Daniella.
Minuto 41, gol de Marco Asensio frente al Espayol, el marcador favoreció a los blancos mientras yo fui consciente de que acababa de perder la apuesta contra Marco. Vi su sonrisa a través de la pantalla, cómo sonreía y señalaba al cielo una vez más.
-Ese chico es un crack, quiero que hagas un artículo de opinión sobre él, Álvaro - Rubén no se había parado de mover por la sala de un lugar a otro.
Estábamos en la sala de estar de Valdebebas, aquella que tenía tele, sofás e incluso billar. Álex y yo tomábamos nota de todo lo que nos pudiera servir para posibles preguntas en las ruedas de prensa posteriores al partido.
En cuanto al artículo de Álvaro que le corregí no recibí ningún gracias de su parte, ni si quiera habíamos vuelto a cruzar palabras de aquel día. Al final del partido Rubén no dejaba de recibir llamadas y apuntar cosas en su agenda. Ya estaba planeando cuáles serían los entrenamientos a puerta abierta.
El miércoles jugaban en Sevilla y había que preparar todo para el viaje y la rueda de prensa que se realizaría antes y después del viaje.
-Chicos, mañana día libre, pero el martes y el miércoles estaremos todo el día aquí, tenemos la liga y dentro de nada comenzaremos con la Champions - Rubén apagó la tele y comenzamos a recoger nuestras cosas - Mañana os mandaré el guión por correo, descansar chicos.
Por primera vez desde que llevaba aquí Rubén estaba siendo amable con todos nosotros. Álex y yo nos quedamos en el despacho, hablando de todo y de nada. Me estuvo contando que vive con su novia en un pequeño centro de Madrid, que llevan desde el primer año de universidad juntos y que ella es fisio en una clínica del centro de Madrid.
-Mi hermano trabaja también de fisioterapeuta en Italia - Pietro me sacaba tres años, tenía la misma edad que Álex y había luchado mucho para estar donde estaba.
-Alguien te está llamando - señaló mi móvil que estaba sobre la mesa en silencio, no me había dado cuenta de que el nombre de Marco se reflejaba en la pantalla.
Álex me miró y alzó sus cejas imitando una cara pervertida. Negué con la cabeza mientras descolgaba el teléfono y salía del despacho para hablar.
-Enhorabuena por el gol - intenté reprimir la sonrisa que se me dibujó en la cara, pero fue en vano.
-Muchas gracias - escuché cómo abría la puerta de su coche - Sabes lo que ha significado ese gol ¿verdad
Me llevé mi uña a la boca y me hice la interesante.
-La verdad, que no mucho ¿qué tal si me lo recuerdas? - él soltó una carcajada y yo seguía sin comprender por qué me estaba comportando así.
-Estaré en Valdebebas en 30 minutos, espérame en la puerta - la sonrisa se me borró de golpe y me quedé atónita ¿iba a venir hasta aquí a las doce de la noche después de haber jugado un partido?
-Estás loco Marco, ya me acerca Álex a casa, no tienes que venir hasta aquí - me llevé la mano al pelo y caminé por el pasillo, nerviosa.
-La apuesta decía que te traería y llevaría hasta que tuvieras el coche de vuelta, una apuesta es una apuesta - suspiré, resignada, tenía razón y se iba a salir con la suya.
-Vale, te espero en la puerta - no le dejé que contestara porque le corté antes de que hablara.
Entré en el despacho y Álex me miraba fijamente, esperando a que le contara todo lo que había pasado.
-He escuchado algo de una apuesta y no quiero saber más - los dos soltamos una carcajada y comencé a recoger los papeles para trabajar mañana en casa - Dani, tengo una propuesta para ti - me senté de nuevo y me preparé para lo que iba a decir Álex - Le he dicho a Rubén que tú corregiste el artículo de Álvaro y me ha dicho que si haces uno artículo de opinión para el lunes y es bueno, pueden que te lo publiquen.
Pestañeé un par de veces para asimilar lo que me acababa de decir. Parecería una tontería pero que publicaran algo mío había sido mi objetivo desde que empecé la carrera allí en Italia.
-¿Estás hablando en serio? - le pregunté con la boca abierta.
-Sí, de verdad, eres buena, Rubén lo sabe pero nunca regala nada por eso siempre le hace la vida imposible a los novatos - le miré con una ceja levantada sabiendo que no me había dicho toda la verdad - Vale, lo pone más difícil si es una mujer, puede que sea un poco machista pero esta es tu oportunidad para demostrarle lo buena periodista que eres.
Asentí orgullosa de mí misma, mañana me pasaría el día entero haciendo ese artículo de opinión que me haga dar un paso más aquí. Me despedí de Álex que se fue en dirección al garaje y yo salí a la puerta principal justo en el momento en el que Marco entraba con el coche.
-Buenas noches bello - la palabra salió sola de mi boca sin poder remediarlo. A veces odiaba ser italiana, tenía que admitir que una parte de verdad tenía la gente cuando hablaba de nosotros como gente muy cariñosa. En algunos casos, éramos demasiado cariñosos.
-Buenas noches preciosa, espero que todo haya ido bien - me reí y me senté en el asiento del copiloto poniéndome el cinturón de seguridad.
-No cantes victoria antes de tiempo porque esta te la devolveré - negó con la cabeza mientras reía y ponía el coche en marcha.
El camino lo hicimos en silencio, había una tensión en el ambiente que no sabría definir, ambos queríamos sacar un tema de conversación pero ninguno sabía cuál. Le miré de refilón y vi su mirada centrada en la carretera, controlaba todos sus movimientos, estaba actuando de manera mecánica. A veces me pensaba si los jugadores eran conscientes de lo controladas que estaban sus vidas.
-¿Tengo algo en la cara? - me miró durante un segundo y volvió su mirada a la carretera. Su sonrisa era preciosa.
-No te estaba mirando - negar lo evidente era la única opción que tenía. Giró la esquina de mi calle y paró frente a mi portal. No sabía por qué, pero no quería separarme de él y al parecer él me leyó los pensamientos.
-¿Haces algo mañana? - le miré dudosa, no sabía qué camino llevaba esta conversación.
-No, bueno, tengo que hacer un artículo de opinión sobre vuestro partido de hoy - agachó la cabeza para mirarme a través de la ventanilla.
-Te paso a buscar a las siete, vamos hacer una cena en casa de Isco y estás totalmente invitado - le miré sorprendida, se habían acordado de mí - No seremos todo chicos, vendrán las parejas y algunos niños, así conoces a la chicas.
No iba a decir que no, necesitaba juntarme con gente del otro género porque había demasiada testosterona en mi día a día.
-Está bien, iré y dejaré que me lleves - me guiñó un ojo antes de que me diera la vuelta y volviera a poner rumbo a su casa.
Entré en mi casa y me dejé caer en el sofá con una sonrisa en la cara. ¿Qué estaba pasando entre Marco y yo? Sentía una cierta atracción con él, cuando estábamos juntos me era imposible no mirarle ni soltarle algunos de mis comentarios en italiano. Solía hablar en italiano cuando estaba nerviosa, y Marco me ponía nerviosa. Y dejar que me llevara al trabajo durante dos semanas iba a ser lo último que necesitaba para concentrarme en mi trabajo.
¿Qué me estás haciendo Marco Asensio?
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"Again" // Marco Asensio
Fanfiction"-¿Por qué te empeñas en que lo nuestro no puede funcionar? - la miré una vez más, el rímel cubría gran parte de sus mejillas, no era la primera vez que hablábamos de esto, pero sí la primera vez que la veía llorar de esta manera. -Porque lo intent...