Smile For Me | Samo

34. ¿Qué es esto?

⚠️Es necesario que se queden hasta el final del capítulo.

Pueden iniciar con su lectura.❤️

Sana POV

Un pequeño rayito de luz iluminó mi rostro haciéndome despertar. Con cuidado abrí los ojos y recordé todo lo que había pasado el día de ayer.

Ahora, me encontraba desnuda, con el cuerpo de Momo, igualmente desnudo, contra el mío, abrazándome con amor, porque era lo único que sentía después de lo que sucedió anoche; no tuvimos sexo, hicimos el amor.

Me giré hacia Momo encontrando su rostro con un semblante sereno a juego con su blanco e inocente tono de piel, acompañando su débil respiración.

Peiné el rebelde mechón de cabello que irrumpía en su rostro y lo coloqué detrás de su oreja, lo cual pareció interrumpir su lindo sueño.

—Buenos días princesa —su voz ronca y su mirada adormilada, pero amorosa a la vez, me hicieron explotar de amor.

No podía creer que alguien como Momo me amara tanto como yo a ella, parecía irreal, algo que no merecía.

—Buenos días cariño —me acomodé sobre su pecho con una sonrisa—. ¿Dormiste bien?

—Mejor que nunca —sus brazos me rodearon—, pero hay un pequeño problema.

—¿Cuál?

—¿Y mi beso de buenos días? —reí y besé su mentón—Amor... —regañó.

—Ya, ya voy, bebé —subí hasta quedar a la altura de su rostro y besé sus labios con dulzura.

—Te amo —susurró con cariño.

—Yo también te amo, más de lo que te imaginas —descansé su frente sobre la mía, amando la hermosa paz que me transmitía el tenerla cerca, quería quedarme así con ella para siempre, tenerla así sobre mis brazos sin importar qué.

Minutos después ambas nos levantamos y decidimos tomar una ducha juntas, era sábado y no teníamos que preocuparnos de nada.

Le presté un conjunto de ropa a Momo y volvimos a la cama donde en poco tiempo ella volvió a quedarse completamente dormida, mostrándome lo poco que había descansado en tres semanas.

Me levanté con cuidado de no despertarla y fui a hacia la cocina.

Mei me miró extrañada cuando comencé a sacar los ingredientes para preparar Hot Cakes.

—Si los quiere solo tiene que pedirlos —negué.

—Yo los hago Mei, tranquila.

—¿Está segura? —asentí.

—Estoy segura, gracias —sonrió y se retiró de la cocina.

A pesar de tener cocinera yo sabía hacer cosas por mi cuenta, siempre miraba como el personal de la casa hacia sus tareas, y eso bastaba para aprender, a veces, porque en una ocasión casi incendié la cocina por creer que podía preparar lo mismo que Mei. Pero esta vez se trataba de algo simple, no tenía de qué preocuparme.

Cuando tuve cinco Hot Cakes en cada plato les coloqué Nutella y un poco de chispas de colores, tomé la mesita plegable que se encontraba en la alacena y controlando mi torpeza subí y dejé la mesita en el escritorio.

Momo aún seguía dormida así que me senté con cuidado sobre ella, colocando mis piernas a sus costados.

—Bebé... —susurré y ella respondió con un monosílabo, sin intenciones de levantarse, entonces comencé a dejar pequeños besos sobre todo su rostro.