Smile For Me | Samo

For.

Sana POV.

—¿Quién nos está siguiendo? —cuestionó en un susurro mientras me seguía la corriente.

—Creo que es el guardaespaldas de mi papá —respondí en el mismo tono, dirigiéndonos hacia el elevador.

Era realmente obvio que aquel hombre solo, robusto y de traje que nos seguía era por obra de mi padre, o incluso de mi madre. Se supone que tenía que hablar con ellos ayer, pero no lo hice y por ello necesitan saber dónde estoy para llevarme de vuelta.

Suerte que me percaté de ello y fallarán en el intento.

Las puertas del elevador se abrieron y el hombre se quedó a unos metros de distancia.

—¿A qué piso quieres mandarlos en caso de que vengan por nosotros después? —Momo sonrió y presionó el botón del piso 16—. Buena elección, mi amor —rió levemente antes de tomar mi mentón y besarme.

—Ahora ¿Cuál es el plan?

Me sentía jodidamente bien, feliz y con adrenalina corriendo por todo mi cuerpo, el hecho de pensar que estaba engañando y frustrando el plan de mis padres me hacía sentir contenta, realmente en control de mi vida y de mí.

—Bueno, saldremos y nos colocaremos a un lado del elevador, y cuando el sujeto salga esperaremos a que registre cada habitación y cuando llegue al medio de ellas corremos hacia las escaleras y después tomamos el elevador del piso 15, ¿Te parece? —asintió.

—Perfecto.

Las puertas se abrieron y seguimos el plan al pie de la letra, y cuando las puertas del último elevador que tomamos se abrieron corrimos con gran velocidad hacia el auto para dirigirnos hacia nuestro verdadero hotel.

En el camino reíamos y tratábamos de normalizar nuestras respiraciones.

—Wow... Eso estuvo de locos —comentó aún sin aliento.

Sonreí antes de asentir y darle la razón.

Entramos con calma a nuestro hotel y a nuestra habitación, una vez dentro Momo se sentó sobre el pequeño sillón y suspiró. Yo la imité, pero sobre la cama.

—¡Jeongyeon! —gritó de repente.

—¿Ehhh? ¿Jeongyeon qué?

—Lo que pasó con Nayeon, no hablamos con Jeong.

—¡Mierda! Es verdad.

—No digas groserías.

—Cierto, lo siento bebé —sonrió y asintió aceptando mis disculpas.

—Vamos a llamarla.

—Claro —me levanté y saqué el celular de mi mochila para dárselo a Momo y que pudiera hacer una videollamada con ella.

El primer tono fue rechazado pero el segundo lo tomó permitiendo que viéramos su rostro.

—¡Jeong! ¿Cómo estás? ¿Todo bien? —Momo fue la primera en hablar.

La pelicorto asintió y colocó el celular en algún lugar para apoyarlo.

—Sí, gracias.

—Lo lamento mucho Jeongyeon... —me disculpé e hice una pequeña reverencia.

—No te preocupes, Sana.

—¿Segura? ¿Pasó algo?

Jeongyeon dudó antes de responder.

—Nayeon me buscó y habló conmigo... —suspiró y recargó su frente en la mesa delante de ella—. Dijo que lo lamentaba mucho, y en ningún momento negó sus sentimientos... Realmente era otra, nunca la había visto así, incluso tomó mi mano y pidió disculpas por el año entero que me molestó.