GUERRA FÍA

CAPÍTULO 14. LA VERDAD

Volvía en coche a casa escuchando música. En ese momento sonaba una tal Malú en la radio, una voz que a mí me parecía mágica y no podía entender como a Lucía, la chica con la que pasé aquel maravilloso día, no le gustaba. Recordé todo lo que pasamos juntos, fue un día especial. Su sonrisa se había tatuado en mi piel, cada vez que cerraba los ojos la veía a ella riendo. Desapareció, sin dar explicaciones. Había pasado un mes y aún no la había visto. Volví a esa playa donde me presenté todos los días esperando verla pero ella no apareció. Supuse que había vuelto a Madrid. Hice todo lo posible por no pensar en ella pero cada vez que escuchaba una canción de las que había escuchado con ella, volvía a mi mente. La llevaba en mi mente desesperadamente, como en ese momento cantaba Malú. Mi teléfono sonó y no pude evitar pensar en que quizás, fuese ella. Cada vez que el móvil sonaba quería que fuese ella para darme alguna explicación.

-       Seth, ¿has cogido los papeles que necesitamos presentar mañana? – no era Lucía, era mi nueva secretaria. Una joven de 23 años muy guapa y trabajadora.

-       Sí, Noemí. Lo tengo todo listo. Sólo falta la firma del dueño de la empresa y la compra está hecha. – contesté.

-       Vale, gracias. No los veía por ninguna parte. Mañana nos vemos. – Noemí colgó y yo seguí escuchando la radio.

La canción terminó y el locutor dijo que había una noticia muy importante sobre Malú.

“Pues como decía tenemos noticias sobre nuestra querida Malú. Al parecer ha sufrido un accidente. Sabemos que se encuentra en el hospital y qué está fuera de peligro pero no sabemos el alcance de las lesiones. Según nos han informado desde su discográfica se cancela la grabación del disco hasta que se recupere del todo. Lo sentimos por todos sus fans, o familia, como ella los suele llamar. Maluleros tendréis que esperar a que la jefa se recupere para escuchar sus nuevas canciones. Y a ti Malú, te mandamos toda la fuerza del mundo para que te mejores pronto y un besazo enorme.”

No entendí por qué pero tras esa noticia me preocupé. Había escuchado más canciones de Malú y esperaba poder verla algún día en concierto, su voz era mágica y sus letras en estos momentos me venían muy bien. Muchas me recordaban a Lucía.

Me di cuenta de que aún no le había puesto cara a Malú, solo la había escuchado en la radio. En cuanto llegase a casa miraría por internet, a ver si era tan guapa como su voz sugería.

Metí el coche en el garaje y salí de él con mi maletín. El día siguiente era muy importante, podría cerrar un contrato de miles de euros para mi empresa. Me encantaba España y la nueva empresa. No tenía que trabajar para el marido de mi madre y me iba muy bien. Entré a casa, eché de menos que no hubiera nadie esperándome e, incluso, me sentí solo. Antes de venir a España vivía con mi prometida y ella siempre me esperaba con la cena hecha y un beso. Me quité la corbata y me acomodé en el sofá con una cerveza mientras esperaba que mi ordenador se encendiera. Quería ponerle cara a Malú.

Cuando el pc se encendió abrí el buscador y rápidamente tecleé “Malú”. El primer enlace que surgió fue el de wikipedia. Cliqué y miré la foto que acompañaba al artículo.

Mis ojos y mi boca se abrieron desmesuradamente. No podía ser verdad.