37. ¿Venganza a medias?

1.5K 143 58
                                    

5:00 AM.

Mi teléfono comenzó a vibrar acompañado de un tema musical de Ariana grande.

Eso significaba una cosa... Ya era hora de despertar e ir a la escuela.

Traté de levantarme, pero los delgados y hermosos brazos de Momo se encontraban aferrados a mí y su cabeza recargada sobre mi nuca. Inconscientemente sonreí y me giré hacia ella.

Su rostro emanaba una preciosa tranquilidad y sus labios entreabiertos le daban un aspecto angelical.

—Momoring —llamé mientras peinaba un mechón rebelde de su rostro y lo colocaba detrás de su oreja con suma delicadeza.

Aquella vista aceleraba a mi corazón completamente enamorado de Momo.

—Mi amor, ya son las cinco de la mañana; es hora de despertar —besé su frente y comencé a acariciar su cabello, notando cómo su respiración regresaba a la normalidad y su expresión de tranquilidad comenzaba a disiparse, indicándome su lindo despertar.

—¿Tenemos que ir? —cuestionó mientras me abrazaba y se acurrucaba nuevamente sobre mí, como si fuera un peluche.

Reí ante la actitud tan infantil de mi novia.

—Sí, no debemos perder clases.

—¿Desde cuándo no quieres faltar?

—Y tú, ¿Desde cuándo quieres faltar? —soltó un quejido infantil a forma de berrinche.

—Porque estoy contigo, quiero quedarme así.

—Solo cinco minutos —asintió y besó mi cuello.

—Te amo.

—Yo más, Momoring.

Exactamente 5 minutos después me levanté y preparé los uniformes.

—Voy a bañarme, Momoring —ella aún se encontraba en la cama, pero apenas terminé de decir aquello se levantó con rapidez.

—Me baño contigo —reí provocando que sus mejillas se tornaran rojas—. Qu-quise decir que... Bueno, ¿Podemos bañarnos juntas? —la besé y asentí.

De esa forma tomamos una ducha juntas, no era nuevo, pero no podíamos parar de sonrojarnos, aun así, fue lindo, como siempre. Nos alistamos rápidamente para la escuela y juntas salimos por el auto.

Al llegar a la escuela tenía un claro objetivo: buscar a Nayeon.

¿Por qué? Era simple, había pensado mucho sobre quién mandó nuestras fotos y todo me arrojaba a ella, pues era la única que conocía a la perfección a mis padres.

—Te llevo al salón —le dije a Momo mientras tomaba sus cosas.

—¿Tú no vas a entrar?

—Sabes que tengo pendientes.

—No los hagas, no vale la pena.

—Claro que lo vale, además, aquel día en la fiesta de Tae le juré a Nayeon que si te tocaba acabaría en el maldito hospital, y lo cumpliré —la preocupación inundó su rostro así que llevé una de mis manos a su mejilla y la acaricié mientras me acercaba para darle un pequeño y tierno beso—. No te preocupes por mí, todo estará bien, lo prometo —asintió.

—Cuídate mucho por favor.

—Eso haré.

La llevé al salón de caligrafía y rápidamente comencé mi búsqueda por toda la escuela la cual no parecía progresar hasta que llegué al baño ubicado al lado del salón de inglés... Escuché pequeños susurros y decidí entrar con sigilo hacia el cubículo de al lado, subiendo al retrete para poder mirar.

Smile For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora