«LUCY»
Buscó la mano de su novio justo antes de atravesar la puerta de salida. La fiesta había llegado a su fin, todos se habían marchado y aquello significaba que llegaría la última sorpresa. Lucy no podía dejar de sentirse nerviosa, pero de un modo agradable, como cuando esperas con ansias que algo suceda, pero al mismo tiempo te da miedo que algo salga mal.
—¿Ya se van?— preguntó Clay, quién tenía una graciosa expresión de ensoñación.
—Sip, te robaré a Justin pero no te preocupes, será por unas horas— bromeó la castaña.
—Por mí te lo puedes quedar— murmuró el pelinegro fingiendo que no le preocupaba.
Justin lo observó exagerando no poder creer lo que oía. Tomándoselo personal.
—Jensen, no puedes vivir sin mí— bromeó como si fuera un hecho.
—¿Quieres ver como puedo?— se defendió el contrario, haciendo que la castaña riera.
Era increíble como después de algunos meses, Justin y Clay se trataban como verdaderos hermanos.
—Ya, vamos— tiró de la mano del chico todavía algo risueña.
—No me extrañes— Justin le guiñó un ojo divertido a Clay, quién se metió a la casa murmurando algo en voz baja.
—Lo hiciste enojar— dijo la chica sin perder el humor.
—¿Yo? Tú empezaste— le echó la culpa sin dejar de bromear. Lucy rodó los ojos, no había caso. Dentro de Justin siempre quedaría ese niño que discutía por cualquier tontería, pero siempre terminaba haciéndola reír. Como cuando eran niños y jugaban/peleaban todo el tiempo.
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Sonaron algunas canciones mientras conducía hacia el último sitio. Aunque, como no podía ser de otro modo, se disputaron el mando de la radio por algunos minutos, hasta que sintonizaron una canción que los convenció a ambos. Descendió la velocidad del auto a medida que se acercaba al lugar, de reojos intentaba ser testigo de la reacción del chico, que contemplaba todo sin comprender.
—Espera, este no es el sitio donde...?
—Sí, donde se quedó Tyler— completó Lucy. —Pero ya no está.
—Es un poco terrorífico— expresó con sinceridad.
—Bueno, no tiene la mejor iluminación;— admitió —pero es lo mejor que pude conseguir. Ya verás— murmuró abriendo expectativas.
—Empiezo a pensar que estás planeando matarme y luego esconder mi cuerpo aquí— bromeó. Lucy, que lo oía mientras detenía el auto, apagó el motor y se giró sobre el asiento para verlo.
—¿Me veo como una asesina?— cuestionó.
—No, luces como un angelito;— pronunció con seguridad y una pequeña sonrisa. —Pero las apariencias engañan.
—¿Entonces no vas a bajar conmigo?— cambió su alegría a una sonrisa algo más triste.
Él negó.
—Sabes que te seguiría a cualquier parte.
El sentimiento era mutuo. Ella también lo seguiría a donde sea.
Cuando descendieron del auto, volvió a tomarlo de la mano para adentrarse en el salón, sin poder esconder la emoción que delataba cada facción de su rostro. Era la segunda vez que le sucedía. Soltó la mano del contrario para buscar las llaves y una vez que quitó el seguro, empujó la puerta hasta abrirla, dejando a la vista el cambiado lugar.
—Última sorpresa— anunció al mismo tiempo que ingresaban. —Pensé que todo lo que necesitábamos era un lugar para estar a solas y... Y se me ocurrió esto— explicó de forma sencilla.
«JUSTIN»
Tenía la mirada puesta en su alrededor, sus ojos desprendían destellos, el color celeste de sus pupilas se había vuelto brillante. Aunque quisiera decir mil cosas, no podía. Las palabras se solían atascar en su garganta cuando estaba triste, cuando no conseguía explicar lo que lo hacía sentir tan mal. De la misma forma, las palabras se habían atascado, pero porque no encontraba manera de explicar lo especial que se sentía, lo increíble que le parecía que alguien hubiera echo tantas cosas por él.
Al final, son esos pequeños detalles los que realmente importan.
