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Kirishima se había fijado una infinidad de veces en la estrecha cintura de Bakugou, pero nunca dijo nada al respecto.

Y es que, dios, ¿es normal que tenga tantas curvas?

Es decir, Bakugou tiene buen trasero, buenas piernas, ni mencionemos su pecho, pero, su cintura, dios, que no daría por recorrerla con sus manos una y otra vez.

Y ahora se sentía en el jodido cielo.

¿Algo mejor que Bakugou con su traje de héroe? No hay, no existe. Bueno, sí en sus fantasías, pero eso ya era otra cosa.

Ese día, aizawa-sensei había informado que tuvieron percances con ciertos trajes de héroes. Entre uno de ellos, estaba el de Bakugou.

El cenizo estaba hecho una furia, pues tendría que usar esos pantalones que Best Jeanist le había obligado a traer puesto anteriormente.

Se quería morir.

Aunque ya de nada le servía alegar, por lo cuál se cambió lo más rápido que pudo, y salió en dirección hacia el lugar dónde entrenarían.

Al llegar, sus amigos le miraron con curiosidad. Bakugou traía unos jeans azules muy ajustados, resaltando sus piernas y algo más, su peculiar playera con el logotipo que eligió, y no traía sus granadas en las manos, sólo contaba con sus guantes, tampoco traía el antifaz.

—Jodido Best Jeanist —mascullaba por lo bajo —Que se joda.

Y la clase dio inico. En esta consistía en trabajar en sus técnicas y ataques especiales, aquello le sirvió un poco al cenizo, pues si en una batalla futura, algún villano lograba romper sus granadas de algún modo, ya sabría qué hacer.

El tiempo pasó demasiado rápido, ahora la clase había terminado, Kaminari hablaba con un enfadado Sero, haciendo muchos mohín para que le hiciese caso. Mientras que el pelirrojo tenía sus ojos clavados en Bakugou, y en cómo éste se quitaba la playera.

—¡Hace calooor! —alegaba el cenizo, con su ya usual seño fruncido.

Kishima soltó un silbido al verle.

—¡Tantas curvas y yo sin frenos! —grita Kirishima. Bakugou se acerca rápidamente a él, y con su rostro sonrojado, da un golpe en seco en la frente del pelirrojo —Ay...

—¡Idiota!

—¡No grites que le hace mal al bebé! —le reprocha el pelirrojo.

—¿¡qué mierda!? —Bakugou le mira con confusión en sus ojos —¿se puede saber de qué jodido bebé hablas?

Kirishima le mira indignado, cruzándose de brazos —Pues yo.

Entonces Bakugou le regala una linda explosión en toda la cara.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora