48. Miedo.

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Marco.

15:30 p.m.

Varios de nosotros estábamos sentados en la sala habitual, algunos jugaban al billar, otros veían la tele y yo simplemente me limitaba a estar sentado mientras intentaba calmar las inseguridades de Reguilón.

-Te he dicho que nada va a cambiar Sergio, vas a rendir al mismo nivel y eso el míster lo va a notar, hazme caso - me miró dubitativo mientras negaba una vez más con la cabeza.

-No lo sé, me lo he estado currando mucho todos estos meses y no quiero estar otra vez en el banquillo, sé que suena egoísta Marco pero después de que sé lo que se siente jugando en primera división, no quiero perderlo.

Comprendía su preocupación porque a mí también me pasó cuando llegó Solari al equipo. Me costó muchísimo asumir que había pasado de ser titular a ser suplente, y a jugar a penas 20 minutos cada partido. Pero éramos jóvenes, teníamos mucha carrera por delante.

-Sergio, somos prácticamente unos críos en esto, nos quedan mucho años de aprendizaje, simplemente tenemos que llevar las situaciones y las decisiones de los entrenadores lo mejor que sepamos - no pareció muy convencido, pero aún asintió con la cabeza y se quedó pensativo.

Yo también pensé, en lo que iba a suponer este cambio, en la selección que venía en a penas un mes, en cómo habíamos dejado escapar todas las competiciones y en Daniella. Estábamos mejor que nunca, pero sentía que algo estaba ocultándome de su vida, era una parte muy grande que tenía que ver con su hermano. Desde aquella vez que subí a su casa no lo he vuelto a hacer. Si quedamos ella me espera en el portal, si se queda a dormir lo hace en mi casa e intenta evitar a toda costa el tema de su hermano.

Y yo la dejo su espacio, porque sé que lo necesita, y que pedirá ayuda siempre y cuando lo necesite. Es una persona que ha estado acostumbrada a buscarse la vida ella sola, y no quiere depender de nadie. Y por ese motivo, respeto sus decisiones.

Isco entró como un relámpago en la sala haciendo que todos lo miráramos, parecía que había visto a un fantasma, tenía la cara pálida y buscaba con la mirada a alguien hasta que me encontró a mí.

-¿Qué ha pasado? - Ramos se acercó a él y le puso una mano en su hombro. Él se acercó corriendo hacia a mí y se detuvo delante de mí.

-¡Llama a Daniella por favor! - su voz de alarma me asustó, saqué mi móvil y marqué su número. ¿Qué estaba pasando?

Saltó el buzón de voz y colgué.

-No lo coge, seguramente estará en alguna reunión, hoy tenían un día ajetreado - dije dando voz a los pensamientos lógicos que se acumulaban en mi cabeza.

-¡Joder! Tenemos que ir a buscarla - me cogió de la mano y me obligó a levantarme del sofá, todos le miraron detenidamente.

-¿A dónde? - me detuve y le obligué a mirarme a los ojos - ¿Qué narices está pasando Isco?

Resignado porque no tenía más remedio que contarlo, se sentó en el reposabrazos del sofá y se llevó las manos a la cara.

-El hermano de Daniella la ha llamado mientras estaba yo delante, le ha dicho algo de su padre había vuelto y que tenía que ir urgentemente a su casa - en ese momento mi corazón dejó de latir y tuve que sentarme en el sofá.

-¿Qué significa todo esto? - preguntó Ramos sin entender nada.

-Pues que su padre es un puto maltratador, eso es lo que pasa - me levanté del sofá y salí corriendo de la sala, dispuesto a pasarme por los vestuarios, coger mis cosas y marcharme directo a buscar a Dani.

Me crucé con Zidane por el camino y no me quedó más narices que pararme porque si no me le iba a llevar por delante.

-¿Y esas prisas Marco? - maldije internamente.

-Ha... - me aclaré la voz - Ha pasado algo con mi padre, mi hermano me ha llamado y...

-Tranquilo, no te preocupes, la familia es lo primero - no era verdad lo que había dicho pero mi cara debía reflejar el miedo y la angustia que tenía en aquel momento por Daniella.

Asentí con la cabeza y volví a poner rumbo a los vestuarios. Cogí rápidamente las cosas y me topé con Isco, su cara seguía descompuesta.

-Le dije que me llamara si pasaba algo, no la quería dejar sola, pero me dijo que no hacia falta - se notaba la culpabilidad que sentía en cada palabra que soltaba - Tienes que creerme Marco.

Me acerqué a él y le abracé. Desde que salió toda la verdad del pasado de Daniella y él la juzgó sin a penas saber toda la historia, se ha estado sintiendo muy culpable, aunque ella no sepa que había sido juzgada. Pero Isco era un chico con el corazón enorme incapaz de hacer daño a nadie.

-Lo sé Isco, nada de esto es culpa tuya, va a estar bien ¿vale? - me miró inseguro, entró en el vestuario y cogió su chaqueta.

-Te acompaño, y no acepto un no por respuesta - no se lo negué, porque la verdad que necesitaba a alguien a mi lado, no sabía lo que me podría encontrar allí. Solo había hablado un par de veces con Pietro y en ninguna de ellas me había dado buena espina.

Nunca antes se me había hecho tan largo el viaje hacia aquella casa, su casa. Ambos íbamos callados en el coche, sin radio, escuchando el ruido del motor y concentrados cada uno en sus cosas. Isco, probablemente, asumiendo toda culpabilidad de lo que pudiera pasar y yo arrepintiéndome por no haber insistido más en saber sobre la vida de su hermano. Pero intenté ser positivo.

-Seguro que está bien y todo ha sido un malentendido - Isco soltó una risa socarrona.

-No viste su cara cuando su hermano le dijo aquello. Se quedó... - Isco tuvo que detenerse antes de seguir - pálida, en shock, no sabía cómo reaccionar, no sabía si reír o llorar. Marco tenía miedo, pude sentirlo y no hice nada.

Apreté los puños contra el volante y me enderecé.

-Joder, va a estar bien Isco, de verdad.

No dijo nada, asintió con la cabeza y continuó mirando por la ventana. Aparcamos lo más rápido que pudimos, corriendo hacia su portal y esperando a que algún vecino abriera la maldita puerta para poder pasar porque nadie respondía al telefonillo.

A los pocos minutos, una mujer salió del portal y entramos corriendo, subiendo las escaleras y parándonos en seco al ver la puerta del piso de Daniella forzada.

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Holaaaa! Espero que os haya gustado el nuevo capítulo. No podré subir hasta dentro de una semana más o menos ya que me voy de viaje y estaré sin conexión a Internet.

Lo siento muchísimo, por eso espero que hayáis disfrutado de este capítulo.

Muchas gracias por leer! 💕💕🙈🙈

"Again" // Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora