«JUSTIN»
Lucy se hallaba sentada sobre la alacena, agregándole mantequilla de maní a su sandwich. De pronto reía, por el recuerdo que Justin había invocado de su infancia.
—No es cierto. A veces también ganaba— se defendió, refiriéndose a las carreras en bicicletas que jugaban cuando eran niños.
—Mejor dicho, te dejaba ganar. O te enojabas— hizo una mueca, intuyendo que Lucy se rehusaría a aceptar lo último.
—¡No me enojaba! Tú hacías trampa. Tu bici era más liviana que la mía— sabía que era una excusa un tanto tonta y una sonrisa la delataba. —¿Qué? Es cierto. Además siempre te adelantabas al comienzo.
—Era al revés. Tú no te dabas prisa.
—¿Intentas decir que era lenta?
Él se encogió de hombros. No dijo eso. Ella lo interpretó así.
—La única vez que fuiste más rápido...— ella captó enseguida lo que pasaría a relatar, así que lo interrumpió.
—Ya sé. Me caí. Y te burlaste de mí los siguientes cinco días— trataba de contener la risa, pero no podía evitarlo. Mordió un pedazo de sandwich, como si eso lo hiciera más fácil.
—No es que me burlara, es que fue tan gracioso que no podía no reír— se justificó. Y era cierto, solo eran niños. —¿Alguna vez te pusiste a pensar en lo gracioso que fue?— cuestionó y Lucy le dio un golpe juguetón en el hombro.
—Hey. Fue doloroso.
—Tenías tierra en toda la cara. Y en el pelo— recordó, haciendo que Lucy alejara el sandwich de su boca para reír. Ahí estaban otra vez, mirándose y riendo en complicidad. Eran momentos solo de ellos y ya nadie podía estropearlos.
—Bueno, sí. Fue divertido— terminó admitiendo, mientras desviaba la mirada para ver el reloj. Al mismo tiempo, Justin no dejaba de seguir sus movimientos. Era su amiga, pero tampoco podía dejar de lado el detalle de que Lucy se veía linda. Sobretodo cuando sonreía. —Creo que deberíamos subir— mencionó y sus ojos por un instante se encontraron. Justin quiso disimular, pero era demasiado tarde. Notó como Lucy apenas se sonrojaba. —Los Jensen podrían llegar en cualquier momento.
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—¿No te meterás en problemas por faltar a clases?— preguntó a la chica, mientras parte de su cuerpo descansaba en la cama de Clay. Lucy lo observaba sentada en el otro extremo del colchón.
—Soy la nueva. Puedo decir que me confundí el horario, o algo así— se encogió de hombros. —No pasa nada— dijo tranquilizadora. —Además, parece que en Liberty tienen problemas más importantes de los que ocuparse. Clay me lo contó. Leí en las noticias lo del juicio...— comentó, bajando la mirada. A Justin se le hizo un nudo en la garganta. Sabía que algún día tendría que contarle la verdad a Lucy, y que quizá a partir de ese día las cosas entre ellos cambiarían. Probablemente ella se alejaría, ¿quién querría tener cerca a un chico como él?
—Te dijo que yo...
Lucy interrumpió.
—No. Dijo que prefería que bueno, tú... Tú me lo contarás— mencionó y continuó —Si es que me lo quieres decir, claro. Cuando estés listo— agregó, haciéndolo sentir algo de alivio. Lucy no lo presionaba y eso era alentador.
Elevó el rostro para contestar, pero no alcanzó a emitir palabra. El ruido de un vidrio romperse se escuchó en la habitación. Provenía de algún cuarto de abajo. Ambos se sobresaltaron, poniéndose de pie.
—Al armario— indicó como forma de ocultarse. Mientras Lucy entraba, él cerró la puerta de la habitación y luego, se metió al armario junto a ella, dejando la puerta apenas entreabierta. Lo suficientemente justo para ver desde allí.
Se mantuvieron en silencio. Incluso cuando una figura masculina cubierto por una campera y capucha negra, entró a la habitación hurgando el bolso de Justin. Lucy no alcanzó a ver eso. Justin sí. En cuanto el sujeto misterioso salió por la ventana, Justin corrió tratando de descubrir quién era, pero apenas llegó a verlo de espaldas, huyendo.
Antes de girar, Matt Jensen apareció cargando un objeto para defenderse. Justin lo miró casi aterrado, atinando a defenderse.
—¡No fui yo!
—¿Quién diablos eres tú?— preguntó el hombre y justo a tiempo, la vocesita de Lucy resonó.
—Señor Jensen.
—Lucy, ¿es algún amigo tuyo?
Ella asintió.
Justin agradeció que la chica estuviera allí en ese momento.
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Se notaba la tensión en su expresión. La preocupación que cargaba porque, si los Jensen lo echaban, no tendría a donde ir. Su casa no era una opción, en realidad, ya no era su casa. Al menos no mientras estuviera el novio de su madre, un hombre que ya lo había golpeado en otras oportunidades y a quién le había robado plata. De seguro el tipo lo mataría. Empezaba a hacerse la idea de que volvería a la calle: no más sitios cómodos para dormir, tampoco comidas, ni duchas calientes. Jugueteó nervioso con los dedos de las manos y la mirada por el suelo. Los Jensen conversaban en la otra sala y Lucy estaba a un lado en el sofá. La castaña no tardó en notar como todo iba de mal en peor en la cara de Justin.
—No te preocupes. Los Jensen son buena gente, ya verás que te dejarán quedar— le aseguró. Esperaba que tuviera razón.
—Si no me dejan... Si no me dejan esta vez realmente no tengo a donde ir— confesó, notablemente afectado. —Mi casa es un desastre. Mi madre es drogadicta y su novio es un traficante que va a matarme si regreso— le aterraba cruzarse con ese tipo: era tan fuerte que fue capaz de tomarlo del cuello y levantarlo, hasta dejarlo sin respirar. Incluso le dejó marcas, que se habían borrado, pero la sensación terrorífica nunca se iría. Justin se restregó la cara conteniendo las lágrimas y miró a Lucy —Ya intentó hacerlo una vez— reveló. La chica sintió como su piel se estremecía de solo escucharlo.
—Escucha, Jus. Sé sincero con Lainie y con Matt. Ellos comprenderán. De verdad, son buenas personas que no dudarán en ayudarte— Lucy los conocía. Lucy sabía cuan compasivos y empáticos eran los dos, porque siempre estuvieron presentes para ayudarla a ella y a su madre.
Él asintió, sus ojos se mantenían húmedos y se aferraba a las palabras de Lucy. Creía en ella, una especie de luz al final del túnel.
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Se viene el primer beso entre Lucy y Justin pronto... ¿Sí o no? 😍😱
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Back to you ⇥ Justin Foley ®
Fanfiction❝Puedes romperme el corazón, pero cuando sana, late por ti. Si pudiera hacerlo todo de nuevo, sé que volvería a ti❞. Lucy y Justin tenían diez años cuando prometieron que serían amigos por siempre. Sin embargo, la promesa se rompió cuando Lucy se m...