Smile For Me | Samo

17. Ignorarte.

Momo POV

Desperté porque escuché el sonido de la puerta abrirse y a alguien entrar, sin embargo, estaba tan cansada que no me atreví a abrir los ojos para revisar de quién se trataba.
Pronto, la voz que me llamó me hizo darme cuenta que se trataba de mi hermana.

—Hermanita, ya tienes que ir a la escuela —susurró cerca de mí.

Me quejé sonoramente y traté de cubrirme completamente con las cobijas.

—No quiero ir Hana, por favor.

—¿Por qué nunca quieres ir, Momo?

Realmente no quería decirle nada a Hana sobre Nayeon, ella la conoce como una amiga de mi infancia y ni siquiera sabe que está conmigo en la escuela. Además, no quiero preocuparla, ya tiene demasiados problemas con el supuesto divorcio de mis padres (pues eso ha estado por suceder en repetidas ocasiones y nunca se concreta porque ocurre la famosa reconciliación y luna de miel) y su carga académica.

—Es solo que no me gusta este cambio de escuela, quiero ir a la anterior.

—Sabes que no pude hacer que quedaras ahí, era necesario este cambio —asentí—. Ahora cámbiate, no quiero que se te haga tarde. El desayuno ya está en la mesa, papá te llevará.

—¿Y tú?

—Yo ya tengo que irme para presentar un trabajo, pero te veo en la tarde ¿Si? —asentí—. Te quiero mucho, cuídate y estudias —besó mi frente y salió de la habitación.

Tomé mi ropa y me metí al baño para tomar una ducha, me vestí, y me arreglé para bajar a desayunar.

—Te espero en el auto, no te tardes —indicó mi padre sin mirarme, asentí y corrí a lavarme los dientes para bajar al auto, donde, como me dijo anteriormente, ya se encontraba esperando.

Nunca he tenido una buena relación con mi padre ya que él piensa que es absurdo y ridículo que los demás no puedan tocarme y que tenga que llevarme temprano a la escuela para evitar la multitud, pero realmente he luchado con esto; he intentado hacer de todo para que esto desaparezca pero siempre fracaso y es frustrante no ser normal... Aunque las únicas personas que pueden tocarme con normalidad son Hana, Dahyun, mis padres y también Sana; no sé por qué, pero de alguna forma no me siento con miedo cuando lo hace, es todo lo contrario, incluso quiero que siga haciéndolo y que ya no busque mi aprobación para el más mínimo roce, es increíble, pero la quiero, la quiero de verdad... Y amo las emociones que me provoca el tenerla cerca. La amo a ella y no tengo una razón específica, simplemente el sentimiento que me provocaba comenzó a crecer sin que me diera cuenta y finalmente pudiera darle un nombre y con ello un significado.

Cuando llegamos a la escuela mi padre solo tomó mi mano, la apretó suavemente entre las suyas y me dejó bajar del auto. Cómo siempre no había personas, así que me dirigí a mi casillero y comencé a poner el código de seguridad para abrirlo.

—Que bueno que ya llegaste, Momo —era la voz de Nayeon. Otra vez no por favor—. Estaba aburrida y mis amigas aún no llegan pero qué bueno que ya llegaste tú —tomó mi hombro y me giró hacia ella—, aunque debo decir que eres buena haciéndote la víctima, Sana se creyó todo y peleó conmigo, así que hoy no te haré nada a menos que lo provoques, solo te pediré algo a cambio, ¿Te parece? —asentí— ¿Qué te dije sobre quedarte callada? —realizó una presión con fuerza exagerada sobre mi hombro.