—Ahora que lo veo, puede que sea un poco ridículo toda la puesta en escena de las luces y...— Lucy, al no escuchar nada de su parte, trató de quitarle presión al momento. Sabía que a ella podía decirle cualquier cosa que se pasara por su cabeza.
—No, Lucy— la detuvo. —Es perfecto. En verdad, es... No sé que decir— resopló intentando explicarse.
—No tienes que decir nada— la chica sintió que el corazón se le aceleraba a medida que Justin se aproximaba.
Estando a una distancia insignificante, su mirada se deslizó desde los ojos cálidos de Lucy, hasta sus labios que esperaban ansiosos por los suyos.
No tenía que decir nada, pero sí tenía mucho que hacer. A veces las palabras no son suficientes para demostrar los sentimientos. Y sentía que su amor hacia ella era tan grande, que ya no cabía en su cuerpo. Entonces la besó, siendo aquello lo que había deseado hacer la noche entera. Besarla. Tenerla cerca de todos los modos posibles.
Cerró los ojos para apreciar la sensación, la castaña respondía con deseo y la intensidad se hizo presente. La tomó por la cintura para mantenerla cerca y sin dejar de besarla, caminó hasta el sofá/cama que se encontraba en un lateral de aquel lugar. Lucy, qué caminaba de espaldas, se dejó guiar, aunque estaba consciente hacia donde iban y era exactamente lo que quería. Antes de caer, las manos de la chica estaban tan ansiosas que se deshicieron en un solo movimiento de su camiseta, para luego atraerlo y besarlo otra vez. Era un beso rápido, adictivo, apasionado.
Percibió la respiración irregular de Lucy: la suya iba al mismo ritmo. Ella se giró, dándole espacio a Justin que encontró el inicio del cierre del vestido y se ocupó de deslizarlo hasta el extremo contrario, dejando la prenda en el suelo. Volvió a besarla y entonces acarició su piel, sus manos subían y bajaban por sus caderas y finalmente la temperatura de sus cuerpos se encontraron sobre la superficie acolchonada.
Sin dudas, ambos viajaban directo a la mejor noche de sus vidas.
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—¿En qué estás pensando?— le preguntó la castaña, luego de abrir los ojos, después de haber dormido algunas horas sobre su pecho.
—Nada...— le restó importancia pero ella insistió.
—Dime. Por favor— se acomodó sobre él, pensando que podía quedarse de esa forma para siempre.
—Estaba pensando en todo lo que pasó. De algún modo, todo lo que viví me terminó trayendo hacia ti. Si fuera necesario, volvería a pasarlo todo porque al final me encontré contigo— murmuró. Lucy sonrió con ternura y se extendió para darle un beso corto.
—¿Sabes? Por lo general no hablo mucho de mí— comenzó a hablar. —Y nunca le dije a nadie lo mal que me sentía antes de mudarme a acá. De verdad;— murmuró para luego seguir. —cuando mi papá murió, me sentí muy sola. Mi mamá tenía que trabajar para mantenernos y nos mudábamos constantemente, así que nunca logré hacer amigos. Hasta que volví y te encontré, y entonces... Después de mucho tiempo sentí que estaba en el lugar correcto.
Escuchó y la entendió al instante.
Tiempo atrás llegó a casa de Clay siendo su vida un caos. Y entonces, la vio. La reconoció. En ese momento sintió que estaba en el lugar correcto y qué, después de tantos problemas, finalmente algo estaba bien. Lucy.
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no sé si son conscientes, pero ya son los últimos capítulos. tengo planeado subir uno más, alguna extra de instagram y luego un epílogo. así que espero que disfruten mucho del camino hacia el final 💖😭
gracias por leer, voten y comenten por favor 💛🌻
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Back to you ⇥ Justin Foley ®
Fanfiction❝Puedes romperme el corazón, pero cuando sana, late por ti. Si pudiera hacerlo todo de nuevo, sé que volvería a ti❞. Lucy y Justin tenían diez años cuando prometieron que serían amigos por siempre. Sin embargo, la promesa se rompió cuando Lucy se m...