Back to you ⇥ Justin Foley ®

capítulo 13.

«LUCY»

Entre los cuatro llegaron a la decisión de que mantendrían oculto a Tyler hasta tener un mejor plan. Estaba claro que tendrían que dejar de ocultarlo en algún momento, pero mientras tanto, pensarían en una solución para respaldarlo.

El chico había explicado el porqué de sus acciones; no justificaba el haber llevado a cabo el tiroteo, pero sí aseguraba que aquel día una violenta emoción lo había tragado, casi hasta convertirlo en otra persona. Una oscuridad producto de todos los ataques que surgió a lo largo de sus días en el Liberty.

Clay fue quién se les ingenió para buscar un sitio: un amplio galpón donde Skylar solía pintar y pasar el rato. Lucy entró y le pareció un lugar realmente lindo, como si allí dentro pudiera respirar arte.

Cuando llegaron a casa de Clay, Matt y Lainie dormían. Los tres entraron y se sentaron uno al lado del otro en el largo sofá. Aún continuaban sin creer todo lo que acababa de pasar, lo que causó que por un largo rato ninguno fuera capaz de decir algo.

—Escuchen. Sobre esto ni una palabra a nadie. ¿De acuerdo?— Clay rompió el silencio todavía nervioso. —Y tú Justin, haz de cuenta que no viste ni escuchaste nada— le indicó serio, a quién podía tener más complicaciones. Después de pasar meses en un correccional, se suponía que Foley debía mantenerse lejos de cualquier problema. —¿Entendiste?

—¿De qué hablas?— lo miró el contrario desde el otro extremo del sillón, fingiendo que lo había olvidado todo. Lucy no pudo evitar una pequeña sonrisa, divertida.

—Um, lamento haberles traído problemas— sintió la necesidad de disculparse. —Pero no sabía que hacer. De lo único que estaba segura era que no quería entregar a Tyler— la castaña relajó su cuerpo, dejándolo caer de una manera cómoda sobre el sillón.

—Hiciste bien en llamarnos— aseguró Justin.

—Me llamó a mí— Clay intervino. —Se suponía que él no iría porque no puede meterse en problemas, pero ya sabes como es.

—¿De verdad pensaste que me quedaría aquí encerrado?

—No exageres— reprochó el pelinegro y la chica, nuevamente, volvió a reír por lo bajo. Ambos lo notaron. —¿Qué es gracioso?— Jensen frunció un poco el entrecejo.

—Extrañaba escucharlos pelear— dijo con algo de melancolía. —Son como hermanos. Hermanos de verdad— extendió un brazo a cada lado, para rodearlos a ambos con ternura y atraerlos hasta ella. Justin sonrió. Clay se quejó un poco, pero finalmente se dejó abrazar.

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«JUSTIN»  

Clay abandonó la sala hacia su habitación,  debía dormir porque al día siguiente tenía que prepararse para un examen de álgebras.

Lucy aún seguía allí, había dicho que no quería regresar tan pronto a casa y eso a Justin simplemente le pareció bien. Podía quedarse con ella todo el tiempo que se lo pidiera, aún así no hablaran como antes. Sabía que tenía que recuperar su confianza, que él tenía que esforzarse por re-construir lo que había destruido cuando se alejó y confundió sus sentimientos. Sentía que Lucy era el único lugar donde deseaba quedarse para siempre.

—¿Qué tal te fue con la lista?— la castaña habló y él se inclinó un poco en el sofá para verla a la cara.

—Bien. Cumplí con la tarea— se encogió de hombros. —Nos piden cosas muy tontas. Supongo que ayudan, pero... Son un poco ridículas.

—No tienes de qué avergonzarte. Se supone que te van a ayudar— sonaba bien. Sin embargo, no era fácil dejar de sentirse avergonzado por todas las cosas que había hecho. —Las cosas están mejorando ¿no?

—Sí. Eso creo— respondió sonriendo un poco. —Lucy, tienes que saber que me deshice de todo. Ya sabes. La heroína— aseguró con honestidad. Después de echar casi todo a perder otra vez, Justin tuvo el valor de tomar medidas y él se impuso los limites. Tiró cada rastro. Todo.

A Lucy los ojos se le iluminaron. No había sensación más linda de verla encenderse después de haberla visto llorando horas atrás.

—¿Todo?

—Todo— confirmó. —Es más, puedes subir y revisar mis cosas si quieres— estaba dispuesto a recuperar su confianza, de cualquier manera.

Ella ensanchó la sonrisa y negó, sin perder el brillo que acababa de aparecerse.

—Nunca haría eso. Yo... Te creo, escucharlo es suficiente— dijo sincerándose. —Estoy orgullosa.

—No hablas en serio— murmuró en parte bromeando, en parte no.

—De verdad. Justin, miráte. Podrías haber tomado otras decisiones, pero decidiste hacer las cosas bien. Eres una buena persona— le sonrió con calidez. Fue en ese momento en que se dio cuenta todo lo que había necesitado de sus palabras. —¿Ya pensaste en lo que harás cuando acaben las clases?

Sí, en algunos meses se graduarían.

—Aprobar los exámenes y conseguir un trabajo. Eso es todo lo que puedo planear— comentó. —¿Que harás tú? ¿Harvard?— la chica rió y tuvo que reprimir algunas carcajadas para no causar ruidos molestos a quienes dormían.

—¿Acaso crees que soy superdotada o millonaria?— lo miró aún risueña, como si él estuviera loco.

—Para mí suena lógico. Llegaste hace unos meses y en ese poco tiempo te convertiste en una de las mejores estudiantes del Liberty— planteó. —Tiene sentido— ella volvió a negar y puso los ojos en blanco.

—Aplicaré para algunas universidades, pero no necesito irme tan lejos.

—Como sea. Te irás a una gran universidad, porque es lo que mereces— expresó de forma sencilla y se atrevió a acariciar su mejilla mientras ambos se miraban en silencio.

Hablaban de planes y de sueños. Aunque Justin se había dejado claro que no podía permitirse imaginarse yendo a una universidad. Sus calificaciones estaban bien, pero costaba demasiado dinero. Los padres usualmente ahorraban con gran anticipación para pagar los estudios de sus hijos. Sin embargo, Foley no tenía ese tipo de padres.

El sonido del celular de Lucy sobresaltó a ambos, acabando con el clima agradable que se había expandido. La castaña lo tomó y miró la pantalla que Justin alcanzó a leer. Era Monty.

—¿Lo atenderás?

—No— ella cortó y guardó el teléfono. —Quiero tomarme un tiempo. Estar sola.

—Entiendo— la miró comprensivo.

El "estar sola" resonó en su cabeza y se quedó quieto. Contuvo sus ganas de romper la distancia para besarla. Reprimió sus ganas de volver a acariciarla y se guardó todos los sentimientos. Si alguna vez debían volver a estar juntos, entonces pasaría.