1. Start

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Nunca pensé que me acostumbraría tan rápido a Madrid, sabía que llevaba viviendo aquí dos meses pero las calles de Gran Vía no eran iguales en Julio que en Septiembre. El número de turistas había disminuido notablemente y la gente vestida de oficina se veía más corriendo de un lugar a otro con el café en sus manos. 

Me detuve en la puerta de la tienda oficial del Real Madrid, Pietro me había obligado a entrar mil veces estas dos últimas semanas para ver la nueva equipación de su equipo favorito que estaba hecha de plástico o algo así me había contado. 

Entré para encontrarme con la tienda prácticamente vacía. Un martes a las diez de la mañana poca gente andaba comprando regalos como yo. Subí a la planta de arriba donde las camisetas estaban colocadas por orden numérico. Fui hasta el número 10 y me aseguré de que el nombre de Modric estaba bien puesto y que la talla era la ideal para Pietro. 

Cuando fui a pagar casi me echo atrás, me parecía una exageración el precio que tenían todas las camisetas de fútbol, y no hablemos del precio de las entradas de los partidos. Introduje la tarjeta y marqué el pin antes de que fuera demasiado tarde. 

-Que pase un buen día - la mujer que estaba al otro lado del mostrador me dedicó una sonrisa sincera. Adoraba a la gente cuyo trabajo era de cara al público y te proporcionaban sonrisas así. ¿Qué cuesta ponerle una sonrisa al mundo?

Salí de la tienda y mi móvil sonó, una foto mía y de Pietro apareció en pantalla. Fue del primer día que llegamos a Madrid y visitamos el Retiro.

-Dime pesado, que voy camino al metro y llego tarde a la presentación - escuché su voz lejana así que supe que había puesto el manos libre mientras terminaba de colocar la casa. 

-¿Dónde has metido mi sudadera favorita? El otro día la metí en la lavadora y no la he vuelto a ver -  me reí mientras hacia memoria de dónde la había puesto. Seguro que estaba en la pila de ropa que aún no me había dado tiempo a planchar.

Durante dos meses hemos estado repartiéndonos las tareas de la casa, él lavaba y yo planchaba, yo cocinaba y el fregaba, yo limpiaba la casa y él los lavabos. Formábamos un gran equipo y no me podía quejar.

-Mira en el salón, en la silla donde hay una buena torre de ropa, lo iba a planchar esta tarde - escuché una maldición cuando la encontró, seguramente arrugada y todavía húmeda. 

-Te voy a matar Daniella, me dijiste que ibas a planchar ayer por la tarde - bajé los primeros escalones del metro y me introduje en la línea 3 en dirección Moncloa. 

-No he tenido tiempo, perdóname anda - puse mi mejor voz de pena y escuché un "vale" por su parte, había ganado, como siempre - Voy a coger el metro, luego nos vemos pesado. 

-Como decimos aquí: mucha suerte enana, luego nos vemos - corté la llamada antes de entrar en el vagón de metro. 

Tuve que hacer trasbordo y bajarme en Ciudad Universitaria para llegar hasta la facultad. Era mi primer día de cuarto de carrera y ya estaba deseando comenzar con las prácticas. Gracias a mi maravillosa universidad de Florencia que tiene prácticas durante todo el último año de carrera, aquí iba a ser exactamente igual. 

Entré en la facultad y fui derecha a la oficina de Erasmus, allí me darían todos los papeles de las prácticas que necesitaban además de adjudicarme un tutor que me resolvería todas las dudas necesarias. 

No había nadie esperando en la puerta, solo una chica rubia apoyada en la pared leyendo un libro. La saludé por cortesía y me puse a su lado a esperar, tenía hora a las once y aún quedaban quince minutos, así que puede que fuera con un poco de retraso. 

-¿Estás aquí por las prácticas de cuarto? - la voz de la chica era dulce y calmada. 

-Sí, tenía hora a las once - ella miró el reloj y resopló. 

-Yo lo tenía a las diez, pero parece ser que ha habido un problema y va todo con retraso - en cuanto dijo eso me dejé caer hasta el suelo y me puse cómoda. Ella soltó una carcajada e imitó mi gesto - Chica lista - me dijo situándose a mí lado. 

-¿Eres de aquí? - le pregunté viendo que tenía un acento para nada español. 

-Soy de Alemania, he venido a hacer las prácticas aquí. ¿Y tú? - para nada hubiera dicho que era alemana, tenía una pronunciación casi perfecta de español salvo por alguna "r" que se le trababa de vez en cuando. 

-Yo soy de Italia, también vengo a hacer las prácticas - la puerta del despacho se abrió y una mujer mayor junto a un hombre joven salieron de él. 

-¿Sois Anna Giesler y Daniella Fiori? - ambas asentimos con la cabeza y entramos en el despacho. 

Era pequeño y un poco agobiante, había una mesa junto a una estantería y tres sillas. La mujer mayor se sentó y el hombre joven nos cedió el sitio a nosotras. 

-Sentimos la espera pero nos han llamado comunicándonos un problema con las plazas asignadas a las prácticas - agudicé el oído para enterar muy bien de lo que iba a decir la mujer - Ambas teníais plaza para Being Sport, pero hubo un problema por parte de ellos y solo les queda una plaza bacante. Hemos intentado buscar otras plazas en canales deportivos o radios y lo único que hemos podido encontrar es una plaza bacante de becaria en Real Madrid Televisión. 

No me había tirado tres años estudiando periodismo y sacando las mejores notas para hacer las prácticas como una simple becaria. 

-Por orden de notas - miró primero a Anna y maldije por dentro, iban a darle a ella la plaza para Being - Anna tienes la plaza para Being y tú, Daniella, serás la que cubra la plaza en Real Madrid Televisión. 

Puse mi mejor sonrisa siendo consciente lo bien que se me daban ocultar mis verdaderas emociones. 

-Anna estos son tus papeles que deberás entregar el lunes cuando comiences a trabajar, y tu tutor te espera en la planta tercera, despacho 16 - asintió y se despidió de nosotros educadamente - Y Daniella, este es Sergio, tu tutor que se encargará de todo. 

Me dio la mano y yo se la tendí formalmente. La mujer nos mandó a su despacho para que me proporcionara todos los papeles. 

-Vas a empezar mañana a diferencia de Anna, sé que pensarás que no has venido aquí para esto, pero vas a trabajar con buenos profesionales y no te arrepentirás - me reí sarcásticamente, dedicarme a un único equipo no creo que fuera lo mejor para mí. 

-Escúchame Daniella - Sergio se volvió a dirigir a mí - Que el puesto sea de becaria no significa que tengas que llevar los cafés a nadie. ¿Has estudiado imagen y sonido verdad? - asentí con la cabeza recordando a mi amiga Giovanna y a mí haciendo las prácticas de comunicación audiovisual - Ese será uno de tus puntos fuertes, vas a poder ir ascendiendo una vez que estés dentro, no te conformes con nada. 

No podía hacer otra cosa que no fuera asentir con la cabeza. Era lo único que me quedaba, hacer las prácticas ahí o marcharme de nuevo, cosa que estaba totalmente descartada. 

-Mañana a las diez tienes que estar en Valdebebas - puso unos papeles en frente de mí - Esta es la dirección, deberás entregar estos papeles a la entrada y allí te recibirá el director de la cadena para darte una serie de directrices. Dentro de un mes vendrás aquí para ver cómo va todo - cogió una hoja de papel y apuntó algo - Este es mi correo, cualquier duda que tengas me lo dices, no te cortes ¿vale?

Volví a asentir otra vez con la cabeza metiendo todos los papeles en una carpeta. Mañana sería el comienzo de todo, y a pesar de que ni si quiera había podido reclamar el malentendido con las plazas, estaba feliz de dedicarme, en cierto modo, a lo que había estudiado durante varios años. 

Todo estaba a punto de cambiar.

"Again" // Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora