18.Violence

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Marco.

Estaba en la puerta de Daniella esperándola cuando salió del portal con una sonrisa en la boca y una carpeta en sus manos que llevaba fuertemente agarrada. Estaba radiante.

-Buongiorno!! - pronunció en su perfecto italiano, me volvía loco cuando hablaba en su idioma.

-¡Buenos días! - se montó en el coche y se puso el cinturón - Has dormido bien por lo que veo.

-Estos papeles - los puso delante de mí y los cogí leyendo el título en voz alta "El San Mamés aguantó al Madrid" - Van a hacerme dejar de recoger cables para escribir artículos.

-¿Te han pedido un artículo de opinión?- pregunté con asombro. Eso era un paso muy grande para alguien que estaba de prácticas y tenía que estar muy orgulloso de sí misma.

-¡Sí! - levantó los brazos en el aire y no pudo resistir la ganas de abrazarme - Por cierto ¿cómo estás? ¿Te duele la cabeza? Por lo menos no te ha quedado marca - la preocupación volvió a aparecer en su cara y me aseguré de tranquilizarla.

-Estoy bien Dani, de verdad, es como si nada hubiera pasado - me acarició la mejilla y miró al frente para que pusiera rumbo a Valdebebas.

Hubiera dado lo que fuera para que todos los días sonriera de la misma manera que hoy. Estaba guapísima y no podía evitar mirarla de reojo cada vez que me paraba en un semáforo.

En cuanto llegamos allí, se bajó del coche de un salto y me dio un fuerte abrazo antes de salir corriendo en dirección a la sala de prensa. Miré cómo desaparecía por el pasillo, andando con rapidez y moviendo su larga melena.

-Aquí ha pasado algo y me lo he perdido - la voz de Isco hizo que mis mejillas se sonrojaran y negara con la cabeza - No, no, ahora no me niegues con la cabeza porque lo veo en tu cara - se puso en frente de mí y me revolvió el pelo - El pequeño Marco se ha enamorado y no te puedes imaginar lo que te espera.

-No me espera nada porque tengo que concentrarme en el juego - lo dije de una manera tan seria que a Isco se le borró la sonrisa de la cara.

-Recuerda lo que dice el míster siempre: "no debemos mezclar vida personal con carrera profesional". Puedes tener ambas cosas siempre que tú quieras - me revolvió otra vez el pelo y se marchó de allí.

Me dejó en medio del pasillo con un montón de preguntas rondando por mi cabeza. ¿Qué me estaba pasando con Daniella? ¿De verdad me gustaba o era un simple tonteo que se acabaría con los días? Suspiré y fui directo a los vestuarios.

Desde el encuentro que tuve con Isco, no volví a cruzar palabra. A medida que pasaba la mañana su comportamiento se volvía más extraño y había dejado de hacer bromas hacia bastante rato, cosa extraña en él.

Hoy había sido una jornada de recuperación y Lopetegui había decidido no forzarnos. Además, el míster estaba entre la espada y la pared, y nos quedaban dos jornadas, una de liga y otra de champions para enfrentarnos al Barcelona. Todos sabíamos que si no ganábamos ese partido, el míster estaría en la calle.

-Sois libres de quedaros practicando tiros o de marcharos ya, no hay prensa y tenéis total libertad, eso sí, no os metáis mucha caña - el míster se despidió hasta mañana cuando empezaría la concentración.

Algunos se fueron al gimnasio, otros directos a las duchas, y Lucas, Isco, Nacho y yo nos quedamos en el campo.

-Ey ¿y a ti qué te pasa hoy? - Lucas fue directo a Isco, que negó con la cabeza quitándole importancia - Venga, dilo que no pasa nada.

- La madre de Isco tiene un nueva pareja - no era la primera vez que eso pasaba y no entendía por qué le preocupaba - No es que esté celoso, es simplemente que me da miedo que mi hijo sufra las consecuencias de que su madre cambie de pareja día tras día. Es libre de hacer lo que quiera pero tiene la responsabilidad de un hijo.

"Again" // Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora