Marco.
Antes de dirigirme a Valdebebas le mandé un mensaje a Daniella para ir a recogerla, pero me dijo que no hacía falta, que ya había llamado a Álex. Al fin y al cabo, una apuesta es una apuesta y por muy dolido que estuviera tenía que cumplirla. Sin embargo, me alegré cuando me dijo que Álex iría a por ella.
Esta situación estaba llegando a rozar lo absurdo y en cualquier momento nos acabaría perjudicando a alguno de los dos. No estaba al 100% a pie de campo, y lo sabía, pero no era porque no me dejara la piel en los entrenamientos, era algo más psicológico que físico y todavía no lo había encontrado.
Cuando llegué al vestuario solo estaba Nacho y todo estaba sumido en un profundo silencio que no lo quise romper. Me senté en mi sitio y respiré hondo intentando ordenar mi cabeza, pero todo me superaba. Nacho me miraba de lejos, pero no se acercó en ningún momento y se lo agradecí, porque si se hubiera acercado, hubiera roto a llorar.
Me dejé caer en el suelo con la espalda apoyada en los bancos y metí mi cabeza entre las rodillas.
-Como no te des prisa en contarme lo que pasa, vendrán los demás y se acabó tus minutos de paz - ahora sí, se levantó y se sentó a mi lado, en el suelo, acariciándome el pelo con cariño - ¿Qué te paso Marco?
-Todo me pasa, cuando las cosas parecían que iban bien y que por fin en la vida me iba a salir algo bien, todo se tuerce - levanté la cabeza y vi la confusión en su rostro - Ayer me acosté con Daniella.
-No me jodas Marco... - vi su cara de asombro y se llevó las manos a la cabeza - Ni se te ocurra abrir la boca, porque como se entere alguno de estos, la acabarán cagando. Tienes a cientos de chicas por la calle y tiene que ser precisamente una que trabaje aquí con nosotros.
-¿Tú te fías de ella? - pregunté de repente pillando de sorpresa a Nacho.
-Sí, solo hay que ver con el cariño que nos trata, es un amor de persona y dime ya que es lo que ha pasado porque me estoy comenzando a poner nervioso - me giré hacia él para mirarle a la cara.
-Esconde algo, ha repetido último curso, no tiene ninguna foto de su familia en su cara y cuando pasó todo lo de Rubén, él dijo que en Italia no la querían - cogí aire para soltar lo último - Y para colmo, ha tenido algo con un futbolista italiano que la traicionó por dinero. Algo hay que no nos está contando. ¿Por qué sabe tan bien español? Solo se pueden hablar dos idiomas con tanta fluidez y tan joven si tus padres tienen dos idiomas distintos.
-Marco creo que te estás poniendo un poco paranoico - me puso una mano en el hombro y la apretó - No puedes controlar todo, sé que lo que está fuera de tu alcance te pone nervioso pero tienes que aprender a vivir con ello. Y sinceramente - se puso más serio de lo normal y supe que iba a decirme algo que me iba a doler - creo que es eso lo que te pasa a pie de campo, quieres controlar lo que va a pasar y no puedes, tienes que jugar en el presente, no adelantarte a los acontecimientos - apreté los labios y tragué saliva fuertemente asintiendo con la cabeza - Eres joven, tienes que disfrutar de la vida, ya tendrás tiempo de presionarte o de preocuparte, pero solo tienes 22 años. Si quieres ir a por Daniella, adelante, pero no te quedes con la duda de qué hubiera pasado ¿vale?
No le respondí, simplemente me lancé sobre él y le abracé con fuerza. Nadie sería nada sin los consejos de Nacho en el equipo, siempre era el que te decía lo que debías de hacer y siempre llevaba razón. Siempre ha estado ahí para asegurarse de que no perdía la cabeza por culpa de los medios o de las redes sociales. Era el padre del grupo y se le quería demasiado.
Tras el entrenamiento, hubo rueda de prensa, pero solo apareció Álex para dar algunas indicaciones a Lopetegui. Había visto un par de veces a Álvaro yendo de un lugar a otro, pero no había ni rastro de Daniella. Me duché con tranquilidad escuchando las bromas de unos y otros, y escuchando también cómo Isco repasaba las cosas que tenía que meter en su maleta. En dos días tocaba Champions y mañana cogíamos el avión.
-Isco, el cargador de móvil que no se te olvide - la última vez tuvimos que compartir cargador al final se acabó perdiendo.
-Mierda, es verdad - cogió su móvil y lo apuntó antes de que le diera una colleja - Creo que lo tengo todo, luego te llamo Marco y hacemos repaso juntos.
Me reí ante su comentario y negué con la cabeza, este chico no tenía remedio. Salí de los últimos del vestuario y me crucé con Álex por el pasillo.
-¡Por fin te encuentro! - se acercó a mí y me dio una hoja doblada por la mitad - Me han dado esto para ti, me han dicho que es importante.
Igual que llegó, desapareció por el pasillo. Sabía que Daniella estaba detrás de todo esto, no podía ser otra persona así que desdoblé el papel y lo leí:
"Ya me han arreglado el coche, te paso a buscar a las 8, esta vez invito yo".
Una sonrisa tonta se dibujó en mi cara, estaba deseando que llegaran las 8 de la tarde. Comimos todos juntos en Valdebebas mientras hablábamos de los próximos partidos y de los medios de comunicación. Sabíamos que todo el mundo esperaba el derbi con ansias y sobre todo para juzgar a Lopetegui. Todos le queríamos en el vestuario y nos parecía injusto tanto lo que sucedió en la selección como lo que estaba sucediendo ahora mismo.
Todos nos levantábamos por la mañana mirando los medios de comunicación para saber qué rumores estaban corriendo. Pero había un rumor que no solo se oía en los medios, sino que también se oía en las instalaciones. En el caso de que perdiéramos, a Lopetegui le echarían a la calle.
-Oye, tú estás muy feliz ¿no? - Lucas que estaba a mi lado me dio un codazo y yo reí negando con la cabeza.
-Estoy como siempre - encogí los hombros intentando actuar normal, pero la sonrisa no me la quitaba nadie.
-No te preocupes Marquito, que yo siempre me acabo enterando - Lucas me dio otro codazo y cambiamos rápidamente de tema viendo que no iban a conseguir sacarme ni un palabra.
Nacho, que estaba en frente de mí, me guiñó un ojo y actuó como si no supiera nada. A decir verdad, era el que mejor sabía fingir y el que mejor guardaba los secretos. Nos despedimos todos en el garaje y cada uno tomó la dirección para su casa.
Nada más llegar a mi casa, el teléfono sonó y vi el nombre de Isco en la pantalla.
-Isco, acabo de llegar a casa, aún no me ha dado tiempo a preparar la maleta.
-Bueno, a mí sí, así que te voy a ir diciendo todas las cosas que he metido y me dices si me falta algo o no - suspiré y fui directo al sofá mientras le escuchaba decir todas y cada una de las cosas que había metido.
Me pasé la tarde haciendo cualquier cosa que me mantuviera entretenido porque se me pasaba el tiempo demasiado despacio y quería que llegaran ya las 8 de la tarde.
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"Again" // Marco Asensio
Fanfiction"-¿Por qué te empeñas en que lo nuestro no puede funcionar? - la miré una vez más, el rímel cubría gran parte de sus mejillas, no era la primera vez que hablábamos de esto, pero sí la primera vez que la veía llorar de esta manera. -Porque lo intent...