16. Promesa.

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—Pensé que ya no ibas a mentirme, déjame ver —iba a tomar su brazo para subir el suéter que llevaba puesto pero retrocedió bruscamente.

—¡No me t-toques! —su respiración se volvió pesada y pánico se notaba en sus ojos, traté de acercarme más a ella pero volvió a retroceder.

—Tranquila, Momo... No voy a hacerte daño —negó—. Entonces no voy a tocarte, hazlo tú. Pero déjame ver... Déjame ayudarte.

—No es nada.

—¿Entonces por qué no me dejas ver?

—Por nada Sana, déjame en paz.-

—¿¡Por qué no dejas que las personas te ayuden!? Solo me preocupo por tí, maldita sea.

—Pues no lo hagas, es un desperdicio.

—Cuando se trata de ti nada es un desperdicio, Momo.

—Lo es, todos lo dicen y yo misma me he dado cuenta, nadie puede ayudarme.

—¿Quienes son todos? ¿Sólo Nayeon? Por dios Momo, ella es una idiota, ella es un verdadero desperdicio al lado de ti —unas cuántas lágrimas bajaron por sus mejillas.

—Sana perdón, soy tan patética y llena de problemas.

—Deja de herirte a ti misma de esa forma... —me acerqué a ella y la mire a los ojos buscando aprobación para tomar su mano lo cual recibí—. Eres maravillosa, eres inteligente, bonita, talentosa, generosa... Momo, eres perfecta y no dejes que nadie te diga lo contrario ¿Si? —asintió—. ¿Vas a dejarme ver tu brazo? —volvió a asentir, soltó mi mano y subió la manga de su suéter dejando ver su brazo izquierdo lleno de moretones—. ¿Nayeon? —asintió, y me sentí tan estúpida por no haberla ayudado antes—. Lo siento tanto, Momo, es mi culpa.

Bajé la mirada y un nudo enorme se formó en mi garganta, ya no podía ver bien la expresión de Momo por culpa de las lágrimas que comenzaban a acumularse en mis ojos, mis labios comenzaron a temblar y al mismo tiempo un sollozo salió de ellos mientras lágrimas bajaban por mis mejillas... Por mi culpa una persona está sufriendo; y no cualquier persona, se trata de una persona que en poco tiempo se ha vuelto importante en mi vida.

—Sana no llores, no es tu culpa —y se acercó a mí, no lo bastante cerca para tocarme pero si lo suficiente para que pudiera notar la proximidad de su cuerpo... Después sentí sus cálidas y suaves manos sobre mis mejillas para que la mirara a los ojos; una oleada de calor me recorrió desde las puntas de los pies hasta las mejillas, y un pequeño cosquilleo se hizo presente en mi estómago.
Con sus pulgares limpió las lágrimas que tenía en mis mejillas.

—Pero es mi culpa, Momo —negó.

—Promete que me dirás cualquier cosa que suceda.

—Prometo que lo haré si prometes que no vas a llorar por mi culpa.

—Lo prometo —sonrió, y estaría mintiendo si dijera que no pensé en besarla... Nunca me había sentido así y me alegra que sea con ella, con una persona tan pura e inocente como Momo. Y solo espero que ella sienta lo mismo—. Ahora promete que no vas a mentirme otra vez.

—No voy a mentirte, es una promesa —quitó sus manos de mis mejillas, levantó su dedo meñique y los entrelazamos para sellar la promesa.

—Cada vez que se te sientas mal puedes llamarme, ¿De acuerdo? —asintió—. Dahyun tiene mi número, puedes pedírselo cuando lo necesites.

—Gracias Sana, te quiero.

—No hay de que agradecer, yo también te quiero Momo.

Después de eso decidimos dar un pequeño paseo por aquel parque... Momo parecía realmente tranquila, miraba todo con una manera muy peculiar y linda, también pude percatarme de las veces en que me miraba a mí, y cuando la descubría ella rápidamente desviaba la mirada lo que me provocaba una felicidad inmensa... Tal vez ella siente lo mismo.



[...]



Al día siguiente no paraban de llegarme mensajes de Mina; básicamente en todos me pedía que me disculpara con Nayeon ya que estaba realmente molesta, pero no me importa, ya no pienso dejarla lastimar a nadie. Después me llamó y no vi el porque no atender su llamada.

—Sana, debes pedirle perdón.

—¿Y por qué? ¿Por decir la verdad?

—Porque se sintió mal, está enojada y triste.

—Que bien, aunque eso no iguala la manera en que se sentían todos con sus golpes y palabras.

—¿Por qué haces esto? Somos tus amigas y hemos estado juntas desde que tengo memoria —tenía unas ganas enormes de responder que hacia eso porque amo a Momo... Pero no puedo decirle, no por Nayeon. Si quiero protegerla debo ocultar esto.

—Lastimamos a los demás Mina ¿Acaso no lo ves? Nos tienen miedo.

—Claro que lo veo.

—¿Entonces por qué no paras? ¿Por qué no le pones un alto?

—Sana esto es diferente... No me agrada golpear a Momo todos los días.

—¿¡Entonces por qué lo haces!? Myoui Mina no te atrevas a mentirme —pude escuchar sollozos al otro lado de la línea y la suave voz de Mina quebrarse; y la conozco tan bien para saber que estaba negando con la cabeza como si pudiera verla—. Tranquila Mina, lo siento, no quise hacerte sentir mal —y estuve en la línea por un buen tiempo, escuchando como sollozaba y me pedía disculpas, y algunas que otras veces maldecía en japonés.

—Es difícil el porque no le pongo un alto —susurró después de un tiempo.

—Puedes confiar en mí, sea lo que sea podemos arreglarlo.

—No creo que pueda arreglarse.

—Vamos deja de ser tan pesimista y dime qué es.

—Me gusta Nayeon...






[Espacio de escritora]

Holaaa :3 les actualizo hoy porque ando de cumpleaños🎉 y ya me quedé sin algo que hacer así que no me costaba nada y también pa' que festejen conmigo uwu (ok no :'v)

Gracias por leer 🍭🌈

Smile For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora