el sofá vacío, y la puerta de entrada abierta.

—No, no, no puede ser —pronunció en un tono desesperado, sintiendo que todo comenzaba a darle vueltas de los nervios.

Narel salió de la habitación, y al ver el sofá vacío, sus ojos se abrieron con pánico. Dariem pasó corriendo junto a ella hacia la habitación, y fue hasta el balcón, viendo que un tipo subía a un auto gris, y en la ventana trasera, estaba Luna golpeando el vidrio con ambas manos, llorando.

No lo pensó ni por un segundo, saltó desde el balcón hacia la vereda, pero nada pudo hacer, el auto aceleró, alejándose rápidamente de él.

—¡Luna! —gritó desesperado, corriendo detrás del auto varios metros, rindiéndose al perderlo de vista.

Cayó arrodillado al suelo, y golpeó furioso con sus puños la acera, llorando.

¿Por qué? ¿Por qué se llevarían a Luna?

***

—Ya, deja de llorar pequeña bestia —sonrió tomando su celular—. O mejor si, llora, grita, para que tu padre escuche lo que provocó.

—Q-Quiero a mi papá —lloró Luna, asustada.

—No volverás a verlo cariño, lo siendo —sonrió marcando un número en el celular desechable que había comprado—. Jamás volverás a verlo.

Escuchó el tono de espera, y en el segundo intento, contestó una mujer.

—Hola hermosa ¿sabes quién soy?

"—¡¿Qué mierda hiciste enfermo?! ¡Trae a la niña de vuelta!"

—Shh, shh, ese no es el modo de hablarle a tu novio, mi amor.

"—Orión, quiero que me devuelvas a la niña ¡Ella no tiene nada que ver con esto!"

—No, tienes razón, es sólo una víctima como yo. Ella sufrirá como yo, por culpa de ustedes. Ponlo en alta voz, quiero que esa bestia me oiga.

"—Eres un enfermo, estás demente, cuando-"

—¡Qué lo pongas en alta voz! —exclamó con rabia, clavando un cuchillo contra la pared.

"—Bien, ya lo hice."

El rubio se acercó a Luna, que estaba arrinconada contra la pared, llorando, y le mostró el cuchillo, asustándola aún más.

—Ten, habla con tu papi —sonrió dándole el celular.

—D-Dar —sollozó, temblado—. Tengo miedo, ven a buscarme, Dar —le pidió llorando angustiada—. Ven a buscarme, papá.

"—Luna —pronunció desesperado el moreno—. Iré, iré por ti mi amor, no llores."

—Tiene un cuchillo, tengo miedo.

Le quitó el celular, y sonrió, caminado por la habitación donde se encontraban.

—¿Ahora sabes lo que yo sentí esa noche, verdad? —pronunció con burla—. Mientras tú tomabas a la mujer que amo. ¡Pero mira, Bestia! ¡La vida es una puta rueda! —exclamó con rabia—. Tú me sacaste a la mujer que amaba, yo te sacaré a la tuya. Dile adiós para siempre a esta gatita.

Arrojó el celular contra el suelo, y luego lo pisó varias veces, haciéndolo añicos.

Se acomodó varios mechones de cabello que habían caído sobre su rostro, y luego se giró, mirando con una gran sonrisa a la niña.

—Debemos irnos, pero antes, tomarás esto.

—No, no quiero tomar eso, señor.

Asintió con la cabeza, tomando varias píldoras de un frasco que sacó de su pantalón.

—Sí las tomarás, porque haremos un viaje muy largo, y tú me causarás problemas.

—Por favor señor, no quiero tomar eso.

—Lo harás igual —sonrió tomando a la niña del rostro, y obligándola a abrir la boca—. Trágalas —le dijo presionándole la boca para que no la abriera.

Luna negó con la cabeza, llorando mientras intentaba liberarse de él.

—Las tragarás quieras o no —pronunció con molestia, presionándole la nariz para que lo hiciera.

***

No quería ver a Narel, si él no la hubiera conocido, si no se hubiese metido con ella, ahora Luna estaría a su lado, a salvo, durmiendo en sus brazos, como jamás tuvo que haber dejado de pasar.

El placer le había nublado la razón, había puesto a esa mujer sobre su hija, y por eso no la tenía ahora. Por eso ahora su pequeña, estaba a merced de un maldito enfermo, que ni sabía que sería capaz de hacerle.

La culpa, la angustia que sentía en ese momento, apretaba tanto su pecho, que sentía que no podía respirar.

Si algo le llegaba a ocurrir a Luna, jamás se lo perdonaría. Si la perdía, a Dariem ya no le importaba más nada.

...

Lo subo ahora, porque no sé si mañana podré actualizar. Solo miren esa multimedia, Sayla se va a dormir con una lagrimita 😢💔

DariemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora