CAPÍTULO 31. ASÍ LO HARÉ

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BUENOO COMO LO PROMETIDO ES DEUDA AQUÍ TENEÍS UN CAPÍTULO LARGUITO ESPECIAL. QUIERO DEDICAOSLO A TODOS VOSOTROS, LOS QUE USAIS VUESTRO TIEMPO PARA LEER ESTO PERO EN ESPECIAL A MIS VICIADAS NOVELERAS, ELLAS SON LAS QUE ME ANIMAN CADA DÍA A SEGUIR ESCRIBIENDO CON SUS BONITAS PALABRAS. ESPERO QUE ESTE CAPÍTULO OS GUSTE Y MUCHÍSIMAS GRACIAS POR VUESTRO ÁNIMO Y POR ESOS 100 SEGUIDORES EN TWITTER.

@NovelaGuerraFri

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Seth me miraba fijamente, tanto que hasta me despertó. Seguí con los ojos cerrados notando como dibujaba con sus dedos el tribal de mi espalda. Me hacía cosquillas pero la sensación era maravillosa. Estaba completamente desnuda en su cama, tumbada boca abajo. Después de una intensa noche de sexo, porque eso era lo que habíamos tenido. Ambos sabíamos que no habíamos hecho el amor, solo era sexo, y del bueno…  Ese tipo de sexo alucinante sin inhibiciones, sin vergüenza y con una persona que se preocupa más por tú placer que por el suyo propio. Solo pensar en lo que habíamos hecho hacía que me entrase calor por el cuerpo.

-       Sé que estás despierta – dijo Seth.

-       Deja de mirarme – le contesté.

-       Es romántico – aún sin abrir los ojos pude intuir la perfecta sonrisa que estaba en sus labios.

-       Es raro, da miedo. – Abrí los ojos y sí, estaba sonriendo con esa media sonrisa que me volvía loca – Buenos días.

-       Buenos días, guapa – me dio un suave beso en los labios.

-       ¿Llevas mucho tiempo despierto? ¿Qué hora es? – mis ojos se negaban a permanecer abiertos.

-       Las diez de la mañana, llevo ya un rato despierto. ¿Sabes que hablas en sueños y te mueves mucho? – preguntó.

-       ¿Qué he dicho? – abrí los ojos alarmada. No recordaba qué había soñado y me daba miedo lo que podía haber dicho.

-       Nada preocupante pero haces unos gestos muy monos cuando duermes – su mano seguía trazando mi tatuaje. Lo miraba curioso - ¿Te puedo hacer una pregunta? Me ronda por la cabeza observándote.

-       Dispara.

-       ¿Por qué llevas tantos tatuajes? – tenía el ceño arrugado, este chico pensaba demasiado.

-       Dicen que el dolor físico alivia el mental, supongo que es cierto – contesté sincera. – Son marcas de guerra.

-       ¿Ganadas o perdidas? – cuando se interesaba por algo, preguntaba hasta la saciedad, quería saber todos los detalles.

-       Ganadas, siempre ganadas – levante un brazo y me aparté el pelo de la nuca – Este me lo hice cuando estuve a punto de morir, cuando me reventó la vesícula y me operaron a vida o muerte. Ahí decidí vivir un poco y comenzar a disfrutar. Fue en plena gira “desafío”. Me di cuenta que vivía por y para mi trabajo y que no disfrutaba de la vida. Vivir a veces es un gran desafío y quise tatuarme para recordarlo, para recordarme que a pesar de que los escenarios y la música son mi vida también tengo que parar un poco y pensar en mí.

-       Entiendo… - contestó simplemente. - ¿Y los de los brazos? – ahora acariciaba las letras árabes de mis brazos.

-       Más batallas ganadas. Son las iniciales de las personas más importantes de mi vida. Vero, mi mejor amiga – una sonrisa salió de mi boca al pensar en ella – fue la persona que me cuidó cuando salí del hospital. Más que una amiga, es una hermana. Las demás son las iniciales de mis padres y mis hermanos.

GUERRA FÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora