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Bakugou miraba con el ceño fruncido al pelirrojo unos metros delante de él.

Yacía hace más o menos unos quince minutos que habían tocado el timbre, indicando el término de la jornada escolar. El cenizo se había adelantado un poco, recargándose el la pared a un lado de la puerta para esperar a Kirishima, pero, para desgracia suya, en cuánto su querido pelirrojo salió del salón, se echó a correr hacia un tipo que pasaba por allí en esos instantes.

El tipejo ese, venía acompañado de otro bastardo, alto, rubio y de ojos azules. Tenía un cuerpo muuuy tonificado.

En cuanto llegó a ellos, se lanzó a abrazar al más bajo, él era un chico de complexión delgada, sus orejas eran peculiares y se veía un tanto tímido.

Su pecho comenzó a arder en cuánto SU Kirishima entabló una agradable conversación con el chico ese, sonriendo tan radiante. Apretó los dientes, haciendo que rechinaran levemente.

Kirishima, por su lado, estaba de lo más feliz hablando con "Mirio y Tamaki-senpai" sobre el cómo había mejorado, mientras que los lo felicitaban y aconsejaban con algunas cosas.

Aunque de alguna manera, sentía cómo unos ojos se clavaban en su nuca, era algo inquietante aquella aura cerca suya.

Dio un salto en su lugar cuándo unos brazos lo rodearon por la espalda. Giró su rostro levemente, encontrándose con el rostro de Bakugou en su hombro.

—¡Ah, Bakugou! —dice de manera alegre, mientras un leve rubor se apodera de sus mejillas —Mira, te presento a Mirio — menciona, señalando al chico —Y Tamaki-senpai —ahora señala al más bajo.

Bakugou gruñe en respuesta, apretando un poco más el agarre en la cintura ajena.

—Senpai —Agrega nuevamente Kirishima, de manera risueña. Tamaki levanta la mirada, fijándola en él —Él es Bakugou Katsuki, mi futuro novio y madre de mis hijos.

Entonces, una leve explosión resuena. Kirishima ríe de manera risueña, ganando sus manos sobre las de Bakugou.

Luego de unos instantes, ambos muchachos se van, dejando al rubio y al pelirrojo en medio del pasillo. Kirishima se da vuelta sin romper el abrazo, ganando ésta vez, ambas manos en las mejillas de Katsuki, apretándolas levemente, para luego dejar un corto beso sobre sus labios.

—Hey, blasty —dice, pasando su dedo pulgar sobre los belfos del mayor como de costumbre —¿Conoces al ganso?

Bakugou, aún sonrojado, ladea su cabeza, mirándole con confusión.

—¿Cuál ganso?

Kirishima le ve de manera juguetona, antes de decir:

—¡La que te voy a arrimar si te alcanzo!

Kirishima reía a carcajadas, mientas que el rubio se quedó en silencio, asimilando todo antes de soltarse de su agarre y salir corriendo lo más rápido posible de allí.

Parpadeó un par de veces, asimilando todo. ¿¡Acaso Bakugou le acababa de seguir el juego!? Bien, cálmate y... ¡Al demonio!

En ese instante mandó todo a la mierda y salió corriendo tras él, felizmente lo encontró bajando por las escaleras a grandes zancadas.

—¡Tú, bribón, ven aquí! —grita, corriendo tras él.

—¡Alcanzame si puedes, bastardo! —le grita él de vuelta.

Salieron de la academia, Bakugou emprendió su "maratón" hacia los dormitorios, su plan era encerrarse en su cuarto para que el pelirrojo no entrara.

Para fortuna de Kirishima, logró alcanzarlo lo suficiente como para seguirle el paso, una sonrisa se dibujó en sus labios al divisar los dormitorios a lo lejos. Se fijó en que Bakugou no se diera vuelta para desviarse de allí, corriendo directamente a las ventanas del edificio.

Bakugou corrió y corrió los más que sus pies dieron hasta llagar a su habitación, cerrándola de un portazo cuabdo estuvo dentro.

—Vaya, casi te escapas, blasty. —escucha tras de él. Bakugou voltea, sintiendo como el aire escapa de sus labios al ver a Kirishima frente a la ventana, cruzado de brazos.

—¿Pero qué...? —intenta decir, pero las palabras se traban tras ver cómo Kirishima avanza a pasos rápidos, estampándolo contra la puerta de la habitación.

Bakugou logra escuchar un "click", entonces cae en cuenta de que el pelirrojo ha puesto el pestillo. Una de sus manos esta al lado de su cabeza, recargándose en la madera, mientras que la otra está en su mentón, obligándole a mantener sus ojos conectados.

—Ahora me toca jugar a mí, ¿no, blasty?

Entonces Bakugou cae en cuenta de que ya valió madres. Que de esa, nadie no salvaría.











YA ESTÁ, RECEN PARA QUE EL JODIDO LEMON QUEDE, SINO, ME MATO KTMRE.

Igual, la otra vez alguien me preguntó qué: "mientras cochan, ¿también se dice. piropos?" pues... No esperen nada bueno de mí LDHKAJA.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora