Gran idiota | kiribaku

O4

Era sábado por la tarde, y el Bakusquad se encontraba en la casa del cenizo, supuestamente se habían reunido allí para estudiar.

Supuestamente ya que se encontraban haciendo cualquier cosa, menos estudiar.

Eso hasta que Bakugou los mandó a callar y les dijo que le prestaran atención, antes de que los mandara a las mismísima mierda, no les enseñara nada y los hechara de su casa.

Porque sí, habían llegado a perturbar la paz del rubio hace al menos unas dos horas atrás y no llevaban nada aprendido.

—Yo no sé cómo es que Kirishima logró entender con tus métodos, a mí me dio escalofríos el tan sólo escuchar la idea que dio Mina —dice Kaminari, en un intento de relajar el ambiente.

Aunque bien no todo era mentira, realmente no comprendía el cómo Kirishima había logrado entender matemáticas tan bien con Bakugou de profesor.

Aunque, pensándolo bien, Kirishima gustaba del cenizo, así que ahora todo tenía sentido.

—Tuve que enseñarle a base de golpes al idiota este —comenta Bakugou, revisando los cálculos que había resuelto Kaminari —Te equivocaste en éste, el resultado es negativo

—¡Jodida regla de signos! —grita él, revolviendo sus cabellos con frustración.

Mina y Sero están repasando inglés, mientras que Kaminari y Kirishima se encuentran en matemáticas. Y Bakugou... Pues Bakugou se parte la cabeza enseñándoles.

—¡Hey mocoso! Les traje algo de beber —anuncia Mitsuki, dejando una bandeja con bebidas en la mesita de centro de la sala de estar.

—¡Muchas gracias, señora Bakugou! —Agradecen ellos al unisono.

—¡Ya vieja bruja!, dejanos ¿no ves que estamos estudiando? —grita Katsuki, ganándose un golpe en la cabeza por parte de su madre.

—Más respeto mocoso —grita la rubia mayor, formando así una pelea.

Luego de unos segundos, llega el señor Bakugou, saludando a los chicos -y mina- tranquilamente para luego llevarse a Mitsuki. Todo de lo más normal.

—Tu mamá está bien bonita —Comenta Kirishima minutos después, los ojos de todos en la sala caen sobre él, pero éste sólo observa a Bakugou. El rubio abre y cierra sus labios, dispuesto a responderle, pero le interrumpe —Así como para ser mi suegra.

Y Bakugou explota nuevamente.