4. ¿Quién eres?

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Transcurrió otra semana y en ella el maestro de Química pidió un proyecto con algo parecido a una tabla, yo que sé, de todos modos, Dahyun lo hará por mí sin problemas

Por otro lado, Nayeon sigue tirando el desayuno a varios compañeros y algunas veces yo, Mina sólo se limita a reír pues en sus palabras ella no tiene la suficiente fuerza como para empujar a alguien de esa forma, y le creo, ella es más de actitudes frías e hirientes, mientras tanto Nayeon y yo somos un poco más de acciones.
Pero, debo admitir que aunque en el momento me cause gracia, en el fondo me da un poco de lástima, pensé en lo injusta y difícil que es la vida estudiantil sobre todo con nosotros aquí haciéndoles la vida aún más complicada...

En fin, la vida es así, nadie dijo que la vida fuera justa ¿Cierto?


En otras noticias, mis padres llegaron más tarde de lo que acordaron pero no me interesó. Sinceramente dejó de hacerlo hace muchos años, mientras me dejen en paz yo haré lo mismo con ellos, aunque los orientadores no los dejen tranquilos, es su problema, no tanto el mío, deberían dejar de tomarse la molestia de darme la suficiente atención y energía para que “mejore académicamente” cuando no es de mi interés, tal vez deban aprender cuando alguien es un caso perdido y en su lugar enfoquen esa energía en alguien que sí pueda y sepa aprovechar las oportunidades.


Llegué a la escuela, me despedí del chófer y entré, Nayeon ya me estaba esperando junto a Mina; nos iríamos de pinta, otra vez.

La rutina así es cansada, salir de pinta donde casi siempre es lo mismo, de regresar corriendo para aprobar la asistencia de mis clases, ya me cansé un poco de estar en este grupo que no hace nada más que ir a fiestas, tomar hasta vomitar… Ya me cansé de hacer lo mismo todos los días, espero que algo comience a ser nuevo o interesante porque estoy en mi límite, es como si viviera el mismo día una y otra vez. Entiendo que así soy y así me siento "bien", mi nana me ha dicho que es por la falta de atención y cariño de mis padres... Yo no creo eso, lo que ellos hagan ahora me vale una mierda, desde los diez años que conocí a Nayeon la parte afectiva nunca me hizo falta; no porque ella me la diera sino porque me enseñó a llenarlo viendo a los demás sufrir; haciéndolos sufrir, es incorrecto, pero en mis peores días me llena, como ya lo he dicho antes.

Corrí por los pasillos, como habitualmente lo hacía para llegar a la clase de matemáticas donde, de nuevo, no entendí ni un carajo lo que explicó en la hora entera, en el gran pasillo de siempre Dahyun se acercó a mí, me entrego el proyecto de Química así que proveché para pedirle que me hiciera los ejercicios de matemáticas, y ella aceptó sin problema alguno, así que un pendiente menos, ojalá los profesores no noten que ella es realmente la que hace las cosas por mí, o si lo han hecho no dicen nada.
Por alguna razón Kim se veía peor de lo que normalmente se ve, su voz sonaba apagada, esta vez me sonrió tristemente y me vi en la necesidad de corresponder por primera vez, pero sin darle las gracias, como siempre.

Me dirigí hacia la cafetería debido a que era la hora del almuerzo y realmente pensé que Nayeon no le tiraría el desayuno a nadie pero me equivoqué, a su lado izquierdo pasó una chica a la cual no había visto antes: cabello negro y largo con flequillo, ojos grandes, estatura alta (al menos por unos cuantos centímetros), cuerpo lindo y piel blanca, muy bien cuidada.

Cuando la chica pasó al lado de Nayeon ésta de un codazo tiró la bandeja con su respectivo desayuno para después empujarla a ella que cayó sobre el jugo de naranja, y por consecuencia se mojó la falda, todos reían a carcajadas, pero por alguna extraña razón, yo no, esta vez no me causó gracia en absoluto, me limité a observar y mostrar una sonrisa forzada, la chica volteó a verme y segundos después salió corriendo. Me llegó el impulso de seguirla y cuando estaba a punto de hacerlo Nayeon me detuvo.

—¿Qué pasó Sana? ¿No te causó gracia? —si ella lo notó, los demás también, estaba a punto de responder cuando volvió a interrogar— ¿A dónde ibas?

—A ningún lado —mentí y traté que mi voz sonara lo más normal posible a pesar de que los nervios me consumían.

—Okey, vámonos —dicho esto comenzó a avanzar sin esperar mi respuesta. No importaba, agradecí que desechó la razón por la cual no me reí y me enfoqué en mi desayuno, solo hasta que llegó Mark porque se la pasó abrazándome y besándome, como si quisiera recuperar el tiempo que no nos vimos gracias a que salía de pinta con mis amigas y él se metía en quién sabe dónde.
Estaba bien, mientras no fuera con otra chica.

En la conversación me aburrí y puse como pretexto ir al baño al cual me dirigí para solo lavar mi cara y despejarme un poco. Estaba a punto de salir cuando choqué con el cuerpo de una chica más alta que yo, me empujó y cerró la puerta con llave, levanté la cara para verla... Era Chou Tzuyu. No estaba de humor para sus cosas.

—¿¡Qué te pasa idiota!? No sabía que tenías tantas agallas —ni siquiera se inmutó, rodé los ojos. Estaba a punto de esquivarla para salir, pero me sorprendió tomándome por los hombros empujándome contra la pared y por fin habló.

—Mejor dicho ¿¡Qué demonios te pasa a ti!? —su agarre se intensificó así que aparté sus manos.

—¡Tú fuiste la que llegó aquí como maldita loca! Mi pobre cabello —fue su turno de hacer un desdén.

—¡No me digas que no sabes de lo que hablo! —me señaló acusatoriamente.

—¡No lo sé maldita sea! Estás como una verdadera loca.

—¡Dahyun! —gritó—. Quiero que dejes de encargarle tus tareas —y finalmente suavizó el tono en el que se dirigía hacia mí.

—¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Solo por qué lo dices tú? Por favor, ambas nos beneficiamos y ella no se ha quejado.

—¡Anoche no durmió por hacer tu maldito proyecto!

—¡Que bien! Fíjate que no me importa —me dirigí a la puerta y antes de salir habló.

—Eres una mierda de persona, Sana, espero que lo sepas y lo tengas más que presente —la ignoré y volví a la cafetería.

No haré caso a que Dahyun deje de hacer mis tareas, tal vez si ella llega a quejarse conmigo sea tiempo de su remplazo y respecto a lo último que salió de su boca, claro que lo sabía, no necesitaba recordármelo, pero la gran diferencia entre ella y yo se encontraba en que a ella nadie la quería ni la conocía en esta escuela aunque se esforzara por ser una estudiante modelo, todo lo contrario a mí, que sin esfuerzo alguno lograba que la gente alrededor me conociera y quisiera estar cerca de mí.

Llegué a la cafetería con mis amigos, Mark me rodeó con un brazo y tocó mi hombro, di un salto de dolor, esa idiota me había lastimado.

—¿Qué te pasó, linda? —trató de levantar el suéter para ver, pero retiré su mano con tranquilidad.

—Nada, no te preocupes —asintió y tomó mi mano.

Mark se preocupa por mí y siente afecto hacia mí, pero no es amor, ambos lo sabemos, y, aun así, no sabemos la razón del por qué seguimos juntos, tal vez es porque nos sentimos muy cómodos con la presencia del otro o simplemente estamos acostumbrados a permanecer juntos, sin sentimientos importantes de por medio.
Ninguna de mis amigas sabe acerca de mis sentimientos por Mark, y lo que he descubierto estas últimas semanas, pero no pienso decirles ya que seguramente tratarán de hacerme cambiar de opinión solo porque se trata del chico más apuesto y popular, no pueden quedarse sin su pareja estrella y los tontos apuestos amigos de mi novio.

Cuando la escuela terminó fui la primera en salir corriendo, sin decirle nada a Nayeon y Mina que seguramente se encontraban perdiendo el tiempo en el estacionamiento con chicos o solas. Llegué a casa y como siempre fui directamente a mi habitación. Esta vez no tenía nada que hacer, no había fiestas, salidas, tareas, nada, tal vez algo diferente a lo de siempre se estaba cumpliendo, pero no quería que fuera así de aburrido.

Me limité a pasear por el extenso jardín de la casa y sentarme a contemplar el agua de la alberca... No he podido meterme ya que le tengo miedo al agua, no sé nadar y mis padres la colocaron para las reuniones de sus amigos.

En la tranquilidad que había en el jardín me llegó el recuerdo de la chica a la que hoy Nayeon le tiró el desayuno, se veía muy temerosa antes de que Nayeon le tirara el desayuno y cuando lo hizo en verdad pude sentir algo cuando me miró a los ojos... Era como si la conociera de antes, fue electrizante... Espera ¿Qué estába pensando? Yo no soy lesbiana. No, no, no. Tal vez fue otra cosa ¡Agh! Mañana me encargaría de buscarla, tal vez es la simple curiosidad de una chica nueva en a escuela.


Smile For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora