Esto no era para nada lo que me había imaginado. El ejecutivo que caminaba delante de mí llevaba enseñándome las instalaciones durante más de media hora y yo ya me había perdido cuando había girado dos veces a la derecha y habíamos pasado de la sala de prensa a la sala de montaje en menos de un minuto.
-Esta será su identificación que deberá llevarás colgada en todo momento – junto a ella me tendió unos papeles – Esa es la programación de todo el fin de semana, tendremos debate el sábado por la noche cuando el Real Madrid haya finalizado el partido en San Mamés y el domingo todos descansamos. Tienes que leerte bien el guión porque acompañarás al equipo técnico en el debate y grabando durante estos días que televisen el calentamiento del Real Madrid por las Redes Sociales.
Hablaba tan rápido que no me daba tiempo a asimilar todo lo que estaba diciendo. Le seguía unos pasos por detrás de él hasta que se paró frente a una puerta y tocó varias veces. Al otro lado de la puerta se escuchó un "adelante" y el hombre me obligó a pasar primero.
-Álvaro, Alejandro – ambos se cuadraron de hombros y tuve la sensación de que tenían un gran respeto por el hombre – Esta es Daniella Fiori, ha venido a hacer las prácticas, ya le he dado el guión de la programación de este fin de semana, os tenéis que encargar de ella y por favor, que no la cague.
Me giré indignada mientras le miraba sorprendida. Había hablado como si yo no estuviera delante de él. No me dio tiempo a rechistar porque cerró la puerta de un portazo sobresaltándonos a todos.
-Es que no le aguanto – uno de los chicos, Alejandro creo que fue, se volvió a sentar en su silla mientras su compañera se reía – Tienes que perdonarle, pero es así de naturaleza, cuando le veas sonreír es que el mundo se acaba.
Solté una risa mientras dejaba los papeles encima de la mesa y me sentaba en una de las sillas.
-¿Típico director de instituto que se cree que lleva la razón de todo cuando no la tiene? – ambos se miraron entre sí y comenzaron a reírse mientras asentían con la cabeza – Tomo nota.
-Ni se te ocurra llamarme Alejandro, soy Álex para todo el mundo menos para él – me tendió la mano y se la di amablemente.
Álex tenía el pelo de un color castaño oscuro y le cubría parte de su frente. Mientras que Álvaro era más alto que él y su pelo era oscuro, tenía barba y la voz un poco más grave, pero los dos me daban seguridad.
-¿Eres italiana? – asentí con la cabeza, ahora venían las típicas preguntas que se le hace a cualquier persona que es extranjera.
-Álvaro tío, déjala, vamos a hablarla de las prácticas y en lo que van a consistir, si está aquí es por eso – me asombró la contestación de Álex a su compañero.
-Tío llevamos desde las seis de la mañana aquí para preparar todo, un poco de conversación no nos vendría nada mal.
Miré el reloj, las diez y media de la mañana ¿Qué habían estado haciendo desde las seis de la mañana?
-No te asustes, hoy es el último entrenamiento a puerta abierta que tenían los jugadores y hemos tenido que habilitar las zonas donde estarían – me levanté automáticamente de la silla.
-No he venido a España a hacer las prácticas para que ahora me manden recoger cables y controlar a la prensa por mucha comunicación audiovisual que haya hecho – se volvieron a reír entre ellos y me sonrieron de una manera un tanto extraña.
-Tranquila, que no te vamos a mandar recoger cables, de eso se encarga otro compañero nuestro – Álex se sentó a mí lado y me explicó todo mejor – Álvaro se refería a que recibir a la prensa requiere una serie de organización que nadie ve. Debemos acondicionar las instalaciones para sus cámaras y micrófonos, se tiene que hacer un guión para la prensa que viene, pedir los pases que los autoricen y una serie de cosas que nadie tiene en cuenta.
Los miré con cara de asustada, esto no era nada con lo que había soñado. Debía haber reclamado mi plaza en Being para, al menos, estar delante de una cámara y no detrás montando todos los cables.
-He estudiado casi cuatro años para estar delante de la cámara y no detrás, esto no es lo mío, hubo un malentendido con el número de plazas y me han asignado esta, pero yo no debería estar aquí - cogí los papeles dispuesta para irme y hablar con los responsables de todo esto.
-¿No nos vas a dar ninguna oportunidad Daniella? – Álvaro se puso delante de la puerta para que no me marchara de la habitación.
-Llámame Dani por favor – me quedé parada delante de él sin saber qué decir exactamente.
-Vas a aprender de los mejores, no saldrás delante de cámara, pero vas a estar detrás que te puedo decir que es incluso hasta mejor y valorarás el gran esfuerzo que requiere – no me hacía gracia la idea de quedarme detrás de las cámaras.
Aunque para mi hermano será una preocupación menos, no quería que nuestro padre nos descubriera y salir en pantalla grande me pondría en el punto de mira, pero al fin y al cabo era a lo que me quería dedicar.
Me senté de nuevo en la silla y ellos también lo hicieron comenzando a darme las instrucciones básicas que tenía que seguir durante estos días.
-La regla básica aquí es "oír, ver y callar", no sé si en Italia se dice algo parecido – negué con la cabeza, allí no se decía, pero sin embargo a mí madre la había escuchado decir ese dicho millones de veces – Se puede ir ascendiendo poco a poco aquí dentro, es muy fácil, pero debes regirte a todo lo que te digan.
Apunté todo lo que me iban diciendo que pensaba que sería de ayuda para un futuro cercano. Estaba deseando salir de estas cuatro paredes para estar en contacto con la prensa y con los jugadores. Conocía a todos a la perfección como para no tener ganas de verlos en persona, y para colmo, era el equipo favorito de mi hermano.
-Coge tu pase y vámonos a pie de campo, está a punto de comenzar el entrenamiento – hice caso a las palabras de Álvaro y nos adentramos en el interior de Valdebebas.
Estaba dispuesta a hacer este trabajo lo mejor que puediera intentando ceñirme a las normas que siempre me ha costado respetar.
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"Again" // Marco Asensio
أدب الهواة"-¿Por qué te empeñas en que lo nuestro no puede funcionar? - la miré una vez más, el rímel cubría gran parte de sus mejillas, no era la primera vez que hablábamos de esto, pero sí la primera vez que la veía llorar de esta manera. -Porque lo intent...