Daniella.
Los humos en Valdebebas no eran los mejores. Llevaba aquí cinco meses, y en todos ellos había visto cómo dos entrenadores eran destituidos. Sin duda, yo no era la suerte personalizada. Sin embargo, el ambiente era diferente, teníamos a aquellos que estaban alegres de la vuelta de Zidane como Isco o Marcelo, mientras que los jóvenes promesas que habían estado teniendo más minutos últimamente como Reguilón andaban dubitativos por los pasillos.
Luego estaba Álex, con el nuevo chico que había llegado para echarnos una mano, se le llevaba a todas partes para enseñarle bien todo, por un momento me recordó a mis primeros días aquí. El primer entrenamiento de los chicos era por la tarde y yo debía permanecer aquí para estar presente y realizar la crónica.
Ya había dado las directrices de la rueda de prensa que estaba siendo realizada en este mismo momento y no me quedaba nada pendiente. El tfg iba genial, tenía toda la información recopilada, y ahora solo me faltaba ponerme a redactar. Cogí mi portátil y salí directa a los campos, me senté junto a la puerta de salida con la espalda apoyada en la pared y las piernas estiradas dejando que el sol me diera un poco de calor.
Los asistentes se encargaban de dejar todas las cosas preparadas para el entrenamiento y yo me preparaba para retomar mi tfg. En el fondo de pantalla apareció una foto de Marco y mía, sonreí por instinto. Desde que habíamos hablado todo y había conocido a su familia, esto iba más que en serio.
El problema era que no sabía nada de mi hermano, de su comportamiento que estaba teniendo y las ganas que tenía de largarme de mi propia casa. Iba a decírselo este fin de semana, pero tras la derrota del Barça en la liga y la destitución de Solari, no era la mejor opción.
-Ey, hola! - Isco apareció de la nada con su mejor sonrisa. Era uno de los que más habían celebrado la llegada de Zidane, y no se le podía echar nada en cara -¿Qué estás haciendo?
-Mi tfg, que tengo que ponerme al día - abrí la carpeta con todos mis archivos recopilados durante los últimos meses y abrí el primer borrador.
-Parece interesante ¿cómo llevas las prácticas? - se sentó a mi lado y le miré detenidamente, algo estaba ocultando.
-Pues bastante bien, desde que ha llegado el chico nuevo, estoy menos estresada - miró al frente con gesto serio para después mirarme a mí de nuevo.
-¿Puedo preguntarte algo? - asentí con la cabeza mientras cerraba el portátil y cruzaba las piernas - ¿Qué tengo que hacer ahora cuando me pregunten? Quiero decir, he estado aguantando de todo en estos meses, y ahora si me saca de titular y mi rendimiento mejora no quiero llegar a pensar qué me pueden preguntar o qué barbaridades pensarán de mí.
-¿Te asusta?
-Muchísimo - susurró. Y yo no supe que contestarle porque no tenía la respuesta a todo.
-Isco, la gente es así, los periodistas son así, sacan lo peor de cualquiera y lo hacen a propósito. Quieren tener la última noticia bomba aunque sea mentira - me puse de lado para mirarle mejor - Es una mierda, pero es así. Lo único que te debe importar es lo que opinen las personas que te importan, las que están cerca de ti.
-¿Por qué no eres como los demás periodistas? - vaya, no me esperaba esa pregunta para nada.
-Quizá, porque sé de primera mano cómo uno se siente cuando se publican cosas que son falsas - pasó su mano por mi espalda y me abrazó.
-No te preocupes, porque aquí nadie va a dejar que se digan cosas que no son - le abracé más fuerte cuando pronunció esas palabras. Aquí me sentía segura, sentía que eran mi familia y que no iba a pasar nada malo.
El sonido de mi móvil se interpuso entre los dos y miré rápidamente la pantalla. Al ver el nombre de mi hermano me puse seria e Isco lo notó.
-¿Si? - dije mientras me tapaba el oído, había mucho ruido al otro lado del teléfono.
-Dani... - parecía que mi hermano estaba corriendo, tenía la respiración agitada - Te veo en casa, ahora.
Escuché el pitido de un coche y me puse de pie rápidamente.
-¿Qué pasa Pietro? ¿No te escucho bien? - Isco se puso a mi lado y me observó preocupado.
-Tienes que ir a casa, ya - otra vez escuché el pitido de un coche - Nos han encontrado.
-¿Quién? ¿Quién nos ha encontrado Pietro? No te entiendo.
-Papá está aquí - la línea se cortó.
Pero no me quité el teléfono de mi oído porque no podía, estaba en shock, no podía ser verdad lo que había escuchado. Era todo una pesadilla de la que iba a despertar, tenía que despertar.
-Dani ¿qué pasa? ¿estás bien? - me tocó el brazo y reaccioné.
-Tengo que irme ahora mismo, dile a Álex que no voy a poder venir esta tarde aquí por favor - me agaché, cogí el portátil y entré en las instalaciones con Isco pisándome los talones.
-¿Pero ha pasado algo grave? Dani, espera - me cogió del brazo para que parara, me giré bruscamente aguantando la respiración y las lágrimas - Dime qué está pasando.
-Es mi padre, está aquí y me tengo que ir - me solté y fui al despacho.
Isco no se había dado por vencido y continuaba detrás de mí.
-No sé por qué pero el hecho de que tu padre esté aquí no muestra ningún atisbo de felicidad así que deduzco que es algo malo y que no voy a dejar que te vayas de aquí sola - me paré y le miré fijamente.
-¿Qué te ha contado Marco? - le miré detenidamente, captando cualquier signo de nerviosismo, pero no lo encontré.
-No me ha contado nada de tu vida personal, te has quedado blanca cuando has recibido la noticia, tienes la respiración agitada y los ojos llorosos. Así que por favor, cuéntame qué está pasando - me senté en una de las sillas permitiéndome unos minutos para recomponerme.
-Toda la vida de mi padre se resume en haber maltratado a mi madre y después a mi hermano y a mí. Si está aquí es porque ha pasado algo importante, llevamos sin verlo dos años y mi hermano... - no sabía qué decirle sobre él, porque ni si quiera yo sabía definirlo - ha tenido un comportamiento muy extraño estas últimas semanas, así que deduzco que las dos cosas están conectadas.
Metí las cosas en mi bolso, cogí las llaves del coche y el abrigo, me levanté pero Isco se puso en frente de mí.
-Después de todo lo que me acabas de contar no me quedo tranquilo, así que por favor, deja que vaya contigo.
-Isco, tienes entrenamiento, no puedes. Simplemente céntrate en el fútbol y no te preocupes. Si pasa cualquier cosa te llamaré ¿vale? A ti o a Marco.
Se quedó pensativo para después ponerse a un lado y dejarme pasar.
-Está bien, pero a la mínima cosa que pase, nos llamas - me advirtió señalándome con un dedo.
Pasé por su lado, le abracé y me fui corriendo. No tenía ningún buen presentimiento, pero había algo dentro de mí que me obligaba a ir.
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"Again" // Marco Asensio
Fanfiction"-¿Por qué te empeñas en que lo nuestro no puede funcionar? - la miré una vez más, el rímel cubría gran parte de sus mejillas, no era la primera vez que hablábamos de esto, pero sí la primera vez que la veía llorar de esta manera. -Porque lo intent...