Smile For Me | Samo

11. ¿Quién te hizo esto?

Después de esperar a Momo en la biblioteca al terminar las clases y nunca verla llegar recibí una llamada de Mina que me invitaba a comer junto a Nayeon, en sus palabras se trataba de algo tranquilo, así que después de llevar 20 minutos esperando a Hirai y no verla por ningún lado o con intenciones de llegar a la asesoría, fue que decidí aceptar y salir hacia mi restaurante favorito.
Todo iba bien, conversamos tranquilamente hasta que mis pensamientos se ocuparon de la razón del por qué Momo no había llegado y me perdí de la conversación hasta que una frase me sacó de mis pensamientos.

—Tenemos que dejarle muy en claro a Momo que nadie se mete con nosotras —comenzó Nayeon.

—Apoyo la causa —habló Mina con la boca llena— ¿Tú qué opinas Sana?

—Da igual —me encogí de hombros.

—¿Estas hablando en serio? —Nayeon parecía realmente sorprendida.

—Si, ¿Por qué?

—Mina, esta no es Sana, no es nuestra amiga —comenzó a dramatizar.

—¿Qué le hiciste a nuestra amiga? —preguntó Mina, obviamente fingiendo y siguiéndole el juego a Nayeon.

—Soy yo tontas, es sólo que creo que ya es suficiente con Momo.

—¡Claro que no! Es una muy buena diversión.
—Déjalo en nuestras manos Sanita, idearemos un plan para mañana —Nayeon me guiñó un ojo y yo asentí, aunque no tenía idea de qué podrían hacer.

[...]

Saliendo de la primera hora de clases me encontré con Nayeon y Mina quienes no querían decirme ni una sola palabra respecto al plan que tenían para molestar a Momo y eso terminó por frustrarme debido a que no tendré cómo evitarlo o hacer un cambio para que no resulte como lo esperan.

—Es una sorpresa Sana, estoy segura de que vas a disfrutarlo mucho —me aseguró Nayeon—. Por cierto, tengo una pregunta para ti.

—¿Cuál? —de ahora en adelante debía que tener cuidado con todo lo que pregunta Nayeon.

—¿Por qué no nos contaste que habías terminado con Mark?

—No tenía importancia, por eso.

—¡Joder Sana! ¡Ese tipo estaba re bueno!

—¿¡Cómo es que lo dejaste!? —preguntó Mina, ambas estaban en shock.

—Ya era aburrido, no es para tanto, además era un idiota —solté sin más, y era la verdad.

—Un idiota muy apuesto —dijo Mina y Nayeon asintió dándole la razón.

—Cambiando de tema ¿Nos vamos de pinta? Ya saben, esta vez regresamos poco antes del almuerzo —propuso Nayeon.

—Claro ¿Por qué no? —de nuevo la sonrisa de conejo. Salimos de la escuela y fuimos al centro comercial de siempre, compramos un helado y nos dispusimos a admirar a la gente pasar, no había más cosas que hacer después de todo.

Después de un rato Nayeon miró la hora en su teléfono y se levantó de un salto.

—Ya tenemos que irnos, se hace tarde.