Viva, más viva que nunca, así me sentía después del último concierto de la gira y de vuelta a Madrid. Había sido una gira muy larga, demasiadas ciudades en muy poco tiempo y tenía muchas ganas de una semana de vacaciones. Mientras planeaba mis días de descanso sonó el teléfono. Se acabó mi descanso.
- - Malú, mañana tenemos comida con la discográfica para celebrar el éxito. – Me dijo mi representante al otro lado de la línea.
- - ¿A qué hora es? Estoy cansada, son las tres de la mañana y aún no he llegado a casa. – Contesté cansada.
- - Sobre las dos de la tarde donde siempre, no llegues tarde.
David colgó el teléfono, así era él. No tenía tiempo para conversaciones largas, estaba demasiado ocupado organizando la vida de los demás. David era un hombre de 35 años, moreno de ojos azules, muy atractivo y totalmente prohibido para mí. Llevaba trabajando con él seis años y estaba enamoradísimo de su mujer. Una lástima que yo lo estuviera de él.
Seguí conduciendo, pensando en lo idiota que fui cuando lo rechacé y lo dejé escapar por mi miedo a una relación, a que me volvieran a romper el corazón. Llegué a casa sobre las cuatro de la mañana, saludé a mis perras, me duché y me acosté, necesitaba descansar. El día siguiente sería un día muy largo, observando a David con su familia y viendo como miraba a su mujer.
El sonido del teléfono me despertó. Miré la hora en el reloj de la mesita, las 9:30 ¿Qué clase de persona llama a un ser humano a esas horas? Más dormida que despierta cogí el teléfono sin mirar siquiera quien llamaba.
- -- ¿Qué? – dije irritada.
- -Malú, tienes que venir a la discográfica, hay problemas. – Era David, como no. Jamás he conocido una persona más fría que él
- - Buenos días para ti también ¿qué pasa ahora?-
- -Tus vacaciones tendrán que esperar, nuevo concierto en México. Ven YA – me ordenó y colgó sin más. A veces más que mi representante parecía mi padre.
Me quedé cinco minutos más en la cama pensando cómo sería si me hubiese llamado para darme los buenos días pero, claro, para David yo solo era un activo más de la discográfica. Algo con lo que sacar dinero.
Me costó la vida levantarme y andar hacia el baño para darme una ducha. Encendí la luz del baño y me quedé ciega. Nota mental: cambiar la bombilla por una de menos potencia. Llevaba años tomando esa nota mental todas las mañanas pero nunca la cambiaba. Tras la ducha bajé a la cocina me preparé un café, comí una manzana y cogí mi audi dirección discográfica, “a ver a mi guapo y serio amor imposible” pensé resignada.
- - Buenos días, guapa – Me dijo el chico de recepción nada más llegar.
- -Buenos días, guapo – Era nuestra forma de saludarnos desde que empezó a trabajar para Sony.
- - - ¿Preparada para un día entre jefazos?
- - No me lo recuerdes, estoy cansadísima. – Contesté torciendo el gesto y haciendo pucheros.– Necesito mis vacaciones ya.
Tras la breve conversación con Lucas, el chico de recepción, me dirigí hacia el ascensor que me llevaría a la planta donde me esperaban los jefazos.
- - Malú, vamos, nos están esperando en la sala de reuniones – dijo David nada más verme.
- - ¿Me darás los buenos días alguna vez? – pregunté medio en broma medio en serio.
- -No hay tiempo, vamos, vamos, tenemos prisa.
Se colocó detrás de mí mientras yo caminaba hacia la sala de reuniones poniendo una de mis mejores sonrisas fingidas. Al fin y al cabo la música es mi vida y un concierto en México siempre significaba un paso más en mi carrera. No perdería lo oportunidad por haber sido tan idiota de enamorarme de mi representante.
Llegué a la puerta de la sala de reuniones y sin esperarlo David me tapó los ojos con sus manos, esas manos con las que tanto he soñado. Inmediatamente sentí un escalofrío recorrer mi espalda y como se erizaban los pelos de la nuca.
- - ¿Qué coño haces? Me vas a estropear el maquillaje.
- - Calla, quejica, a esta reunión tú debes entrar así. Es una sorpresa.
- - ¡Déjame!¡Quita las manos! No me gustan las sorpresas – contesté deseando que no las quitara, que siguiera tocándome. Me encantaba su olor a loción para despues del afeitado y perfume.
- - Shh, esta te gustará.
Noté como hacía malabares para abrir la puerta sin destaparme los ojos y como me empujaba con su pecho en la espalda para que entrara a la sala. No pude evitar apoyarme en su pecho, se le marcaban todos los músculos, algunos que ni sabía que existían.
Me destapó los ojos despacio, muy despacio. No sé si eran imaginaciones mías o mis ganas de que fuera cierto pero aprovechó la oportunidad para pegarse más a mí.
- -¡SORPRESAAAAAAAAAAA!!!!! –
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GUERRA FÍA
RomanceMi vida puede llegar a ser muy complicada. Vivo encima de un escenario sin tiempo para el amor pero ¿qué pasa cuando te enamoras de tu representante, un hombre que está casado, o cuando el destino te pone delante el que puede ser el amor de tu vida...