29. Regresan los abusos.

1.6K 159 67
                                    

Apenas vi a aquellas personas detrás de Momo rompí el beso, desconcertándola.

—¿Qué pas... —no dejé que terminara de hablar y tomé su mano para entrar apresuradamente y mezclarnos con las personas, claro, cuidando que nadie la tocara— Sana, por favor dime qué pasó —pidió mientras salíamos del bullicio.

No sabía cómo decirle, lo había arruinado todo. ¿Cómo le digo que Nayeon, Mina y Mark vieron cuando la besé?

Momo hace un tiempo me había dicho que había lugares para todo y yo no quise verlo, es más, ni siquiera me tomé la molestia de pensarlo adecuadamente.

Tenía miedo, pero no podía mentirle, habíamos prometido algo.

—Perdóname, lo arruiné —fue lo único que pude decir al cabo de unos minutos mirándola.

—¿De qué hablas?

—Tú me dijiste que había lugares para todo, ahora entiendo por qué.

—Oh vamos, Sana, ya dime qué sucedió.

—Nayeon, Mina y Mark nos vieron besándonos —apenas solté esas palabras la expresión en el rostro de mi novia cambió radicalmente, podía notar el miedo que sentía, podía sentir su pulso acelerado en su muñeca y cómo su respiración comenzaba a ser irregular.

Sabía diferenciar los ataques de ansiedad, y ahora mismo, Momo está teniendo uno.

La abracé a mí y la llevé lo más cerca que pude a una ventana para después soltarla con delicadeza y tomar con suavidad sus manos.

—Cariño, tranquila, aquí estoy bebé, respira, todo está bien —Momo asentía repetidas veces— ¿Quieres que nos vayamos? —volvió a asentir y sus lágrimas no tardaron en salir—. No llores, tranquila, puedes hacerlo, cuenta hasta diez conmigo —comencé a hacer ejercicios de respiración junto a ella hasta que logró calmarse—. Bien hecho cariño, gracias por ser tan fuerte, ahora sonríe para mi —lo hizo suavemente y besé su frente.

Ahora, el problema era avisarle a las demás que tendría que irme de la fiesta y pedirle de favor a Tzuyu que lleve a las chicas a casa cuando gusten.

—Momoring ¿Crees que podrías esperarme en el auto? Necesito buscar a las demás —su respuesta fue positiva así que sin prisas salimos por la puerta trasera, la llevé a la camioneta, le di mi chamarra y la arropé cuidadosamente.

—No tardes tanto —pidió con su tierna y linda voz.

—Te lo prometo.

Volví a adentrarme en la fiesta y pude distinguir a Tzuyu gracias a su altura, sonreí internamente y corrí hacia ella.

Estaba a menos de un metro de distancia cuando alguien tomó mi muñeca y me llevó a la barra de bebidas.

—Vaya, cuanto tiempo sin verte, ¿Te estás divirtiendo Sana? —cuestionó Mark. Hice un desdén mientras trataba de deshacerme de su agarre— ¡Nayeon, Mina, miren quién regresó a la fiesta! —a lo lejos pude distinguir a Nayeon asentir y tomar la mano de Mina para acercarse.

—Hola ardillita —saludó burlonamente, causándome unas ganas inhumanas de golpearla, y en ese momento Mark soltó mi mano—. Te vi llegar junto a tu "amiga" —hizo comillas con los dedos y sonrió—. ¿O es tu puta? —susurró muy cerca de mi rostro.

—¡No la llames así! —exclamé con ira, acercándome a ella hasta sentir su respiración chocar con la mía.

—¿Entonces es tu amiga? Porque de ser así puedes besar a Mina, o a mí sin problema alguno —suspiré tratando de contener mi ira. Tomé su brazo y lo apreté con fuerza.

Smile For Me | SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora